Joe Biden: como en los otros debates, él, que lidera las encuestas, fue el más atacado por sus rivales. Biden esta vez presentó una defensa más fuerte que en los debates anteriores de su historial. Se mostró como el continuador natural de las políticas de Barack Obama.
Elizabeth Warren: tuvo un buen desempeño, fue de las que más intervino en el debate. Fue la segunda en hablar más después de Biden. Primera vez estuvo al lado del primero en las encuestas, Biden, y en lugar de atacarlo, defendió sus propuestas de salud y lucha contra la corrupción de la actual istración.
Julián Castro: fue el candidato más agresivo de todos, en especial cuando atacó a Biden sobre su memoria. "¿Te olvidas de lo que dijiste hace solo dos minutos?", dijo Castro al ex vicepresidente, un aparente ataque por los 76 años de Biden. Castro además trató de proyectarse a sí mismo como el 'heredero' de las políticas de Obama, por sobre Biden.
Bernie Sanders: defendió el "socialismo democrático" que él propone, que se refleja más en modelos como el canadiense o el escandinavo y se distanció del llamado socialismo de Venezuela. Llamó "tirano" a Nicolás Maduro. Su momento más potente fue su defensa del Medicare for All.
Beto O'Rourke: fue el más explosivo en cuanto a control de armas. Dijo: "Demonios, sí, vamos a ir por tu AR-15", en referencia a las armas que suelen protagonizar los tiroteos masivos en EEUU. Dijo que "tenemos a un supremacista blanco en la Casa Blanca".
Kamala Harris: no fue agresiva contra Joe Biden como lo fue en los otros debates. Uno de sus momentos más fuertes fue cuando se refirió al tiroteo en El Paso, contra la comunidad hispana: "Obviamente (Trump) no apretó el gatillo, pero ciertamente ha estado tuiteando municiones". Tuvo tiempo para el humor al decir: "(Trump) me recuerda a ese tipo en 'El mago de Oz' cuando abres la cortina, es un tipo muy pequeño".
Pete Buttigieg: en tono conciliador y calmado. Fue muy aplaudido cuando criticó solapadamente a la secretaria de Educación, Betsy DeVos. "El primer paso es nombrar un secretario de educación que realmente crea en la educación pública".
Cory Booker: fue otro que tuvo tono conciliador. Hizo un fuerte discurso sobre el control de armas y el racismo institucionalizado. Logró más protagonismo, al menos en tiempo, que en los anteriores debates: fue el tercero en hablár más.
Amy Klobuchar: tuvo una actuación austera. Habló poco, hizo referencia a su costado ejecutivo como senadora. Hizo referencia a su perfil: "Puede que no sea la persona más ruidosa aquí, pero creo que ya lo tenemos en la Casa Blanca. Houston, tenemos un problema. Tenemos un tipo allí que literalmente dirige nuestro país como un programa de juegos".
Andrew Yang: tuvo casi la mitad del tiempo para hablar del que tuvo Biden, el candidato que más habló. Pero sus intervenciones fueron lúcidas. "Soy lo opuesto a Donald Trump en muchos sentidos. Él dice: 'Construye un muro'. Voy a decir a los inmigrantes: 'Vengan a EEUU porque aquí, su hijo, su hija puede postularse para presidente", dijo citando su propia historia de hijo de inmigrante.
Beto O'Rourke fue uno de los candidatos que más habló sobre control de armas durante el debate demócrata: "Después de El Paso tuve que replantearme esto. Creo que es lo correcto no sé si políticamente sea lo más cómodo, pero es lo que hay que hacer".
"Voy a trabajar muy fuerte como candidato, ciudadano y padre para hacer lo que sea necesario en control de armas. Necesitamos frenar las armas de asalto, leyes de bandera roja, chequeos universales. Es algo popular con demócratas, independientes e incluso republicanos", dijo.
Poco después de terminar el tercer debate demócrata, Joaquín Castro salió en defensa de su hermano, "alguna gente piensa que Julián estaba insinuando algo sobre él (Biden). No es el caso para nada, lo que mi hermano ha hecho en estos debates es hablar de los temas que le interesan y preocupan. En el primer debate se enfocó en una gran diferencia en inmigración que tenía con O’Rourke y ahora tuvo una diferencia importante con Biden sobre salud, que se traduce en que 10 millones de personas tengan cobertura o no", explicó.
El empresario y aspirante presidencial Andrew Yang ha hecho el centro de su campaña algo de lo que nadie habla: los verdaderos 'enemigos' de los puestos de trabajo son las máquinas y no los inmigrantes.
Mientras el debate transcurría, su cuenta tuiteó: "¿Cuánto faltará hasta que hablemos sobre el futuro del trabajo?"
El candidato Yang, exejecutivo de tecnología, propone restaurar la seguridad económica de la clase media, dando a cada estadounidense un ingreso básico de 1,000 dólares mensuales, sin ninguna condición. Su argumento es que ese subsidio directo sirve para mitigar el impacto de la automatización, además de darle un ingreso universal a quienes realizan tareas de cuidado por el que no reciben pago, como las madres que crían a sus niños.
"Si vas a una fábrica (...) no encontrarás inmigrantes de pared a pared, encontrarás robots y máquinas (...) Los inmigrantes están siendo chivos expiatorios por cuestiones que no tienen nada que ver con nuestra economía", dice Yang.
Entre el espectro republicano y demócrata, el único candidato que está hablando de ese tema parece ser Yang. Tal vez porque es más sencillo hacer una campaña 'emocional' en la que hablarle a los votantes de 'enemigos' más concretos y convenientes como China o los inmigrantes.
"Jobs, jobs, jobs" ("Trabajos, trabajos, trabajos"), fue una de las promesas de campaña de Trump especialmente a los trabajadores de manufactura e industrial. Pero el presidente asegura que la manera de devolver esos trabajos es luchando contra el comercio internacional y la inmigración sin contemplar el factor automatización.
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Al terminar el debate, el candidato demócrata Yang compartió un tuit en el que invita a la "fiesta".
"¡Gran debate! Ahora llevemos esta fiesta a AndrewYang2020.com ¡No olvides ingresar a nuestro #1kGiveaway y donar para mostrar tu apoyo!", tuiteó el candidato y compartió una imagen en la que fue llevado por gente como si fuera un rockstar que se difundió días atrás.
"Somos beneficiarios de DACA. Nuestra vida está en riesgo", es lo que gritaron los manifestantes que interrumpieron a Joe Biden en el debate, según le confirmó a Univision Noticias César Espinosa, director de Familias Inmigrantes y Estudiantes en Lucha (FIEL).
Aunque Espinosa es dreamer, el activista, que fue invitado al debate, dice que los manifestantes, que llevaban camisetas negras, no eran parte de su organización.
En un mensaje en sus redes sociales, el director de FIEL pidió al jefe de la policía local no arrestar a los manifestantes que solo querían "que se escuchara su voz y hacer a Biden responsable por deportar a millones de migrantes".
Al final del evento todos los candidatos advirtieron que las elecciones del 2020 no son un referéndum sobre Donald Trump.
“Se trata de definir quiénes somos como país”, aseguró el senador Cory Booker, quien fue secundado con otras palabras por varios de los participantes del tercer debate demócrata.
Un cierre que contrasta con el inicio de la sesión, cuando todos los candidatos empezaron alertando del peligro institucional y político que consideran que representa el presidente Trump para el país y dando la impresión de que los venideros comicios son un pulso por el espíritu de la nación.
Alguien podría decir que no son ideas excluyentes y que la definición que pide Booker pasa por rechazar posiciones que defiende Trump y las políticas que ha puesto en marcha desde la Casa Blanca.
Harris tildó de "errático" a Trump en sus políticas comerciales. "Lleva a cabo una política comercial por tuit, francamente que viene de su frágil ego", dijo.
"Necesitamos vender nuestras cosas. Y eso significa que necesitamos venderlo a personas en el extranjero, eso significa que necesitamos políticas comerciales que permitan que eso suceda", dijo Harris.
"Pero la conclusión es esta: Donald Trump a cargo de la política comercial, ya sabes, me recuerda ese, ese tipo en el Mago de Oz, ya sabes, cuando abres el telón y es un tipo muy pequeño", dijo Harris y comenzó a reír.
Se comenzaron a escuchar carcajadas del auditorio y el moderador George Stephanopoulos sonrió, pero siguió adelante.
El exsecretario de Vivienda Julián Castro apuesta por la mejora de las vidas de las familias más desfavorecidas para acabar con la segregación escolar.
"Crecí en uno de esos barrios de segregación. Sé que hoy nuestras escuelas están segregadas porque nuestros barrios están segregados", dijo Castro, en una respuesta en la que abogó por invertir en vivienda, escuelas y en oportunidades de salud "para que toda la familia pueda prosperar".
Preguntado por los incendios en la Amazonía y el cambio climático, Beto O'Rourke abogó por invertir en un fondo de miles de millones de dólares para mitigación de desastres.
Además, propuso reducir la dependencia en los combustibles fósiles y apostar por las energías renovables e incluyó la idea de "pagar a los granjeros por los servicios ambientales" que hagan en un esfuerzo por que la solución venga de todos.
"Este es el futuro de nuestro planeta y la habilidad de nuestros hijos y nietos de sobrevivir en él. Nos aseguraremos de que haya emisiones de efecto invernadero cero no más allá de 2050", dijo.