A pesar de sufrir por la pérdida de su bebé y por el término de su relación amorosa, Yesenia es adoptada por su amiga, obtiene trabajo en la fonda y encuentra a un par de seres de luz.

Gracias a su físico bien trabajado, Feliciano roba miradas a las vecinas, siendo Dorinda la que se anima a proponerle que pasen tiempo a solas mientras su marido está fuera de casa.

Tras una noche de copas, Feliciano y su vecina se enganchan en un remolino de pasión, pero el encanto termina cuando el esposo de Dorinda cumple con sus labores y regresa a casa.

Feliciano se presenta en casa de Dorinda para hacer valer sus derechos, informando a Rogelio que Ponchito es el producto del amor que existe entre su esposa y un muchacho trabajador.

Desde que notó que Dorinda estaba embarazada, Feliciano se deja llevar por su instinto de padre, asegurando que el pequeño es su hijo e interpone la respectiva demanda de paternidad.

Por órdenes de Danilo, Leandro acude a las escuelas a persuadir a estudiantes que caen rendidas con sus encantos, pero se trata de una trampa que conduce a un camino turbio.