Crímenes sin perdón: Abuso sexual
Cada año, cientos de jóvenes universitarias son víctimas de algún tipo de abuso sexual, dejándolas marcadas de por vida física y emocionalmente.
La mayoría de estos crímenes imperdonables son perpetrados por hombres que las víctimas conocen.
Estos asaltos sexuales ocurren dentro y fuera de los campus escolares.
“Su personalidad no era violenta no era mala. Era chistosa. Pensé que era un amigo,” cuenta Carolina, quien jamas se imaginó que una salida al cine se convertiría en una pesadilla para el resto de su vida.
Ella prefiere no hablar de los detalles pero el reporte policial documentó lo sucedido.
Según la declaración de Rafael Chaparro, quien tiene casi dos años tras las rejas en espera de su juicio, él abusó sexualmente de Carolina varias veces esa noche.
“Yo doy gracias que no murió en esos momentos. Yo sé que muchas mueren y yo doy gracias a Dios que no murió,” dice la madre de Carolina, quien también agradece a su hija por tener el valor de delatar a su agresor.
“Fue fuerte. Fue lo más fuerte que nos haya pasado en la familia y no realmente pensé que no me iba a pasar nunca,” agrega.
El largo proceso judicial ha sido una carga para ella, quien además ha tenido que enfrentar el rechazo y las críticas de los amigos y familiares de Chaparro.
“Esos retos psicológicos que tu hija piense en suicidarse. Es la etapa más complicada como familia,” cuenta la madre de la víctima.
La realidad es que cada año muchas mujeres se quitan la vida al no poder enfrentar el dolor de una violación, la culpa o el rechazo.
Esta clase de crímenes entre universitarias es tan severo que a nivel nacional que la Casa Blanca ha tomado cartas en el asunto, y estrellas como Lady Gaga han creado campañas, comerciales y canciones incentivando a las víctimas a que no se quede calladas. La artista ha confesado que ella misma fue violada cuando tenía 19 años.
“El daño que me hizo a mí y a la familia. El proceso de hablarlo de ir a la policía abrirte a algo más íntimo,” explica Carolina quien acepta haber consumido alcohol la noche de su violación, aunque advierte que eso no es excusa para que le hicieran lo que le hizo su supuesto amigo.
“Si no los tuviera no sé qué haría. Son mi roca,” dice la joven de su familia, la cual asegura que no descansará hasta que el presunto responsable pague el dolor que le causó.
Carolina aceptó contar su historia porque quiere evitar que le pase a otras chicas lo que le pasó a ella.
“Nunca es tu culpa. No fue tu culpa. No estás sola. Sí es superable y lastimarte a ti misma no es una opción. Habla,” insta Carolina.