Especial "Adictos a las pantallas"
Phoenix- Para muchos padres, una de las formas más fáciles de entretener a nuestros hijos es a través de la televisión o prestándoles nuestros celulares. Esto lo hacen sin estar conscientes de los estragos que están provocando en varias áreas de desarrollo de sus pequeños, convirtiéndolos en adictos a las pantallas.
Desde la creación de los magnetoscopios durante la década de los 50, los televisores se han convertido en el medio masivo de comunicación con más influencia en Estados Unidos. Y continúa dominando la atención de grandes y chicos.
Sofía tiene solo tres añitos y desde que sale de su cuarto pide ver televisión, pero también le pide a su mamá el teléfono.
Su madre Mericia asegura que su pequeña Sofía comenzó a pedirle el celular cuando tenía aproximadamente un año. Se le hizo fácil prestárselo, pero ahora no se lo puede quitar.
“Con tal de que coma, con tal de que desayune, con tal de que obedezca, le doy el teléfono,” cuenta esta madre de Arizona.
La falta de paciencia es el error más grande, dicen los expertos, porque cuando el menor aprende a manipular a los padres, ya no hay vuelta atrás.
Brianda Coronel es maestra de educación especial, pero además es la tía de Sofía.
“Yo veo que venimos en el carro y mami el teléfono. Todo el camino en el carro con el teléfono. ¿Entonces dónde queda la convivencia? Dejamos de pláticas con nuestros niños. El problema va más allá, afectando seriamente el vocabulario en los menores,” explica Coronel.
Las niñas hablan 600 palabras menos al día si están viendo o jugando con electrónicos, mientras los niños hablan 200 menos, agrega la profesora.
Esta adicción además les corta por completo la actividad física a por lo menos dos horas menos al día, asegura Julie Rosen, Vicepresidenta del Programa de Salud para Niños de Chicanos por la Causa.
“Y también hace efecto en el desarrollo mental de los niños porque no están usando su mente para resolver problemas o tratar de entender cosas,” dice Rosen.
Para no limitar el desarrollo de los menores, la Asociación de Pediatras recomienda no exponerlos a la tecnología ante de los dos años de edad,