‘The Crown’: ¿por qué la reina Isabel amaba tanto al yate Britannia? Esto significaba para ella
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La quinta temporada de ‘The Crown’ no explicó a detalle varios sucesos en sus capítulos, como la historia real de Lady Di y su novio doctor.
Pero si ahondó en otros acontecimientos históricos, como el hecho de que el Britannia, yate real, fue retirado en 1997. En la serie de Netflix se puede ver que la reina Isabel sintió un gran pesar al despedirse de él, pero ¿sabías por qué lo quería tanto?
- Si quieres saber ver más historias sobre la reina Isabel también puedes ver ‘Un escape real’ en ViX+, el servicio de streaming de ViX
Así fue la historia del Britannia, el yate de la reina Isabel que apareció en ‘
The Crown’
Tal como lo explica ‘The Crown’, el barco Britannia se inauguró en 1953, poco tiempo antes de que se llevara a cabo la coronación de la reina Isabel II.
Cuando comenzó a navegar, la población en general apenas estaba tratando de recuperarse de la Segunda Guerra Mundial.
Fue así como transcurrió el tiempo, y durante 44 años fue uno de los espacios que acompañaron de cerca el crecimiento de la reina.
Era una especie de residencia real marítima. Varias parejas reales, incluyendo a Diana y a Carlos, llegaron a usarlo como lugar para pasar su luna de miel.
Pero su esplendor llegó a su fin en 1997. Aunque la familia real buscaba reemplazarlo con otro barco, el gobierno optó por no aprobar ese gasto.
Actualmente cualquiera puede visitarlo, pues se trata de un museo flotante que se encuentra en el puerto de Leith, Escocia. También es ocupado en ocasiones como lugar de eventos.
¿Por qué la reina amaba tanto al Britannia en la serie de Netflix?
La serie de Netflix da a entender que la reina Isabel amaba su barco porque era algo propio, un inmueble que no había sido heredado para ella, como lo eran el resto de sus residencias o de sus joyas.
Pero lo cierto es que su vínculo con el Britannia era más profundo, y fue por ello por lo que su retiro significó tanto para la monarca.
Cabe recordar que la década de los noventa no fue la más estable para la reina. No solo tuvo su “annus horribilis” (en el que hubo un enorme incendio en el Castillo de Windsor), sino que también tuvo que enfrentar los escándalos relacionados con la ruptura de los matrimonios de sus hijos.
En este sentido, que el Britannia dejara de funcionar precisamente en este periodo de tiempo fue un impacto extra para su alteza, pues el barco además era una especie de recordatorio sobre mejores épocas.
Tal y como ‘The Crown’ lo sugiere, dejar ir al Britannia fue todo un reto para la reina Isabel, una mujer empeñada en conservar las tradiciones de la corona inglesa.
Pero la modernidad pesó más y tuvo que adaptarse a la nueva época. Eso no quita el hecho de que le haya dolido dejar ir a su adorado yate real. ¿Conocías su historia?