En la era de la comunicación instantánea... ¿Sabes qué es el periodismo slow?
Comer una hamburguesa en un fast food constituye una experiencia inmediata y deliciosa, pero también fugaz. Un plato elaborado en un restaurante de calidad puede ser servido más tarde, pero el resultado siempre será más delicioso, lleno de matices. Algo similar sucede en el mundo periodístico, un nicho que ha sabido adaptarse a las nuevas tecnologías aunque ello implique la pérdida de unos contenidos muchos más elaborados y artísticos.... hasta ahora.
¿Quieres saber en qué consiste el periodismo slow?
Quien escribe el último escribe mejor
La competencia o la necesidad de un instantáneo han llevado al periodismo a elaborar contenidos que impacten, amparados por un buen titular y un cuerpo sintetizado que estimule la lectura del y le haga conocedor de un suceso o hecho que recién acaba de tener lugar. Lo "micro" se ha impuesto en un nuevo mundo compuesto de tweets, publicaciones de muro y entradas de blog adaptados a nuestros monitores y smartphones con el simple objetivo de ajustarse a las pulgadas y, con ellas, a unos consumidores más acelerados que nunca.
Sin embargo, ¿por qué no ofrecer una publicación más elaborada, que puede consumirse de forma más "contemplativa" y saborearse con gusto tras leer la última línea?
Diversas publicaciones como la colombiana La Silla Vacía llegaron a plantearse el modo de difundir información de un modo diferente, y aunque sus nuevos contenidos tarden más en llegar, el periodismo slow ya es una realidad. También conocido como slow journalism, esta nueva forma de elaborar contenido consiste en la escritura trabajada y publicación tardía de un artículo que ofrezca algo más allá de un simple titular o una información instantánea.
Se trata de la expresión más artística del periodismo gracias al uso apropiado del lenguaje, a una investigación más detallada del suceso y, por ende, al requisito de una lectura mucho más rica, como si de un libro o gacetilla que pudiésemos coleccionar se tratara.
Un ejemplo para que podamos concebir mejor la información lo encontramos en los atentados acontecidos en París el día 13 de noviembre de 2015. Los medios de todo el mundo se hicieron eco de la noticia mediante interrupciones televisivas, tweets, imágenes en redes sociales y unos titulares cuya única intención era la de hacer llegar al lo acontecido de forma súbita. Cualquier diario centrado en el periodismo slow publicará estos días su propio artículo, el cual incluirá una detallada investigación de los sucesos y sus consecuencias, ahondará en los motivos étnicos y políticos del conflicto, configurará un collage donde tengan lugar todos los puntos de vista respecto al suceso.
El conocido como periodismo slow comienza a imponerse como tendencia periodística en un mundo en el que los lectores buscan medios más contemplativos de procesar la información, disfrutar con la elaborada lectura de un artículo y guardarlo en un cajón como un pedacito de arte que pueda releerse con el paso del tiempo.
¿Prefieres la información más instantánea o aquella más lenta, contemplativa?
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