Perdió a su hijo en un accidente: así ha sido la vida de María Rubio
El nombre de la actriz María Rubio es sinónimo de uno de los más grandes momentos en la historia de la televisión del siglo XX. Su participación estelar en el célebre melodrama de suspenso 'Cuna de Lobos', que se transmitió originalmente entre 1986 y 1987, marcó un hito gracias a su magistral interpretación de 'Catalina Creel', una elegante dama de sociedad que resulta ser una asesina psicótica capaz de cualquier vileza con tal de lograr sus nefastos fines, dejó una huella indeleble en el panorama de la cultura popular mexicano e internacional.
Sin embargo, ya tenía María una larga carrera a cuestas; nacida en Tijuana, en 1934, hizo su debut en 1950, en los inicios de la televisión, cuando formó parte de la primera compañía de actores de Televicentro y colaboraba en diversos programas, incluyendo el de corte infantil ' Teatro fantástico', a cargo de Enrique Alonso, ' Cachirulo', quien fuera toda una institución.
El trabajar en televisión en vivo, fue una gran escuela para María: lo mismo interpretaba a una princesa, que a un hada, que a una madrastra malvada, en adaptaciones de los más famosos cuentos infantiles. Posteriormente, Ernesto Alonso la invitó a incorporarse al elenco de sus telenovelas y ella se convirtió en uno de los pilares del género.
Actriz de carácter, María trabajó con lo más destacado del mundo artístico: Angélica María, Lucía Méndez, Verónica Castro, Helena Rojo... en telenovelas como 'Muchacha Italiana Viene a Casarse' (1971), 'Entre brumas', 'Al rojo vivo', 'El amor ajeno', 'El derecho de nacer', 'Colorina'... pero su gran momento llegó cuando Carlos Olmos le escribió el personaje de Catalina Creel en ' Cuna de Lobos'.
Inspirado en Bette Davis, Olmos creó una mujer compleja, sofisticada, elegante y sin corazón. Sus atuendos de alta costura con un parche que hacía juego con el color o la tela de la prenda, se hicieron emblemáticos, al igual que su peinado característico. La telenovela rompió récords de audiencia y la elevó a niveles de popularidad que ella nunca habría imaginado. Sin embargo, María no fue muy feliz al respecto, ya que como señaló, este personaje llegó a eclipsar todo su demás trabajo anterior y por años no recibió otras ofertas más que para hacer de variaciones de lo mismo, manteniéndose alejada de la televisión hasta 1995, cuando reapareció en 'Imperio de cristal', en el que encarnaba precisamente a... una madre desnaturalizada.
En su vida personal, María contrajo matrimonio con el guionista, historiador y dramaturgo Luis Reyes de la Maza, quien se distinguió como adaptador de telenovelas como 'Mundo de Juguete' o 'El amor tiene cara de mujer', en 1959 y duraron casados cuarenta años; de esta unión nacieron sus dos únicos hijos: Claudio (1964) y Adriana (1968). Aunque fue un matrimonio muy bien avenido por décadas, todo terminó abruptamente en el 2000 y ninguno habló públicamente acerca de su separación y divorcio, aunque se habló acerca de un desliz por parte de él, el primero, que ella no consintió.
La repentina y trágica muerte de Claudio, quien era escritor y director, como su padre, en el mismo accidente en que murió la estrella de teatro Maru Dueñas, cuando regresaban de una locación es probablemente el más terrible golpe para la gran actriz, quien se retiró definitivamente de la escena en 2011, por motivos de salud.
