Sangre, arena y luces: así se forjó la dinastía artística de los Capetillo, ¿continuará con los hijos de Eduardo y Bibi?

De gran apostura y carisma, el patriarca de la familia, Manuel Capetillo (1926-2009) nació en Guadalajara Jalisco en el seno de una familia acomodada. Apasionado por la fiesta brava, tomó la alternativa en 1949 y desde entonces fue una figura resplandeciente en traje de luces, llegando a ser llamado el mejor muletero del mundo; además causó sensación como galán en los últimos años de la época de oro del cine mexicano.

Su primera esposa fue la modelo Sara de Flórez, hija de la primera actriz Marilú Elízaga, y con ella tuvo a Manuel (1956) y Guillermo (1958). Después se divorciaron en 1966 y al poco, tuvo su más escandaloso casamiento, con Maricarmen Vázquez, la viuda de su amigo el matador de toros Carlos Arruza, que había muerto apenas un mes antes.

Mucho se habló en la época, porque su amistad con Carlos no evitó que un amor a primera vista naciera entre la mujer de Arruza -que tenía dos hijos con él- y Capetillo. Los rumores de la época incluían una posible infidelidad en la Finca Dolores, ubicada en Toluca (Estado de México). Al matarse Arruza en un accidente de carretera, la viuda se casó con Manuel Capetillo.

De esta polémica relación nació Eduardo (1970), quien a diferencia de sus hermanos, no tuvo interés en la vida taurina y desde niño se dedicó más a la música: a los 13 años participó en el festival “Juguemos a cantar” y después se unió al grupo en ese entonces ya juvenil Timbiriche.

Manuel tuvo una carrera exitosa como torero igual que su padre y ocasionalmente incursionó en la televisión, protagonizando la telenovela “Seducción” al lado de Maribel Guardia, y tuvo un sonado romance con Lucía Méndez, con varias rupturas y reconciliaciones, a principios de los 80. Rumores de la época señalaban que la adicción a la cocaína de uno o ambos tuvo qué ver con la borrascosa relación y su ruptura definitiva en 1985.

Sin embargo, el ojiverde dejó atrás todo hace veinte años para dedicarse a predicar la palabra de Dios. Haber tocado fondo en una crisis depresiva tras el asesinato de un amigo y no encontrar respuestas a la violencia innecesaria en el tarot, los horóscopos, el esoterismo y la llamada metafísica, convirtió a Manuel Capetillo al catolicismo y ahora vive consagrado a su familia y a propagar el mensaje a través del rezo del santo Rosario.

Guillermo tuvo un éxito fenomenal a los 21 años, cuando fue elegido para aparecer al lado de Verónica Castro y Rogelio Guerra en 'Los Ricos También Lloran', la telenovela mexicana más exitosa alrededor del mundo, en la que interpretó a 'Beto', el hijo perdido de la pareja. Posteriormente tuvo más éxito en 'Colorina', con Lucía Méndez, 'La Fiera', que fue el primer protagónico de Victoria Ruffo y volvió a protagonizar con Verónica 'Rosa Salvaje', telenovelas que lo hicieron favorito de millones de fans por décadas.

Como cantante no tuvo mucho éxito, pero como torero sí llegó a destacar. El máximo logro en su carrera fue el rabo que corto a 'Gallero' de la ganadería jalisciense de Cerro Viejo, el 30 de enero de 1994, en la Plaza de Toros México, que ha sido una de las faenas más completas y estéticas que se han registrado en los anales de la tauromaquia mexicana.

Del lado del corazón, Guillermo ha tenido sus altibajos. Durante sus años juveniles tuvo relaciones de noviazgo con actrices como Edith González, Erika Buenfil, Laura Flores o Maribel Guardia. Incluso llegó a tener, tiempo después, una relación bastante seria que duró dos años con Lucero, para finalmente casarse con Tania Amezzcua en 2006, aunque el matrimonio no duró muchi y a los 58 años, sigue soltero.

El caso de Eduardo es el de mayor éxito, aunque nunca pisó un ruedo: después de dejar Timbiriche — agrupación con la que vendió más de 10 millones de discos — protagonizó la telenovela 'Alcanzar una estrella' con Mariana Garza, y alcanzó un auténtico nivel de ídolo de masas. Por esa época conoció a Bibi Gaytán, que entró a suplir a Álix Bauer en la agrupación y de la que el más joven de los Capetillo se prendó desde entonces. Juntos actuaron en 'Baila conmigo', una telenovela ambientada en los 60 donde hacía de un cantante estilo Elvis Presley, y compartían créditos con Paulina Rubio y Rafael Rojas.

Fue durante las grabaciones de esta telenovela que surgió el romance entre Eduardo y Bibi, pero fue tan o más tormentoso que el de Manuel Capetillo y Lucía Méndez, con numerosas rupturas y reconciliaciones; finalmente se casaron en 1994 en el rancho Capetillo, con Bibi causando escándalo al presentarse en la boda (que fue televisada) con un evidente embarazo.

Desde entonces Bibi se ha mantenido casi retirada del medio artístico, participando únicamente en producciones al lado de su marido, dedicándose más a cuidar a sus cinco hijos: Eduardo Jr —que ha llamado mucho la atención por su apostura —, Ana Paula, Alejandra y los gemelitos Manuel y Daniel.

Eduardo ha transitado por varios países como actor y cantante, cosechando más éxito que sus medios hermanos, habiendo logrado también establecer una familia sólida.