Lo que esconden los perfiles 'perfectos' de Kate y Meghan en la web de la familia real
A primera vista, los perfiles oficiales de familia real británica por la vía del matrimonio y pintan un cuadro perfecto de sus vidas dedicadas a las causas justas.
Pero enredada en esas palabras e imágenes escogidas cuidadosamente para la ocasión se escribe otra historia. Los silencios también hablan.
El espacio de la reina Isabel II en marzo pasado. Contrario a Kate, la estadounidense, estrella de la serie ‘Suits’, luce un sombrero blanco (una pieza muy británica) y un abrigo de cuello alto, que le imprimen una personalidad fuerte.
Las diferencias no acaban ahí. Aunque los perfiles no lo dicen, retratan dos vidas totalmente diferentes que, por azares del destino, ahora convergen literalmente en el Palacio de Kensington, donde residen ambas mujeres.
Kate
Nacida en el seno de una familia acaudalada, Kate vivió la mayor parte de su vida en Inglaterra fuera de los tres años que su familia residió en Amán, la capital de Jordania. Estudió Química y Biología antes de tomarse un año libre y finalmente graduarse con un título en Arte de la George, Charlotte y Louis.
Antes de incorporarse a la realeza el 29 de abril de 2011 (día de su boda), Kate no se vinculaba a causas sociales. Esa vocación la heredó cuando contrajo matrimonio con el segundo en la línea de sucesión al trono británico. Es así, que la mayor de tres hermanos empezó a apoyar iniciativas que luchan por los derechos de los niños y niñas particularmente en las áreas de salud mental y cuidado paliativo en pequeños con condiciones terminales.
Ese compromiso la niñez y con su papel de madre quedan reiterados en la página y el portal de Kate con una cita destacada. “Es nuestro deber, como padres y como maestros, proveerles a todos los niños el entorno necesario para que puedan desarrollar su fortaleza emocional y proporcionarles una base sólida para su futuro”, apuntala Kate, de 36 años.
Meghan
Desde el segundo párrafo, el perfil de Meghan Markle, la recién estrenada duquesa de Sussex, cincela la historia de una mujer curiosa e independiente, quien desde niña comenzó a combatir las inequidades y los asuntos que la hacían sentir incómoda. Se trata de una mujer que se instala entre los de la familia real con una holgada cartera de logros personales y con millones de iradores. Tenía unos 3 millones de seguidores en la cuenta Instagram que cerró, según Newsweek.
El perfil menciona la campaña que la actriz inició a los 11 años para lograr que se cambiara una frase sexista que se usaba en un comercial de televisión de detergente de platos. Esa pequeña victoria marcó la vida de la muchacha que nació en Los Ángeles de un padre blanco y una madre negra que lució un aro en la nariz y sus trenzas en la boda de su hija.
Antes de tener la plataforma pública que le ofrecía su trabajo como actriz (oficio que abandonó por el amor), Meghan realizó trabajo voluntario para la organización ‘ Skid Kitchen’, una organización que prepara alimentos para las personas sin hogar y conocida como la ‘hippie kitchen'. Cuando su carrera comenzó a tomar vuelo, se convirtió en portavoz de ‘One Young World’, una organización que convoca a líderes en busca de soluciones a los problemas actuales y levantó su voz para abogar por los derechos de las mujeres. Visitó Ruanda e India para denunciar los problemas del agua contaminada y la falta de a la educación.
Pero quizás uno de los detalles más simbólicos de su perfil es una mención a una columna de opinión que escribió el 8 de marzo de 2017 para la revista Time abordando un tema tabú: la menstruación de las niñas y la falta de higiene adecuada como una barrera que sirve de escollo en la educación de las niñas en India.
La biografía de Meghan Markle (con una foto de la serie 'Suits' incluida) destaca sus logros como actriz y su desaparecida página ‘The Tig’, donde comentaba sobre temas de justicia social, equidad de género, comidas, viaje y moda. Revela que se graduó de teatro y relaciones internacionales de la Northwestern University en Evanston, Illinois, en el 2003. Que pasó un año de internado en la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, donde aprendió a hablar español y estudió francés durante seis años.
También menciona a sus padres repleta de detalles que recogen su herencia racial.
Para no dejar duda de la forma en que Meghan quiere proyectarse, la cita destacada en su perfil anticipa que continuará luchando por los derechos de las mujeres. “Estoy orgullosa de ser una mujer y una feminista”, afirma la duquesa de Sussex.