La confesión de Josephine que no debería ser noticia
La participante de Nuestra Belleza Latina y ex-Miss Guatemala Josephine Ochoa acaba de hacer pública, en sus redes sociales, la relación que tiene desde hace tres años con su pareja, otra mujer. “Soy una #Latina que cree y hace lo que siente sin miedo y sin máscaras. Vivimos en un mundo que día a día se transforma y mi generación lo entiende. ¡Gracias por su apoyo! Los prejuicios para mí no existen, vivir feliz y con amor es en mi opinión la mejor manera de aportar a un mundo mejor!".
Tiene razón Ochoa, de 24 años, en decir que para su generación no tiene nada de raro que ella tenga una relación con una mujer. Dentro de unos años una cosa así ni siquiera será noticia, o mejor dicho, será noticia que la modelo está enamorada, pero no que su amada sea una mujer.
Hoy, su declaración es interesante porque como reina de belleza latinoamericana en su cuerpo, en su estilo, encarna todas esas exigencias que nos hacen a las mujeres en la región, entre esas, ser heterosexual. A muchas personas la declaración de Ochoa las toma por sorpresa porque creen, erróneamente, que las mujeres a las que les gustan otras mujeres tienen un cierto look: con masculinas, llevan el pelo corto, usan corbatín, en fin, y si bien esto puede ser cierto para algunas la expectativa responde a un discurso binario tan ridículo como el que lleva a creer que las mujeres que somos femeninas, llevamos el cabello largo usamos tacones somos necesariamente heterosexuales.
De hecho, esa necesidad de identificarnos como homo o heterosexuales también es un binarismo limitado. La atracción sexual la mayoría de las veces es hacia una persona antes que hacia un género, y muchos millenials hoy dirán que su sexualidad es fluida, y que si bien les gusta un género la mayoría de las veces, eso no quiere decir que personas con otra expresión de género no les vayan a gustar. Esto es lo que nos quiere decir Ochoa cuando dice “vivimos en un mundo que día a día se transforma y mi generación lo entiende”.
Claro, es más fácil para Ochoa anunciar su relación: lleva varios años viviendo en Los Ángeles en donde esto no es ninguna novedad y seguro que si se atrevió a dar este paso es porque tiene una comunidad cercana que la apoya y la acepta sin mayor problema (como debería ser). Pero no todas las latinas pueden hacer “lo que sienten sin miedo y sin máscaras”, y esto es especialmente difícil para las latinas de la comunidad LGBTI.
En la cultura latinoamericana las mujeres habitamos una feminidad exacerbada, y la sola posibilidad de parecer “marimachas” o peor, si mostramos que nos gusta otra mujer, puede ponernos en peligro emocional y físico. El gesto de Ochoa puede no ser un acto de heroísmo -para ella- pero le dice algo a todas las mujeres latinoamericanas que quisieran expresar su identidad y sus preferencias románticas y sexuales sin miedo a la exclusión o la violencia.
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Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.