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Papás y Mamás

Conocer o no conocer el sexo del bebé, ese es el dilema

Saber el sexo del bebé es la norma, la mayoría de los padres prefieren saber, pero algunos prefieren la sorpresa.
11 May 2016 – 10:24 AM EDT
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Saber o no saber, esa es la cuestión

Cuando estaba embarazada y se acercaba el famoso ultrasonido de las 20 semanas en la que se puede saber (aunque no en todos los casos) el sexo del bebé, mi esposo y yo empezamos a preguntarnos si conocer el sexo es la mejor idea, unos primos que también esperaban bebé decidieron no conocer el sexo y esperar hasta el día de su nacimiento para conocerlo. Yo soy muy obsesiva en este tipo de cosas así que me puse a investigar todos los pros y contras de ambas opciones, aquí les comparto algunas de las conclusiones a las que llegué:

Sobre conocer el sexo del bebé

En especial si eres una persona híper planificadora, la necesidad de control se va a apoderar de ti y no contemplarás otra opción. La realidad es que desde siempre hemos querido poder determinar el sexo del bebé , hay un millón de mitos y teorías que intentan descifrar el sexo del bebé(especialmente en américa latina), pero no fue posible sino hasta la llegada del ultrasonido que fuimos capaces de conocer el sexo de nuestros hijos previo a su nacimiento.


Saber el sexo del bebé es la norma, la mayoría de los padres prefieren saber, y eso se nota en todas partes, casi todo lo que se vende en las tiendas es muy específico de niños o niñas, en las tiendas de ropa de bebé, la zona “gender neutral” es prácticamente nula. Saber si es niño o niña ayuda a planear muchas cosas (aunque no sean tradicionalistas en los roles de género, si ayuda tener cosas específicas).


Otra ventaja es poder nombrar al bebé desde antes de nacer, llamar al bebé por su nombre desde el vientre nos ayuda como padres a establecer un vínculo temprano, deja de ser una idea y se vuelve una persona concreta, lo cual ayuda a desarrollar un apego adecuado.


El el doble de sorpresas, el nacimiento de tu bebé será mágico y especial sepas o no el sexo del bebé, de esta forma puedes tener otro día de una gran emoción y alegría que no le retará en nada al nacimiento. Es una de las primeras recompensas que tienes, y ayuda a mantener la motivación el resto del embarazo.


Más fiestas, las fiestas para dar a conocer el sexo del bebé son la locura últimamente, desde un pastel que al cortarlo se ve rosa o azul, piñatas con confeti o cajas con globos. Es muy hermoso poder compartir eso con los familiares y amigos y ver sus caras de emoción al enterarse, si no en una fiesta aparte puede ser una idea que integras al babyshower


Si tu pareja no se ha involucrado tanto durante el embarazo, esta noticia puede ayudarlo a darse cuenta de lo que viene, a poder imaginarlo más fácilmente. Para nosotras resulta más evidente (aunque no siempre) entender que tenemos a un pequeño creciendo dentro de nosotros, pero los padres no tienen esos cambios en su cuerpo, ver en el ultrasonido cómo se mueve y poder imaginar cómo se verá le permitirá involucrarse de forma más directa.


No conocer el sexo del bebé

Aunque la mayoría de los padres siguen queriendo saber el sexo de su bebé lo más pronto posible, una tendencia que está creciendo es la de esperar hasta la sala de parto para enterarse, esta opcioń también tiene sus ventajas.

Una es que no empezamos a etiquetarlos o generar expectativas de género desde antes. Se ha demostrado que los adultos reaccionamos diferente ante bebés que percibimos como niños o niñas. Así que esperar hará que no describamos a los pequeños como “linda y delicada” o “fuerte y futbolista” desde el vientre materno.

Te ayuda a buscar opciones más creativas para la decoración del cuarto, la elección de los rios y juguetes. En lugar de inundar nuestra vida de rosa o azul podemos buscar otras opciones que además refuerzan el no etiquetarlos.

La decepción es menor si es el género que no esperabas, cuando querías niña y te entregan a un niño, es difícil sentirse decepcionado con un regalo de ese tamaño en tus brazos, también evitas reacciones de familiares y amigos sobre lo adecuado que es tener niños o niñas, o te evitas (por lo menos durante el embarazo) las bromas sexistas de “es niña, pues que tu esposo empiece a ahorrar” o “prepárate para vivir en la cancha de futbol” etc.

Otra razón es que hace del nacimiento algo incluso más emocionante si es posible, hace de algo especial un poco más. hasta se pueden hacer apuestas o hacer una encuesta en el babyshower para que los familiares y amigos adivinen.

Nadie te va a molestar con el nombre, como no saben cómo se llamará no te dirán que no les gusta o harán caras de asco cuando emocionados le digan a todos el nombre que quieren para su bebé.

Pero en realidad no importa lo que decidas, es una sorpresa que llega a las 20 o 40 semanas, no cambiará la maravilla de tener a un hijo en tus brazos o la ilusión de esperar su llegada. Sigue tu instinto y disfruta.


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