Papás que también hacen de mamá: papás solteros
Por Adriana Vera Orozco
Cada vez son más los hogares en los que es únicamente el padre el que cuida de los hijos. Desde hace 10 años, las estadísticas han crecido en un 62%. Conoce cómo viven esta situación dos papás solteros.
Es común saber de madres solteras, pero también existen mucho padres que son los responsables absolutos de la crianza y la manutención de sus hijos.
Según fatherhood.gov, en 2013 la cifra de papás solteros en Estados Unidos era de 2.0 millones, mientras que en México es de 796 mil (como reportó el año pasado el periódico El Universal).
Aunque aún representan un porcentaje muy pequeño de las familias de ambos países, esta situación cada vez se ve más, pues en caso de viudez los hombres sienten poder ser capaces de cuidar a sus hijos solos, sin dejarlos a cargo de abuelos o hermanas. También en el caso de divorcios, más jueces están dando la patria potestad a los papás.
Todo esto responde a un cambio social muy importante: los hombres ya no son únicamente proveedores económicos. Desde antes de que se disuelva la pareja cada vez más papás se encargan del cuidado de los hijos: de alimentarlos, bañarlos, dormirlos, jugar con ellos y hasta consolarlos.
“Yo estaba muy involucrado en el cuidado de mi hija desde antes de quedarme viudo”, cuenta Jesús (46 años, padre de Sofía de 10). Por ello, cuando su esposa murió hace 6 años a causa de una complicación de su segundo embarazo, Jesús empezó a acomodar su esquema laboral para poder estar el mayor parte del tiempo con su hija.
“Yo sabía que teníamos que vivir solos, así que eso hice. Conseguí ayuda doméstica de planta y una maestra que la ayudara con sus tareas para no desgastar nuestra relación en eso. Sin embargo, aunque tenía mucha flexibilidad por parte de mis jefes, era muy complicado tratar de cubrir el horario de oficina, así que dos años después renuncié para estar cerca de ella más tiempo”.
Lo mismo cuenta Manolo, de 41 y papá de Iker de 11. “Cuando la madre de mi hijo se fue y nos dejó hace casi seis años, peleé la custodia durante tres años y decidí trabajar por mi cuenta para poder estar cerca de él más tiempo”.
Manolo cuenta haber vivido la dificultad a la que se enfrentan muchos padres que están interesados en obtener la custodia de sus hijos, que es que los jueces suelen fallar a favor de la mamá por creer que los papás se quieren quedar con los niños sólo por hacerle la vida difícil a la mamá o para así deshacerse de la pensión que les es impuesta. “Yo lo único que quería era ser legalmente el responsable de mi hijo y que ella no me lo pudiera quitar, pues en alguna ocasión quiso regresar por él y yo no podía dejar que se llevara a mi hijo. Nunca fue una madre responsable y yo no hubiera vivido tranquilo de dejarlo con ella, que cuando todavía vivía con nosotros lo dejaba con la vecina o en donde fuera con tal de poder salirse sola”.
Jesús y Manolo coinciden en haber sentido mucho apoyo de la sociedad, tanto en sus círculos de amigos, como en sus familias y hasta en el trabajo. Jesús cuenta que las esposas de sus amigos, las mamás del colegio y por supuesto su familia, lo han ayudado en numerosas ocasiones, lo cual le ha hecho más fácil el cuidado de Sofía. Por su parte Manolo reconoce que el apoyo de sus padres, con quienes vive, ha sido fundamental y que también ha tenido mucha ayuda por parte de sus amigos.
Los dos aseguran que hacerse cargo de sus hijos no ha sido difícil, al menos en cuanto a responsabilidad se refiere. “No tener miedo, ni victimizarse” fue la convicción de Jesús, y “Un día a la vez y vivirlo como la oportunidad de valorar la paternidad” fue la de Manolo.
Sin embargo, sí reconocen que se han presentado situaciones que les han representado retos emocionales muy fuertes. En el caso de Jesús, comunicarle a su hija que su mamá había muerto es lo más difícil que ha tenido que hacer. Para Manolo, tratar de hacerle entender a su hijo que su madre no volvería. Y conforme crecen los niños, se presentan otras situaciones: “Mi hija alguna vez quiso usar su situación a su favor, pues se dio cuenta que la gente la consentía y la procuraba más que a otros niños. Tuve que hacerle ver que eso no estaba bien y aunque fue duro lo hice por su bien, pues a la larga se podía volver un problema”, cuenta Jesús.
Hacer niños fuertes sin que pierdan su sensibilidad es un punto que parece común para los papás solteros. Les preocupa criar niños amables, agradecidos. Ser el ejemplo es la solución que encuentran a esto.
En cuanto a roles de género, Jesús dice que tener que hacerse cargo de una niña no le generó ningún conflicto, que solamente en algún momento le preocupó que la niña pudiera descuidar su feminidad, por lo que él puso atención a ese aspecto siempre peinándola y vistiéndola bonito. Manolo asegura que no hubiera sido más difícil hacerse cargo de una niña, pues el vínculo seguramente sería el mismo.
Ambos coinciden en que encontrar pareja al ser papá soltero es complicado pues siempre tienen en cuenta a sus hijos más que un hombre en otra situación. “No es como ser divorciado”, dice Manolo. Jesús asegura que de pronto ser papá soltero es buena carta de presentación ante las mujeres, pues lo perciben como un hombre responsable y cariñoso, sin embargo tanto él como Jesús dicen haberse mostrado quisquillosos al elegir pareja, además de que los hijos de ambos ya tienen también voz y voto en el asunto.
Por último, los dos papás solteros entrevistados aseguran tener ahora una iración absoluta hacia las mamás solteras que suelen vivir esta situación de manera más complicada que un hombre, pues se les tiene menos consideración en lo laboral y se asume que por ser ella la madre puede sola con el cuidado de los hijos.
¿Conoces algún papá soltero? ¡Cuéntanos su historia!