Soy mamá, pero no es lo único que me define

Amo ser mamá, siempre quise serlo y me llena muchísimo, pero cuando me pienso en comparación a mujeres de otras generaciones me doy cuenta de que para ellas a diferencia de para mí, la maternidad era el eje de su identidad, incluso antes de serlo.
¿Qué pasa conmigo? ¿qué nos pasa a la mayoría de las mujeres actuales? no quiere decir que amemos menos a nuestros hijos o que despreciemos el ser madres. Lo que sucede es que en los últimos 50 años hemos cambiado mucho las expectativas que teníamos sobre nosotras mismas. Ser madre no es lo único que somos, y a mi me parece que eso es algo bueno, aquí les comparto algunas de las razones:
- Ser madre es una elección: sí, cada vez más (aunque por desgracia no lo suficiente) quienes nos convertimos en madres es porque tomamos una decisión consciente, nadie nos obliga ni nos dijo que era nuestra única vocación en la vida. El tener ese control sobre quienes somos es muy poderoso, creo que nos da un sentido de responsabilidad renovado y por lo menos a mí, me hace apreciar lo mágico, maravilloso pero también lo difícil que es traer seres humanos a este mundo.
- Hacemos muchas cosas antes de convertirnos en madres: estudiar, viajar, trabajar, divertirnos… en fin, hay una lista muy larga de cosas que hacemos antes (y durante y después) de tener hijos, eso nos abre la mente a muchos otros mundos que no podemos ni queremos cerrar una vez que tenemos hijos
- Mis otros roles también son importantes: Además de madre soy hija, hermana, esposa, psicóloga, maestra, amiga, etc. Cuidar de esos roles me hace mejor madre ya que no le pongo la presión a mis hijos de que sean lo único que importa en mi vida, me da un sentido de logro en otros ámbitos y eso me ayuda a lidiar con la presión de preocuparme sobre ser una buena madre todo el tiempo.
- Si tienes una identidad bien establecida antes de convertirte en madre es más fácil encontrar quién eres como madre: Tener hijos hizo que cuestionara todo sobre mi misma, sacudió el piso en donde estoy parada, hizo que dudara todo lo antes daba por sentado, pero tener confianza en las otras esferas de mi vida ayudó a asimilar este nuevo a rol a mi identidad.
- Ser mujer va mucho más allá de ser madre: Aunque aún existen muchas personas que piensan que si una mujer no se convierte en madre no está completa, la verdad es que ahora sabemos que tenemos la libertad para definir lo que ser mujer significa para cada una de nosotras. Esto hace que cuando tenemos hijos (las que decidimos hacerlo) lo hacemos por razones que van más allá del deber ser o pensar que nos hará sentir completas, sabemos que para tener hijos tenemos que sentirnos completas antes.
- Compartir las responsabilidades de crianza con mi esposo cambia por completo lo que para mí significa ser madre: tradicionalmente, la madre era la única o más importante figura de cuidado de los hijos, criarlos, alimentarlos y preocuparse por su bienestar era una función casi exclusivamente maternal, pero los tiempos actuales hacen que la crianza compartida haga que redefina lo que es ser madre. El padre de mi hijo es proveedor de ternura y cuidados, mientras que yo también soy proveedora del sustento económico. Me gusta mucho la idea de que mi hijo va a poder explorar estos roles con mucho más libertad que otras generaciones.
Ser madre no es lo único que me define, pero tal vez sí es lo más importante, pensar y reflexionar en los significados que tiene para mí es un ejercicio que te recomiendo mucho, te hace sentir agradecida y afortunada.