¿Sexo en la oficina? Horas extras.

Todos tenemos esa escena bien grabada en la cabeza: día largo en la oficina, de pronto aprovechas para ir a la fotocopiadora y estirar un poco las piernas, justo ahí, en ese instante, el tiempo se hace más lento mientras cruzas miradas con la nueva integrante de la plantilla de la empresa.
Un intercambio de palabras rápido y la mesa está puesta para ir por unos tragos ese día. Semanas después, escaparse durante la hora de comida a la bodega para una calurosa aventura, quedarse horas extra y esperar a que la oficina esté vacía o encuentros furtivos en el elevador se convierten en la norma. Todo marcha de maravilla hasta que Recursos Humanos se entromete y es momento de decidir entre la pasión y el sueldo . Incluso se puede coquetear antes de conseguir el trabajo, como lo demuestra la escena final de (500) Days of Summer.
Pero no todas las historias están escritas por guionistas de cine y tampoco son tan inusuales como lo piensas. De hecho, según la encuesta realizada por Vault, 51% de los entrevistados afirman estar o haber participado en alguna especie de romance de oficina, mientras que uno de cada diez asegura que conoció a su otra mitad en el trabajo. Y esto no tiene nada de malo, siempre y cuando no se utilice el sexo como moneda de cambio para conseguir un aumento, o por el contrario, el poder se ejerza por parte el empleador para acosar sexualmente a sus subordinados como sucede en este extraordinario video de Kashmir.
El tiempo que nos queda libre
Y claro, sería ingenuo creer que el ambiente laboral no es el medio de cultivo ideal para que florezca un affaire. La gente en Estados Unidos pasa casi 9 horas al día en su oficina, por lo que queda muy poco tiempo libre para salir en búsqueda de pareja, además, el área de recursos humanos ya se encargó de filtrar gente con intereses y perfiles similares, permitiéndote encontrar alguien con cierta afinidad a ti. Según la encuesta realizada por Business Insider , 90% de la gente se ha sentido atraída en algún momento a un compañero de trabajo.
Aun así, se sigue estigmatizando el tema y muchas empresas prefieren prohibir las relaciones entre empleados, incluso se han aumentado las restricciones y las preocupaciones de las empresas –la gran mayoría por temor a favoritismos o demandas de acoso sexual-, todo con la inocente creencia de que es posible eliminarlo completamente del sistema. Así que, mientras no pongas en riesgo tu trabajo, aventurarte nunca está de más. Algunos consejos para poder divertirte en la oficina sin llamar mucho la atención son:
Busca un lugar privado. Ya sea la sala de juntas que nunca se utiliza o el baño (tendrás que superar tu asco al mal olor y los sonidos extraños), encuentra ese punto ciego en el cual eres libre de darle rienda suelta a tus impulsos. Evade lugares que requieran transitar por zonas muy pobladas para no llamar la atención de tus colegas.
Evita el doble sentido. Sí, es sumamente divertido hacer algunos comentarios picantes e ingeniosos cuando ambos comparten espacio en una junta, sin embargo, después de unas cuantas referencias cruzadas y miradas fuera de contexto, dejarán en evidencia sus verdaderas intenciones. Y en Estados Unidos, recuerda, puede ser penado cuando se confunde con un tema de acoso.
Finalmente, nunca debes mezclar trabajo con sexo. Una cosa es tener una relación, y otra muy distinta debatir las estrategias de la compañía debajo de las sábanas. No solamente se nubla tu visión respecto al trabajo (razón por la que tu jefe no quería que esto pasara), probablemente termines por romper el encanto.
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