Fiscal recomienda que los hermanos Menéndez reciban nueva sentencia, ¿saldrán de la cárcel?
George Gascón, el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, informó esta tarde que recomienda que Erik y Lyle Menéndez reciban una nueva sentencia, tras cumplir casi 35 años en prisión por haber matado a sus padres 'Kitty' y José Menéndez en 1989.
La fiscalía tomó esta decisión después de que Gascón anunciara a principios de octubre que revaluarían el caso tras las nuevas pruebas que han salido a la luz. Una de ellas fue la carta que Erik escribió a su primo Andy Cano meses antes del asesinato, en ella narraba que su padre seguía abusando de él.
Las declaraciones de Roy Rosselló también influyeron para que el caso se reabriera. El exintegrante de Menudo aseveró que fue abusado por José Menéndez, lo cual coincide con lo denunciado por Erik y Lyle sobre su padre.
El crimen también volvió a tomar relevancia tras el estreno de la miniserie Monsters de Netflix y el documental The Menéndez Brothers.
Los hermanos fueron sentenciados a cadena perpetua en 1996, sin libertad condicional por asesinar a sus padres con una escopeta el 20 de agosto de 1989.
Familia de los hermanos Menéndez piden que los liberen
El 16 de octubre los de la familia de Erik y Lyle Menéndez pidieron a la Fiscalía de Los Ángeles que considerara liberarlos, tras las nuevas evidencias que salieron a la luz en el caso.
"No tenía idea de la magnitud del abuso que sufrieron a manos de mi cuñado. Ninguno de nosotros lo sabía", dijo con la voz entrecortada Joan Andersen VanderMolen, hermana de Kitty Menéndez, en una conferencia de prensa.
La mujer calificó de "trágica" la muerte de la pareja, pero advirtió que ahora se sabe que el abuso "tiene efectos duraderos y que las víctimas de trauma a veces actúan de maneras que son muy difíciles de entender".
Agregó que en el momento del juicio "el mundo entero no estaba preparado para escuchar que los chicos podían ser violados … y hoy sabemos más".
Por su parte, Ana Maria Baralt, prima de Erik y Lyle y vocera de la familia, señaló que "si el caso se hubiera escuchado hoy, con la comprensión que tenemos ahora sobre el abuso y el trastorno de estrés postraumático, no tengo ninguna duda de que la sentencia habría sido muy diferente".
El crimen ocurrió la tarde del 20 de agosto de 1989 en su casa, ubicada en un lujoso barrio de Beverly Hills, con unas escopetas que habían comprado días antes del ataque. Al principio, los hermanos afirmaron a las autoridades que encontraron los cuerpos sin vida de sus padres tras haber pasado la tarde fuera de casa.
El caso cobró especial relevancia cuando los hermanos comenzaron a seguir una vida de lujos y excesos tras acceder a la fortuna de su padre, lo que levantó las sospechas de las autoridades.
Poco después, la novia del psicólogo de Erik advirtió a la Policía de la existencia de sesiones grabadas en las que itía y discutía su culpabilidad.
Si bien la fiscalía argumentó que buscaban heredar la fortuna familiar, los hermanos afirmaron, y a día de hoy sostienen, que sus acciones se debieron a una vida de abuso físico emocional y sexual por parte de su padre.
La familia también abrió un sitio en internet para buscar apoyo del público en la liberación de los dos hermanos, de raíces cubanas.