Tras un año de malos diagnósticos, Verónica Montes está bajo tratamiento por un tumor en la frente
Luego de pasar un año y medio de angustia por un mal que los doctores no podían diagnosticar, la actriz Verónica Montes finalmente tiene tranquilidad porque está bajo un tratamiento por un tumor benigno.
La actriz de producciones como 'La Piloto' y 'Papá a toda madre' como pensaba hasta hace poco, luego que le dieran un diagnóstico equivocado.
"Bendito Dios, no fue nada del riñón. Fue una falsa alarma. Ahorita estoy bien, pero por fin, después de año y medio de hacerme muchos estudios, los doctores ya le dieron al clavo con mi enfermedad", dijo.
La artista peruana, de 31 años, había dicho antes que le habían diagnosticado hiperprolactinemia, aumento del nivel de prolactina en la sangre que hacía que su cuerpo retuviera demasiado líquido y la fatigara mucho.
"Se siente horrible estar así, porque yo soy de las personas que me levanto muy muy temprano para entrenar y aprovechar el día al máximo, y últimamente no he podido", dijo la celebridad en Instagram hace seis meses. "También saben que yo vivo de mi imagen y la verdad no ha sido nada agradable estar así de inflamada la cara y todo el cuerpo".
Tras muchas evaluaciones y exámenes, hace poco le dijeron que tiene un pequeño tumor benigno detrás de la frente que provoca el aumento del nivel de prolactina.
"La verdad, lo primero que vino a mi mente fue que estaría en una plancha para que me operaran. Me asusté porque hasta pensaba que me iban abrir el cerebro", dijo entre risas. "Sin embargo, afortunadamente la cosa no fue por ahí".
Como es benigno y pequeño, el tumor aparentemente no es de mucho riesgo. "No es cáncer ni se puede convertir en algo así. Además, es tan pequeño que no tiene caso retirarlo. Me dice el doctor que sólo hay que estarlo checando para controlarlo y sobre todo para evitar que crezca y vengan complicaciones, pues sería más peligroso quitármelo", puntualizó.
Gracias a su tratamiento, que consiste en tomar una pastilla para bajar el nivel de prolactina al mínimo por ocho semanas, ella ya se siente mejor.
"Ya voy en la quinta (semana). Cuando termine me harán otra prueba para checar mis niveles", agregó. "Aún hay días en los que amanezco hinchada de la carita, aunque ya no como antes. Además, ya tengo más fuerza porque esta enfermedad hacía que me cansara mucho. También me siento tranquila porque ya sé qué le pasa a mi cuerpo".
La prolactina también afecta el nivel de hormonas sexuales (estrógeno y testosterona) tanto en las mujeres como en los hombres. "Estamos bajando la prolactina para que mi cuerpo esté bien y en un futuro me pueda embarazar", indicó.