Farruko quiere ser la cara del movimiento del trap latino

Recién terminada su gira con una serie de shows en México y celebrando sus nominaciones a Latin GRAMMY (en las categorías 'Mejor Album Música Urbana' y 'Mejor Canción Urbana' como escritor en 'Encantadora' de Yandel), Farruko anunció que ya está trabajando en su nuevo disco. Para nuestra sorpresa, el disco está enfocado en el trap y con el título de TrapxFicante. ‘Más dinero más problemas’ es el primer corte que este reggaetonero puertorriqueño ha dejado escuchar a pedazos en sus redes sociales.
Farruko incluso abrió una nueva cuenta de Instagram, @trapxficanteofficial en donde sube extractos del material que ha estado grabando recientemente: cortes de tintes violentos, lenguaje agresivo y temática de drogas y prostitución. Además, ha publicado fotos con el “escuadrón suicida”, como le llama él, un grupo de productores y raperos que han estado haciendo sesiones de trap en este nuevo proyecto, como Darell y Fat Joe, la leyenda del hip hop latino y líder del colectivo Terror Squad de final de los 90.
Daddy Yankee en estos días también adelantó que su próxima producción tiene el género trap. Hagamos un repaso por la historia de este género urbano, sus inicios en Atlanta en el contexto del narcotráfico, su comercialización y su entrada a Latinoamérica y cómo Farruko piensa liderar el movimiento en español.
‘PPPPPRRRRRAAAGGGHHH…
Una breve historia del trap: Atlanta como potencia económica
Atlanta solía ser el final de todas las vías férreas de Estados Unidos y después de la Guerra de Secesión, el General Sherman las quemó todas por completo en 1864. Las vías se reemplazaron con carreteras y las carreteras se superaron con la construcción del aeropuerto más grande del mundo. Eso significa que Atlanta es una zona ideal para traficar todo tipo de cosas y hacerlas circular con facilidad. Así se convirtió en el corazón del narcotráfico de la Costa Este y el lugar originario del trap.
En los 80, un grupo de crimen organizado de nombre Miami Boys dominaban el negocio del crack en el este de Estados Unidos. Canalizaban la cocaína desde el Caribe por la carretera Interestatal 75 que va de Florida a Michigan, y la llevaban hasta el Connector, un punto en medio de la ciudad de Atlanta en donde se entroncan la 75 y la 85. Bajo el pretexto de su función como la sede de los Juegos Olímpicos del verano de 1996, la ciudad demolió la zona de Techwood, y sacaron a los Miami Boys de Atlanta. Los que se quedaron fueron desplazados cuando la Black Mafia Family llegó desde Detroit y empezó a hacer circular la cocaína desde la Costa Oeste. A través de su fuente de drogas en Los Ángeles tenían enlaces directos a los cárteles de drogas mexicanos.
La BMF, el hip-hop y la droga
El narcotraficante y soberano del rap Demetrius "Big Meech" Flenory, fundador de la Black Mafia Family junto a su hermano Terry, eligió el norte de Atlanta para establecer su centro de operaciones. Después de que la BMF instaurara varias tiendas y erigiera la industria de las drogas de la ciudad, era común escuchar tiroteos recurrentes en los estacionamientos donde de la familia estacionaban sus autos lujosos.
En el 2000, la organización trató de legitimarse mediante su introducción a la industria del hip-hop. Fundaron una compañía llamada BMF Entertainment que promovía a una serie de artistas, incluyendo a Young Jeezy y al icónico representante del sello, Bleu DaVinci. Así lavaban el dinero recaudado del narcotráfico a través del negocio de la música, aunque antes era sabido que los hermanos Flenory eran amigos de artistas de alto perfil del de hip-hop incluyendo Jay-Z incluso antes de su entrada a la industria musical.
El trap de Atlanta
La BMF hacía fiestas de crack por todos lados. Todo el mundo tenía droga. En 2005, la Drug Enforcement istration desmanteló el cartel y confiscó el dinero que había mantenido al hip-hop de Atlanta en una vida llena de coches lujosos y diamantes invaluables. Para 2008, los Flenory fueron sentenciados a 30 años de cárcel cada uno.
A partir del modelo empresarial de la BMF, el rap y la droga solo podían existir juntos, y todo se produce en una trap house, una casa en donde fabrican y venden drogas, graban canciones, dirigen videos y encuentran disqueras independientes como Brick Squad de Gucci Mane, el rapero más representativo del trap . Cuando la BMF colapsó, todos se vieron forzados a regresar a la casa trap para hacer las cosas por sí mismos.
El trap es, tal cual, una trampa. Solo hay una manera de entrar a una casa trap y una sola manera de salir. Solo se entra una sola vez a la forma de vida que exigen el mundo del narcotráfico y el rap. Escapar no es una opción.
Antes de que se acuñara el término, en la segunda mitad de los 90, quienes sentaron bases para la construcción del concepto musical fueron Cool Breeze, la Dungeon Family, Outkast, Goodie Mob, y la Ghetto Mafia. No fue hasta 2003 que T.I. lanzó su álbum Trap Muzik. Con ese disco el género se abrió paso entre las audiencias masivas. Ya luego empezaron a sonar Young Jeezy, Gucci Mane, Yo Gotti y Rick Ross en las radios y en las listas de popularidad.
El trap en el mainstream y su llegada a Latinoamerica
El trap, con sus beats acelerados, atmosferas oscuras, lenguaje violento y vocaless agresivos, empezó a escalar en el ranking de hip-hop de Billboard. En 2011 ya se veían ‘B.M.F. (Blowin' Money Fast)’ de Rick Ross, ‘H•A•M’ de Kanye West y Jay-Z y ‘Hard in da Paint’ de Waka Flocka Flame en los puestos más altos, y un año después surgieron movimientos de hip-hop con corte más violento como el de Chiraq con el todavía adolescente Chief Keef al frente y A$AP Mob en Harlem. Los raperos del trap clásico de Atlanta como Gucci Mane, 2Chainz y Future con su disquera Freebandz se pusieron de moda en el mainstream encabezando carteles de festivales masivos de talla internacional como Coachella y Lollapalooza.
El caso del joven rapero de 22 años Bobby Shmurda puso al trap en el ojo público cuando su video para ‘Hot Nigga’ se hizo viral por un fragmento en donde baila el afamado “Shmoney dance” que se convirtió en un meme. Pronto empezaron a aparecer videos en Vine en las cuentas de grades estrellas pop como Rihanna, Beyoncé y Jay Z hacían el Shmoney dance. La suerte de Shmourda cambió cuando fue sentenciado a siete años en prisión por posesión de armas. Esa fue la entrada del estilo de vida del trap a los medios comerciales, al punto de que una línea de Shmurda, “Shut your trap house” estuvo a punto de salir en la película ganadora al Óscar The Revenant en un diálogo de Tom Hardy, pero no llegó al corte final.
Los raperos empezaron a entrar en el universo del high couture y se convirtieron en íconos callejeros idolatrados por el mundo de la moda. A$AP Rocky, una de las caras más representativas de A$AP Mob entabló una amistad bizarra con Michèle Lamy, esposa del diseñador Rick Owens y toda una personalidad en la escena de la alta costura. Así se glamourizó el trap y el lifestyle del narcotráfico en el mainsteam.
Con su llegada al lado comercial de la fuerza, el trap entró a Latinoamérica colándose entre los rincones más oscuros del underground en el rap y el reggaetón. En 2014, raperos jóvenes como Adán Cruz de México, la colombiana Kali Uchis y reggaetoneros como Messiah, Anuel AA y Bryant Mayers de Puerto Rico y Tomasa del Real de Chile empezaron a hacer un trap latino que se aleja un poco de la violencia de la guerra del crack en Atlanta y tiene un corte más relacionado con la moda, como lo planteó A$AP Rocky en su momento. Quienes encabezan el movimiento son estos nuevos actos que están redefiniendo el trap y adaptándolo a una sensibilidad más latina, también muy relacionada al tráfico de drogas.
Farruko al frente de un trap latino y comercial
Con el anuncio de Farruko y su TrapxFicante, el reggaetonero marcó la intención de tomar este movimiento que en español a penas está en su fase más cruda, en su etapa underground, y llevarlo a las audiencias masivas. “Yo veo que el movimiento está creciendo pero ahora mismo lo que hay no tiene la capacidad ni las herramientas para poder tocar a la puerta en las emisoras comerciales”, dijo el Farru en una entrevista con Mr. Rapetón. Sus intenciones son las más malas de todas, y ya encontró la manera de hacerlo. “Está tan crudo que no hay un embajador serio en el movimiento. Para mí el más fuerte era Anuel AA”, explicó.
De alguna forma, el frente latino del trap empezó a ser comido por su propio cuento y tomó un poco más de street cred cuando los mismos intérpretes empezaron a meterse en problemas legales. Adán Cruz de 23 años fue acusado por abuso a menores y encarcelado. Lo mismo sucedió con Anuel AA, también de 23, que cayó preso en abril de este año por posesión de armas, y que probablemente haya disparado la ambición en Farruko.
Don Omar y Daddy Yankee le quitaron los prejuicios al reggaetón a principio de los 2000, el género dejó de ser tabú y le abrieron las puertas a Farruko, a J Balvin, a Maluma y a todos los reggaetoneros que escuchamos hoy en el mundo comercial. Ahora Farruko está haciendo lo mismo para los Anuel AA, para Messiah y para los chicos que están trabajando con él en este nuevo proyecto. “Tengo una credibilidad dentro de la industria, y tal vez si la gente que todavía no cree en este movimiento ve que yo lo estoy llevando, abran esa puerta”, explica a Mr Rapetón.
La perspectiva de Farruko es una apuesta a futuro. El piensa que los reggaetoneros se van a tener que adaptar al trap o se van a quedar atrás. Está siendo muy sensible a una tendencia que viene desde abajo y se está aventurando a hacer algo nuevo y hablarle a nuevas generaciones. “No me lo tomen a mal, el reggaetón se prostituyó”, dice Farruko con toda razón, refiriéndose a todas estas estrellas pop (Enroque Iglesias, Shakira) que se colgaron del género y lo hicieron suyo.
Igual que el hip-hop evolucionó con el trap, Farruko está apostando que lo mismo pasará con el reggaeton y el trap. El artista se armó un equipo con las personalidades más marcadas del trap latino: Frank Miami, Sharo Torres, Rome, Mambo Kingz, DJ Luian, Maffio, Lil Geniuz, Ladkani… Todos son talentos nuevos. Aquí se está cocinando algo, y por suerte no es la droga que se cocina en las casas trap. El trap latino trascendió la historia de Atlanta y se perfila para convertirse en un colectivo de calidad con aires de pequeños emprendedores. Farruko se hizo un start up de trap, y pronto podría convertirse en el Facebook del hip-hop latino.