"Una revolución silenciosa": Irlanda vota rotundamente a favor de cambiar su restrictiva ley de aborto

Los datos oficiales ya lo confirman: Irlanda votó este viernes rotundamente por el "sí" a liberalizar una de las leyes de aborto más restrictivas del mundo. Esta decisión en las urnas, con un 66 % a favor, fue catalogada por el primer ministro irlandés como la culminación de una "revolución silenciosa" en un país considerado como uno de los más conservadores de Europa.
"El pueblo ha hablado. El resultado parece ser rotundo (...) a favor de derogar la octava enmienda", dijo este sábado en Dublín el primer ministro Leo Varadkar en referencia a la prohibición constitucional sobre la interrupción del embarazo.
"Fantásticas multitudes en el Castillo de Dublín. Día notable. Ha tenido lugar una revolución silenciosa, un gran acto de democracia", añadió vía Twitter Varadkar, quien se convirtió en el primer ministro abiertamente gay del país el año pasado y quien hizo campaña a favor de la derogación de la restrictiva regla de aborto.
Los irlandeses votaron masivamente en favor de la liberalización de la legislación sobre el aborto en un referendo que arrojó un 66 % de votos a favor, según los resultados finales divulgados el sábado. Se trata de una decisión histórica en un país con fuertes raíces católicas.
Zonas como Dublín central mostraron numeros aún más rotundos en apoyo al “sí”, con un 77 % a favor, informó la agencia AFP.
Las encuestas efectuadas a boca de urna ya mostraban tendencias muy similares, aunque cifras que muchos especialistas señalan como más altas de lo esperado.
El resultado marca un nuevo hito en un camino de cambio para un país que solo legalizó el divorcio por un margen mínimo en 1995, antes de convertirse en el primero en adoptar el matrimonio gay vía voto popular hace tres años.
La campaña por el "sí", que busca derogar la restrictiva regla vigente, argumenta que hay unas 3,000 mujeres irlandesas que van a Reino Unido cada año para abortar, en donde desde la década del 90. Consideran que no hacer nada al respecto es negar esa realidad.
"Haremos historia"
Los primeros datos ya mostraban ciertas tendencias: los mayores de 65 años votaron en su mayoría en contra del cambio en la legislación, mientras que los votantes de entre 18 y 24 años votaron en apróximadamente un 85% a favor de la derogación.
El primer ministro Varadkar agradeció el viernes vía Twitter a todos los que participaron en el referendo: "Democracia en acción", escribió. "Todo indica que haremos historia".
A los votantes se le preguntaba si deseaban acabar con la Octava Enmienda de la Constitución, que se aprobó en 1983 con el apoyo de la Iglesia Católica y que equipara el derecho a la vida del embrión y el feto con el de la madre.
"Es única en cuanto a su misoginia, porque pone en conflicto el derecho a la vida de la mujer embarazada y el del feto y anticipa que puede llegar el momento en que alguien tendrá que elegir entre ambos", dijo recientemente la senadora Ivana Bacik, citada por la coalición de más de 60 asociaciones por el derecho a decidir Repeal Eight, que exigía la abolición de la norma constitucional.
Activistas que defienden el derecho de las mujeres a acceder a procedimientos legales y seguros han hecho campaña por el sí, con el apoyo de médicos y especialistas que insisten en que se trata de un asunto de salud pública: restringir el a abortos seguros no disminuye el número de procedimientos que se realizan. Al contrario, está demostrado que solo promueve la clandestinidad y multiplica las complicaciones a las que pueden enfrentarse las madres cuando intentan provocarse un aborto por sí mismas.
Ahora, el Parlamento de Irlanda será el encargado de definir las nuevas regulaciones al procedimiento en el país. El gobierno ha dicho anteriormente que en ese caso presentaría una propuesta que permita interrumpir los embarazos sin restricciones durante las primeras 12 semanas.
#HometoVote
Quienes apoyaban suavizar la estricta prohibición vigente en Irlanda le dieron una calurosa bienvenida a los miles de irlandeses que residen en el exterior y que regresaron al país para participar en la histórica consulta.
Varios activistas se reunieron en el área de llegadas del aeropuerto de Dublín con pancartas que decían "Bienvenidos a casa". La mayoría de quienes llegaban de destinos tan lejanos como Australia, vistiendo prendas con el mensaje "Repeal" (revoca, deroga), expresaban abiertamente que volvían a su país para votar por el sí y acabar con esta prohibición que afecta a las mujeres de menos recursos, que no tienen manera de viajar para solicitar un procedimiento seguro cuando lo necesitan.