La Fiscalía de Chile investiga el violento ataque de ciudadanos chilenos a un grupo de migrantes, la mayoría venezolanos, este sábado en la ciudad de Iquique, unas imágenes que dieron la vuelta al mundo y han sido condenadas por la agencia de Naciones Unidas para la infancia (UNICEF), el relator de la ONU para los Derechos Humanos de los Migrantes, Felipe González, y Amnistía Internacional. Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images
Los migrantes atacados en la norteña Iquique son parte de los miles que cruzan a pie la frontera entre Bolivia y Chile por pasos no habilitados en el inhóspito Altiplano, poniendo en riesgo sus vidas. Unos 11 migrantes han muerto en esta ruta en el último año, según el recuento de la agencia AFP. Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images
Los manifestantes chilenos, que llegaron a ser entre 3,000 y 5,000 según las distintas estimaciones, prendieron fuego a las carpas donde pernoctan los migrantes en Iquique y también a sus escasísimas posesiones básicas como mantas, ropa o pañales para bebés.
Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images
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Estos hechos fueron "una inisible humillación contra migrantes especialmentes vulnerables, afectándolos en lo más personal", según denunció el relator especial sobre los derechos humanos de los migrantes de la ONU, Felipe González.
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Chile, por su mejor situación económica y de seguridad y su estabilidad política, es hoy un país más diverso que hace unas décadas debido a la migración de otros países de la región. La reacción de una parte de la sociedad, sobre todo con el aumento de la población inmigrante en los últimos años, ha sido el rechazo. "El discurso xenófobo, asimilando migración a delincuencia, que por desgracia se ha ido volviendo cada vez más frecuente en Chile, alimenta esta clase de barbarismo", dijo González sobre los sucesos de Iquique. Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images
La migración venezolana es la principal en Chile, con el 30.7%. Le siguen Perú (16.3%), Haití (12.5%), Colombia (11.4%) y Bolivia (8.5%), según los últimos datos ofrecidos por el gobierno. Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images
En video. Una de las caras más duras de la inmigración en Chile se puede ver estos días en el norte del continente: miles de migrantes haitianos han dejado el país sudamericano para buscar asilo en EEUU por las dificultades para regularizar su situación, por la falta de empleo -sobre todo con los cierres de la pandemia del covid-19, y por la discriminación que sufren. Crédito: Univision Noticias
La Policía de Investigaciones de Chile (PDI) hizo este lunes las primeras diligencias en el marco del caso de la quema de pertenencias de migrantes en Iquique. Los agentes levantaron un catastro de las personas afectadas, descartaron que hubiera heridos e hicieron una evaluación de los objetos cancinados. Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images
El gobierno del conservador Sebastián Piñera ha endurecido la política migratoria y su intención es seguir por ese camino, según indicó tras los sucesos de Iquique su ministro de Interior, Rodrigo Delgado. "Vamos a seguir con los desalojos en todos los espacios públicos que se requieran y con el plan de expulsiones" de migrantes indocumentados. También seguirán reforzando la seguridad en la frontera, como en la imagen, donde militares impiden el paso de migrantes en Colchane, en el límite entre Chile y Bolivia. Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images
Piñera promulgó en abril una nueva ley de migración más estricta que obliga a los extranjeros a obtener visas en sus países de origen. La norma permite además al Gobierno deportar a los migrantes y desde abril han sido expulsados al menos más de medio millar de personas de distintas nacionalidades en cinco vuelos chárter. Delgado reiteró que se retomará la política de deportaciones, pese a que un fallo de la Corte Suprema rechazó este proceder en junio y que otras organizaciones, como Human Rights Watch, han hecho llamados explícitos a poner fin a las "deportaciones sumarias" Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images
Entre los migrantes que acampaban en la plaza Brasil de Iquique había madres, bebés y niños. "Me sentí muy asustada, con tanta xenofobia, los niños lloraban y me decían 'mamá vamos a escondernos, a escondernos'. Nos gritaron algunos de los manifestantes mandándonos a nuestro país, pero la policía trancó las calles para protegernos", contó a AFP Jenny, una mujer de 34 años, rodeada de sus cinco hijos, un nieto, un yerno y su consuegra. Están juntando dinero para ir a Santiago, casi 2.000 km al sur.
Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images
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En Iquique llegaron a juntarse 5,000 chilenos con pancartas de mensajes xenófobos: "No más inmigrantes indeseables" o "Chile para los chilenos" eran algunas de las frases que podían leerse y que ellos coreaban frente al campamento de migrantes asustados. Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images
Y no solo fueron palabras. También hubo ataques e intimidaciones de ciudadanos chilenos a migrantes, pero la Policía evitó un desenlace de heridos o muertos. La violencia se expresó en lo material: la quema de los pocos objetos que los migrantes tienen para sobrevivir y mantener a su familia en su largo periplo.
Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images
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En esta ocasión los mensajes de odio tuvieron como blanco a los migrantes venezolanos, pero también es muy notable el rechazo xenófobo de parte de la sociedad chilena a los migrantes haitianos, que sufren una triple discriminación por su condición de migrantes pobres, por el idioma y por ser negros. Crédito: MARTIN BERNETTI/AFP via Getty Images