Dos mujeres (y rivales políticas) lideran la transición en Bolivia tras la renuncia de Evo Morales

LA PAZ, Bolivia. - En solo 15 días, convocar a unas elecciones que pacifiquen el país en un proceso que no incluya al expresidente Evo Morales, ahora asilado en México, y quien dominó la política boliviana desde el 2006.
Añez, de la alianza conservadora Unidad Demócrata (UD) y Copa, del Movimiento al Socialismo (MAS), escenificaron el domingo el consenso cuando juntas exhibieron en el antiguo Palacio de Gobierno la ley que anulaba las elecciones del pasado 20 de octubre tras las denuncias de fraude y convocaba a las urnas en un plazo de 120 días, en una fecha aún sin fijar, pero que podría situarse entre fines de marzo y principios de abril.
Desde que el 12 de noviembre asumió la presidencia interina alegando la existencia de un vacío de poder por cinco renuncias consecutivas previas, Añez ha ejercido el difícil rol de gobernar en medio de la crisis política y tomó decisiones polémicas como cuando aprobó la salida de las Fuerzas Armadas a las calles para controlar los disturbios con un decreto que las eximía de responsabilidad por lo que podía pasar ante las manifestaciones.
Desde el pasado 30 de octubre, han muerto 32 personas, la mitad de ellos en dos operaciones policiales militares contra disturbios en la región central de Cochabamba y en la ciudad andina de El Alto, vecina de La Paz. En estos casos, los manifestantes que murieron eran seguidores de Morales.
Las muertes y los hechos violentos desde 21 de octubre están siendo investigados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Naciones Unidas.
Con el plazo de 120 días para concretar la fecha de la nueva jornada electoral, el periodo de Añez tendría que ser ampliado más allá del 22 de enero, que es cuando Morales debió haber terminado su tercer mandato, pero ese es un tema que analizarán la Asamblea Legislativa y el Tribunal Constitucional.
Antes de Áñez, la única presidenta que tuvo Bolivia fue Lidia Gueiler, que accedió al poder desde la Cámara de Diputados y pudo gobernar durante nueve meses entre 1979 y 1980, entre dos golpes de Estado protagonizados por militares.
El MAS, de Evo (Morales) a Eva (Copa)
La otra figura clave para la convocatoria de elecciones ha sido Eva Copa, una mujer de 32 años nacida en El Alto y quien ha sido reconocida como la miembro del MAS que hizo posible el consenso para la convocatoria a las elecciones, tras haber sido elegida como presidenta del Senado la semana pasada en un momento en que los seguidores más radicales de ese partido pedían el retorno de Morales a Bolivia.
Cuando Copa asumió la presidencia del Senado el 14 de noviembre lo hizo reconociendo el valor de las mujeres del país: dijo que las mujeres habían sido parte del proceso de cambio en Bolivia y que podían seguir luchando ante la crisis.
“La mujer no tiene miedo de sacar adelante este país y lo vamos a hacer todas. Oficialismo y oposición, de pollera, de pantalón, indígena, originaria, clase media, clase alta, todas vamos a trabajar por el país”, dijo entonces Copa cuando todavía se vivían graves hechos de confrontación y operaciones de represión policial y militar.
Pese a que Morales desde México y otros dirigentes de su partido en Bolivia tildan de un golpe de Estado la transición al gobierno de Añez, Copa ha señalado en las últimas horas a medios locales que ya no están para “caldear más los ánimos”, sino para dar “estabilidad” en la elección de nuevo gobierno.
Copa también ha asegurado que no está en o con Morales y que incluso antes, siendo senadora, tuvo muy poco o con el líder político cuando él ejercía la presidencia del país, si bien expresó su deseo de que se encuentre bien en México.
La presidenta del Senado dijo que desde hace 11 días no llega a su casa en El Alto debido al intenso trabajo que están realizando en La Paz para la elección de los vocales electorales y establecer el calendario de la elección.
Tras ser elegida senadora en 2014, Copa está cerca de terminar su mandato el próximo 22 de enero, aunque la Asamblea Legislativa y el Constitucional deberían, como en el caso de Áñez, tratar también la ampliación de su mandato hasta la elección general.
El MAS también ha comenzado a plantearse su reorganización para los comicios, un proceso del que emergerán los nuevos candidatos a presidente y vicepresidente en reemplazo de Morales y de Álvaro García Linera, respectivamente.
Por otra parte, este lunes y en cumplimiento de la Constitución, Jeanine Añez designó a Salvador Romero Ballivián como vocal representante de la Presidencia en el Tribunal Supremo Electoral, mientras que los otros seis vocales deben ser designados por la Asamblea Legislativa, cuyos dos tercios están en manos del MAS. Romero Ballivián es un reconocido profesional del área electoral en Latinoamérica.
"Los bolivianos pedimos elecciones limpias, justas y transparentes, no tenemos duda alguna que podemos lograrlo y mi Gobierno tomará las determinaciones necesarias para apoyar un proceso electoral integro", dijo Añez al anunciar ese nombramiento.
Los vocales electorales que dirigieron la anterior elección están en prisión preventiva por las denuncias de fraude surgidas después de que una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) reveló graves irregularidades en el cómputo que daba a Morales una supuesta victoria en primera vuelta, que evitaba el balotaje con el expresidente Carlos Mesa (2003-2005).