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    Entre gritos de "asesino" y exigencias para poner fin a la represión, Ortega se enfrenta al diálogo en Nicaragua

    En un hecho inédito, el presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo se sentaron este miércoles en una mesa de conversaciones con líderes estudiantiles, campesinos y de diferentes sectores de la sociedad civil y empresarial en la primera jornada del diálogo con el que se busca una salida a la crisis que enfrenta Nicaragua.
    16 May 2018 – 04:09 PM EDT
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    "Pidieron lista de nuestros muertos y aquí se la tenemos: Moroni López García: presente, Franco Alexander Valdivia Machado: presente, Darwin Manuel Urbina: presente". Durante más de tres minutos, Daniel Ortega y Rosario Murillo tuvieron que escuchar este miércoles los nombres de los más de 55 muertos que ha dejado la represión a las protestas en Nicaragua de boca del grupo que ha puesto el mayor número de víctimas.

    Los estudiantes que participan en el diálogo nacional que comenzó este miércoles en Managua se pusieron en pie y, mientras una de sus representantes leía uno a uno la lista de los caídos en las protestas, el resto del grupo respondía: 'Presente'. En frente, el presidente y la vicepresidenta escuchaban con apariencia impasible los gritos de los jóvenes en el momento más simbólico de la primera jornada de conversaciones que comenzaron este miércoles en Managua que tienen como fin buscar una salida a la crisis que vive el país.


    En un hecho inédito en los más de 11 años del multitudinarias protestas de ciudadanos que desde hace casi un mes exigen su renuncia, el presidente se sentó en una mesa con difererentes sectores de la sociedad civil. Muy poco dado a las apariciones públicas, Ortega suele delegar los mensajes a la nación en su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.

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    Tensión en Nicaragua ante el inicio del diálogo nacional para terminar las violentas protestas


    Las conversaciones, en las que, en otro hecho nada común en ese país, se le dio a todos los medios nacionales e internacionales y no solo a los oficialistas, participan diferentes representantes de la sociedad civil y empresarial nicaragüense y tienen a la iglesia católica como garante y mediadora.

    "Somos los primeros interesados en que se haga justicia. Por eso invitamos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)" a visitar el país, señaló Ortega en su turno de palabra en el que dijo lamentar todas las muertes, pero acusó a los manifestantes de provocar la violencia.

    "Exigimos de inmediato el cese de la represión"

    Los argumentos del presidente fueron interrumpidos por gritos de "asesino" y de "¡eran estudiantes, no eran delincuentes!", en relación a las principales víctimas de las protestas.


    "Presidente: exigimos de inmediato el cese de la represión", exigió Víctor Cuadras, representante de los estudiantes, antes de que Ortega iniciara su discurso, una petición que también hizo monseñor Aberlardo Mata, secretario de la Conferencia Episcopal.

    "No es una simple petición, es una exigencia, que se retire la policía a sus cuarteles y que dejemos actuar a la CIDH. Presidente, repiense con su gabinete los caminos que ha recorrido. Ha comenzado una revolución no armada", afirmó Mata al mencionar también un descontento que la población lleva años manifestando.

    "Le pido que dé la orden para que cese la represión. Dé la orden", insistió el exrector de la Universidad Nacional de Nicaragua Carlos Tünnermann. "Dé la orden, se lo pide el pueblo de Nicaragua".

    "La orden ya fue dada y prueba de ello es que los policías están acuartelados", respondió Ortega antes de poner a los policías como víctimas de la violencia.

    "El pueblo exige que te vayas"

    Sin embargo, en la última semana, se han reportado ataques en diferentes partes del país a manifestantes por parte de la policía y de grupos paramilitares afines al gobierno, que ni Ortega ni Murillo mencionaron en sus intervenciones.

    Este martes, Univision Noticias pudo comprobar cómo la policía reprimía a manifestantes en Matagalpa.

    En su discurso, el presidente también se refirió a cómo la crisis que vive el país afecta a la productividad de distintos sectores y habló del caos en algunas zonas del país por los bloqueos de carreteras, un argumento que fue refrendado por Medardo Mairena, coordinador del movimiento anticanal.

    "No son otras personas las que están ahí. Son los campesinos. Se está convirtiendo en un caos, pero ustedes son los responsables", afirmó Mairena. "Somos el pueblo los que estamos en las calles y nunca hemos sido escuchados. El pueblo exige que te vayas. No queremos más muertos y ustedes son los responsables".

    "Esta no es una mesa de diálogo, es una mesa para negociar su salida", le dijo por su parte el estudiante Lesther Alemán al presidente.

    Además de que se haga justicia por los más de 55 muertos y del fin de la represión, los sectores presentes en el diálogo también pidieron la salida de Ortega y reformas democráticas.

    El presidente, que lleva once años al frente de un gobierno con tintes autoritarios, reconoció en su discurso la necesidad de "cambios" y habló de "fortalecimiento de la democracia".

    Pero la primera jornada de diálogo demostró estar en una sintonía muy diferente de las demandas que ha exigido una sociedad que lleva casi un mes saliendo a la calle de manera masiva para pedir reformas democráticas.

    "Daniel Ortega desperdició hoy una oportunidad única para reivindicarse ante Nicaragua al iniciar el diálogo nacional. Debió haber ordenado el cese de la represión y la supresión de los grupos paramilitares", opinó en su cuenta de Twitter monseñor Silvio Báez, el arzobispo auxiliar de Managua y una de las voces más críticas con el gobierno.

    La iglesia católica, que actúa como mediadora del diálogo, instó a las partes a enviar sus propuestas de temas para la agenda de los debates que continurán el viernes.

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