Informe: El 65% de las cárceles estatales en México están controladas por el crimen organizado

En México, el 65% de las cárceles a cargo de los gobiernos estatales son controladas por grupos del crimen organizado, donde internos ejercen el control mediante la violencia sobre el resto de la población penitenciaria, según un estudio publicado por la propia Cámara de Diputados de este país.
El análisis del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados da detalles de la situación que se vive en las cárceles del país latino y enlista los principales problemas que se enfrentan como hacinamientos, falta de personal de seguridad, corrupción, falta de actividades laborales y deficiencia para prevenir incidentes violentos, entre los que se encuentran riñas, homicidios, e incluso fugas.
Este estudio se da a conocer semanas después de la publicación de un video que muestra a presuntos del cártel Jalisco Nueva Generación disfrutando de una 'narcofiesta' en el penal de Puente Grande (Jalisco), donde había bebidas alcohólicas, mujeres, niños, celulares e incluso tocaron Los Buchones de Culiacán, un conocido grupo musical mexicano.
Según el estudio, en la misma situación que el Penal de Puente Grande se encuentran otras 188 cárceles que son istradas por los gobiernos estatales.
La situación de violencia dentro de las cárceles
En el informe se detalla que tan solo en 2015 se registraron 1,142 incidentes violentos en cárceles estatales y tan solo en julio de 2016 se documentaron 81 riñas y 27 homicidios. De acuerdo con la Comisión Nacional de Seguridad, en los centros penitenciarios del país hay un promedio de 3 riñas, 2 agresiones violentas y un homicidio al día.
“Las situaciones descritas caracterizan la cotidianidad de la vida en los centros penitenciarios del país y obligan a cuestionar si realmente existe la rehabilitación social, o bien si dichos centros se convierten en escuelas de profesionalización delincuencial”, detalla el informe.
El 11 de febrero de 2016, 49 presos fueron asesinados y doce más heridos en la cárcel de Topo Chico, en Nuevo León. Aunque no está claro el motivo que desató la violencia en Topo Chico, se han señalado dos hipótesis: una, la disputa por el liderazgo y el control de la prisión entre dos jefes de un mismo grupo delictivo, Los Zetas, o bien la rebelión por parte de los presos a los que este grupo había venido sometiendo dentro de la prisión desde hace varios años.
Las cárceles mexicanas, además, tienen un problema de hacinamiento grave. De acuerdo con el estudio, la mitad de los centros de detención tenían sobrepoblación en 2016, principalmente en los estados de Jalisco, Puebla, la Ciudad de México y el Estado de México. Esto se debe, en parte, a que el 40 por ciento de los 236,886 presos que había en el país no tenía una sentencia condenatoria.
Ante este panorama, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos calificó los centros penitenciarios estatales (CERESOS) con un promedio de 6.21. En tanto que los que se encuentran a cargo del gobierno federal obtuvieron una calificación de 7.36.