De la presidencia de Brasil a la cárcel y, otra vez, a la presidencia: 6 momentos que marcaron la vida de Luiz Inacio Lula da Silva
El izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva asumirá este domingo, por tercera vez, la presidencia de Brasil ante cientos de miles de seguidores, casi una veintena de jefes de Estado extranjeros y en medio de una seguridad reforzada.
Lula da Silva, que obtuvo el 50.9 % de los votos en la segunda vuelta frente al 49.1% de su rival Jair Bolsonaro, se encuentra en una difícil posición para presidir un Brasil profundamente dividido.
Su regreso al poder se da 12 años después de que gobernó por dos periodos: primero entre 2003 y 2006 y luego logró reelegirse hasta el 31 de diciembre de 2010. Durante ese periodo tuvo como una de sus principales misiones erradicar la pobreza en el país.
Sin embargo, durante el lapso fuera del poder, tuvo que pasar más de 9 meses en la cárcel, enfrentar la muerte de su esposa y su propio diagnóstico de cáncer de garganta, que superó satisfactoriamente.
Estos son los momentos clave que marcaron la vida del nuevo -y ya bien conocido- presidente de Brasil:
Fue analfabeto hasta los 10 años
Luiz Inácio da Silva nació el 27 de octubre de 1945 en el pequeño pueblo de Caetés, en el estado federado de Pernambuco. Es el séptimo hijo de un matrimonio analfabeto.
Desde pequeño fue conocido por el apodo de Lula, diminutivo de Luiz en portugués.
Fue abandonado por su padre antes de que la familia emigrara a Sao Paulo. Además, fue vendedor ambulante y lustrabotas.
Una vida como obrero metalúrgico
Cuando tenía 14 años comenzó a trabajar como torneador y perdió uno de sus dedos meñique al manipular una máquina. Trabajaba doce horas diarias tras haber abandonado la escuela en el quinto curso.
A finales de la década de 1970, ya se había convertido en la cabeza del sindicato de los metalúrgicos y lideró una histórica huelga que desafió a la dictadura militar.
Fue entonces cuando fundó el Partido de los Trabajadores junto a otros sindicalistas y políticos. Se convirtió en uno de los partidos más grandes e importantes del país.
Desde su fundación, representa la defensa del socialismo como forma de organización social.
El primer presidente obrero
En 2003 se convirtió en el primer presidente emergido de la clase obrera, después de tres tentativas electorales frustradas en 1989, 1994 y 1998. Luego logró la reelección en 2006.
Durante sus ocho años como presidente de Brasil, impulsó una serie de cambios que produjeron la transformación social y económica del país, que triplicó su PIB per cápita según el Banco Mundial.
Uno de sus principales logros fue en materia de reducción de la pobreza, con programas sociales que ayudaron a 30 millones de personas en menos de una década, según cifras oficiales.
Diagnóstico de cáncer y la muerte de su esposa
En octubre de 2011, a Lula se le diagnosticó un cáncer de garganta, por lo que empezó a recibir un tratamiento de quimioterapia con el que meses después logró superar la enfermedad y pudo reanudar sus funciones.
Seis años después, Marisa Letícia Rocco, su esposa, murió como consecuencia de un derrame cerebral. Días antes de su fallecimiento, la exprimera dama, de 66 años, sufrió la ruptura de un aneurisma.
Marisa Letícia y Lula se casaron en segundas nupcias en 1974 después de conocerse en el sindicato metalúrgico paulista, ambos como jóvenes viudos, y tuvieron tres hijos juntos. Cada uno tenía un hijo de relaciones anteriores.
En prisión acusado de corrupción
En 2017 fue condenado a 12 años de prisión por corrupción y cumplió 19 meses de la condena, antes de que fuera anulada por la Corte Suprema. La investigación y la condena en ocurrieron el marco de la conocida Operación Lava Jato, en referencia a una serie de instalaciones de lavados de autos donde también se lavaba dinero.
La investigación llevó a que Lula fuera declarado culpable de los cargos de corrupción y lavado de dinero, derivados de supuestos sobornos y beneficios que recibió de la petrolera estatal Petrobras.
Lula da Silva negó las acusaciones y envió una serie de tuits calificándolos de "ficción". En un comunicado, sus abogados señalaron que el caso tenía una motivación política y acusaron a la fiscalía de sacar conclusiones precipitadas.
En noviembre de 2019 salió de prisión para continuar con su proceso en libertad.
A partir de septiembre de 2020 y hasta marzo de 2021 los tribunales comenzaron a desestimar las acusaciones en su contra, lo que le permitió presentarse a las elecciones de 2022.
Derrota a Bolsonaro y la vuelta al poder
El pasado 30 de octubre, Lula da Silva se impuso por una muy estrecha diferencia en la segunda vuelta de las elecciones contra el ahora saliente presidente, el derechista Jair Bolsonaro.
De acuerdo con diversos analistas, Lula está heredando una nación extremadamente dividida no solo en cuestiones políticas, sino también en valores, identidades y opiniones polarizas.
En un inicio, Bolsonaro se mantuvo callado y, aunque no reconoció la victoria, aseguró que permitiría la transferencia pacífica de poder.
Desde entonces, se han reportado numerosas protestas en Brasil y varios seguidores de Bolsonaro han sido detenidos por actos violentos, algunos incluso por planear atentados contra Lula, según las autoridades.
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