Ya son 118 los muertos en la peor masacre carcelaria en Ecuador, ¿qué papel jugaron los carteles mexicanos?
El presidente de Ecuador declaró el estado de emergencia en el sistema penitenciario luego de lo que autoridades y expertos consideran la peor masacre carcelaria de su historia: Jalisco Nueva Generación.
La policía había retomado el control de la prisión para la noche de este jueves, de acuerdo con fuentes oficiales citadas por la agencia Presse.
Las autoridades informaron también que habían descubierto que al menos cinco de los muertos habían sido decapitados.
Aunque el presidente Guillermo Lasso había informado horas antes en una rueda de prensa en Guayaquil que habían contado 116 fallecidos, fuentes oficiales actualizaron a 118 la cifra de muertos para la noche del jueves.
Lasso, que asumió el poder en mayo, consideró "lamentable que las cárceles se las pretenda convertir en un territorio de disputa del poder entre bandas delincuenciales". Ha declarado el estado de excepción en todo el sistema carcelario del país para tratar de tomar el control.
El exdirector del Servicio de Atención a Personas Privadas de Libertad, Fausto Cobo, explicó que el gobierno ecuatoriano enfrenta una “amenaza que tiene un poder igual o superior al propio Estado”.
Esa pérdida de control se evidencia en que los de la fuerza pública deben ingresar con escudos y desarmados, mientras que en el interior de la cárcel les esperan reos con armas de grueso calibre. En el motín se usaron granadas y armas de fuego.
Cobo se negó a dar el nombre de las bandas en disputa para no hacer “una apología al delito y de quienes cometieron un sanguinario asesinato”.
Lucha por el control territorial dentro y fuera de la cárcel
Una disputa entre las bandas de “los choneros” y “los lobos” es lo que habría desatado el enfrentamiento en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil. Una pelea por "el control territorial" dentro y fuera de las cárceles para dominar las actividades de narcotráfico, según explicó a la Agencia AP el exdirector de inteligencia militar y coronel Mario Pazmiño.
El sangriento amotinamiento evidencia, según Pazmiño, que “el crimen organizado transnacional ha permeado la estructura del Estado”, cuya gobernabilidad ha sido “trastocada por la injerencia de carteles internacionales como Sinaloa y Jalisco Nueva Generación”, que operan a través de bandas locales.
Esos dos carteles mexicanos se disputan el control de corredores y las redes de envío de cocaína por las costas ecuatorianas. Ecuador está situado entre Perú y Colombia, mayores productores de cocaína del mundo, y las bandas lo utilizan como tránsito para que la droga llegue a Estados Unidos y a Europa.
Seis bandas son las que dominan las cárceles de Ecuador y responden a carteles mexicanos: Los Choneros, Pipos, Tiguerones, Chone Killers, Lagartos y Lobos , según el diario local La Hora.
“Estas bandas conocen todo sobre el sistema carcelario y mueven la corrupción que impera en guías, directores y más (…) sino no hay otra explicación para que entren motosierras y fusiles. Los reos planifican motines simultáneos, porque saben que la capacidad de reacción y el número de personal desde el Gobierno para seguridad es bajo", explicó un exfuncionario de prisiones que pidió mantener el anonimato a La Hora.
Ecuador incautó entre enero y agosto de 2021 unas 116 toneladas de droga, en su mayoría cocaína, frente al récord de 128 toneladas de 2020.