Se suicida el expresidente peruano Alan García antes de ser arrestado
El expresidente de Perú Alan García murió este miércoles luego de dispararse en la cabeza cuando agentes policiales fueron a detenerlo en su residencia del distrito de Miraflores, en Lima, por su supuesta vinculación a delitos de corrupción en el caso Odebrecht.
Se trataba del cumplimiento de una orden de arresto preliminar de 10 días por las acusaciones de haber recibido pagos ilegales de la constructora brasileña, acusada de sobornar a decenas de funcionarios públicos en varios países de América Latina con el fin de lograr jugosos contratos de proyectos de infraestructura.
El presidente del Perú, Martín Vizcarra, confirmó la noticia en su cuenta de Twitter:
El exmandatario de 69 años había sido ingresado en la mañana de este miércoles en el Hospital Casimiro Ulloa tras dispararse luego de encerrarse en la habitación de su casa. Fuentes médicas confirmaron que García sufrió un traumatismo por arma de fuego en el lado derecho del cráneo con orificio de entrada y de salida.
En medio de su estado de gravedad García había sufrido tres paros cardiorespiratorios, tras lo cual falleció.
El ministro del Interior, Carlos Morán, dijo en rueda de prensa que cuando los agentes policiales llegaron a la casa del expresidente para arrestarlo, este pidió que le dieran un tiempo para hablar con su abogado. Luego subió a su habitación, donde se encerró. Minutos después, los agentes indicaron que se escuchó un disparo y tras forzar la puerta, encontraron a García sentado con un disparo en la cabeza.
"Esta mañana ha sucedido este lamentable accidente: el presidente tomó la decisión de dispararse", había informado a los periodistas frente al centro médico su abogado Erasmo Reyna.
El congresista del Partido Aprista Mauricio Mulder describió el suicidio de García como “un acto de honor” y criticó a las autoridades judiciales del país sudmericano de encabezar “una persecución fascista” y “enfermiza”.
El suceso se produjo cuando agentes de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad acudieron a la casa del político, sobre el que pesa desde finales del año pasado una orden de prohibición de salida del país para someterlo a una detención provisional por 10 días ordenada por el Poder Judicial.
Luego de conocer dicha orden el exmandatario solicitó a finales del año pasado, sin éxito, asilo diplomático en la embajada de Uruguay. Allí estuvo 16 días hasta que el gobierno uruguayo decidió negarle la protección.
El expresidente afirmó en más de una ocasión que no existía "ninguna delación, prueba o depósito" que lo vinculara a algún hecho delictivo "y mucho menos con la empresa Odebrecht o la realización de alguna de sus obras".
Junto a García, también se ordenó la detención de Luis Nava, secretario presidencial bajo el gobierno del líder del Partido Aprista Peruano, y Miguel Atala, ambos estrechos colaboradores del expresidente y señalados como sus testaferros.
Por el escándalo de Odebrecht, solo en Perú también son investigados los expresidentes Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, quien también tuvo que ser hospitalizado este miércoles por sufrir una crisis de tensión alta.
Kuczynski fue detenido hace unos días mientras es investigado por haber presuntamente recibido 782,000 dólares en sobornos de Odebrecht. El político de 80 años renunció a su cargo de congresista.
Otra política de alto perfil ligada al escándalo es Keiko Fujimori, quien está en prisión preventiva.
Los presuntos delitos
La situación legal de García se complicó después de que el pasado domingo se difundiera que la empresa Odebrecht, en el marco del acuerdo de colaboración que mantiene con la Justicia peruana, revelara que Nava, y su hijo José Antonio Nava, recibieron 4 millones de dólares de la empresa para lograr el contrato de construcción de la Línea 1 del Metro de Lima.
Precisamente, este martes García calificaba como "especulación" dicha vinculación con la firma brasileña.
Las transacciones de los 4 millones proceden de la Caja 2 de Odebrecht, la cuenta oculta con la que la empresa brasileña pagó millonarios sobornos en una docena de países en América Latina, según relevó el domingo IDL-Reporteros.
Los beneficiarios de estas operaciones tenían como seudónimos "Chalán" para Nava y "Bandido" para su hijo, identificación confirmada por la constructora.
Además, Nava también recibió en sus cuentas más de un millón de dólares que Odebrecht transfirió inicialmente al exvicepresidente de la estatal Petroperú Miguel Atala en 2007, en una cuenta en la Banca Privada de Andorra (BPA).
García también rechazó este martes en declaraciones al Canal N de televisión conocer el sobrenombre de "Chalán". "De ninguna manera tenía conocimiento de ningún acto ilícito. En absoluto me suena el nombre de 'Chalán'", aseguró.
El exministro de Transportes y Comunicaciones Enrique Cornejo, otro implicado en el escándalo de Odebrecht, dijo en medio de la noticia sobre el expresidente García que se va a entregar a la justicia. El Poder Judicial también había ordenado su detención preliminar por 10 días.
Kuczynski seguirá detenido
La semana pasada el Poder Judicial peruano ordenó la detención por 10 días del expresidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) , en el marco de una investigación que se le sigue por el presunto delito de lavado de activos relacionado al mismo escándalo de corrupción de Odebrecht. El lunes perdió una apelación para recuperar su libertad y en los próximos días podría ingresar a prisión a petición de la Fiscalía.
La Primera Sala Penal de Apelaciones Nacional Permanente Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios desestimó el recurso interpuesto por Kuczynski, pero aceptó liberar a su secretaria Gloria Kisic y su chofer, José Luis Bernaola, quienes hasta ahora estaban arrestados junto al exmandatario.
Los tres están acusados de haber lavado dinero de la constructora brasileña Odebrecht a través de consultorías a nombre de Westfield Capital, la empresa de Kuczynski registrada en Estados Unidos, cuando este era ministro del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006).
La Fiscalía sospecha que las consultorías, que ascendieron a 782,000 dólares entre 2004 y 2007, son supuestamente unos pagos con apariencia de legalidad para obtener los favores de Kuczynski en la adjudicación de grandes obras públicas cuyas licitaciones obtuvieron mediante sobornos.