La NASA lanzará un satélite para medir con más precisión el alza del nivel del mar y esta latina nos explica cómo lo harán
En un planeta donde el cambio climático genera fenónemos cada vez más devastadores, la NASA lanzará este sábado el Sentinel-6 Michael Freilich, un satélite que durante los próximos 5 años y medio recopilará datos más precisos que nunca sobre el creciente nivel del mar que amenaza a la Tierra.
En una entrevista con Univision Noticias, la panameña Erika Podest, científica del clima en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés), enfatizó la importancia de reforzar las mediciones del nivel del mar que se han estado haciendo desde 1992.
Esto porque los océanos absorben más del 90% del calor atrapado en la Tierra por el incremento de los gases de efecto invernadero, lo que hace que las aguas del mar se expandan en un proceso que representa ahora un tercio del aumento del nivel del mar. El resto es provocado por el deshielo de los glaciares.
“Es importante monitorear los niveles del mar porque afecta tanto directa como indirectamente a millones de personas en todo el mundo”, señala.
El satélite, nombrado en homenaje al Dr. Michael Freilich, exdirector de la división de ciencias de la Tierra de la NASA y un férreo defensor de las mediciones satelitales del océano, continuará con el legado del Sentinel-3 Copérnico de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés), los TOPEX/Poseidón y Jason-1, 2 y 3.
El Sentinel-6 Michael Freilich, considerado como el satélite de observación de la Tierra más avanzado del planeta, será lanzado desde la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California, gracias a una asociación histórica entre Europa y Estados Unidos, en donde participa la Oficina Nacional de istración Oceánica y Atmosférica (NOAA).
El proyecto también incluye el lanzamiento de otro satélite de este tipo en 2025 como parte del importante proceso de seguimiento de datos.
Una señal hasta la superficie del mar
Podest explicó que el satélite enviará directamente una señal hacia la superficie del mar, midiendo el tiempo en que tarda en regresar. “Esos tiempos son convertidos en distancia y esa distancia determina los niveles del mar”, precisó la científica quien recordó que es sumamente necesario analizar estos datos “año tras año, década tras década”.
Con un ritmo acelerado de aumento del nivel del mar en los últimos 20 años, Podest comparte la visión científica generalizada de que esto continuará e incluso se incrementará en un futuro próximo. Ello puede causar estragos severos en millones de kilómetros de costas en el mundo debido a inundaciones provocadas por mareas y tormentas.
Este contexto ha provocado que sea más urgente que nunca comprender estos cambios que no solo afectan a los océanos sino también a todos los niveles de la atmósfera, mediciones que también hará el nuevo satélite.
El Sentinel-6 Michael Freilich tendrá "un instrumento nuevo que no ha estado en misiones anteriores llamado Sistema Global de Navegación por Satélite de Radio”, dice la científica. Este sistema, asegura Podest, ayudará a recopilar datos precisos de temperatura y humedad atmosféricas “para optimizar los pronósticos meteorológicos y modelos climáticos”.
Una razón clave “porque en un clima cambiante con el calentamiento global, la temperatura es más alta, hay más evaporación y precipitaciones”.
Además, Podest destacó que las temperaturas más altas provocan un calentamiento de las aguas en distintas zonas, por lo que saber con precisión donde se encuentran ayudará a que "podamos rastrear mucho mejor la evolución de huracanes, justo en tiempos donde hemos visto un incremento de estos fenómenos naturales en intensidad y cantidad”.
Con un panorama desolador para el medio ambiente, Podest cree que todavía podemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para intentar revertirlo. Más allá de que su trabajo sea mejorar la información disponible para que los gobiernos tomen decisiones pertinentes, la científica consideró "necesario que todos los ciudadanos se informen para generar un cambio a nivel personas y comunitario”.
Para ella, formar parte de esta misión es una emoción difícil de describir, sobre todo pensando en sus orígenes en Panamá, donde los miles de kilómetros de costas ya están sufriendo los estragos del aumento del nivel del mar. “Es una gran satisfacción estudiar nuestro planeta en aspectos que tienen un impacto en millones de personas y poder generar un cambio”, concluyó.
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