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Perros

¿Qué tienen en común un chihuahua y un lobo de hace 53,000 años?

Una mutación genética fue clave para que Científicos del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano encontraran similitudes entre esos animales.
Publicado 29 Ene 2022 – 04:17 PM EST | Actualizado 29 Ene 2022 – 04:19 PM EST
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La mutación genética que hace que razas de perros como la chihuahua o la pomeranian sean tan pequeñas se originó por primera vez en los lobos hace unos 53,000 años, reveló un estudio.

Científicos del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de los Institutos Nacionales de Salud (NIH en inglés) identificaron una mutación en un gen regulador de la hormona del crecimiento canino que se asocia con tamaños corporales pequeños, de acuerdo con el artículo publicado en el portal del Centro Nacional de Información Biotecnológica.

Estos hallazgos resultan importantes porque refutan la creencia de que los perros pequeños son producto de la cría de razas pequeñas a raíz de la domesticación de esos animales desde hace unos 20,000 años.

La genetista Elaine Ostrander del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, quien encabezó la investigación junto con un equipo de expertos, explicó que les tomó una década dar con la mutación genética relacionada con los perros de tamaño pequeño.

"El éxito llegó cuando el equipo buscó secuencias genéticas anteriores que también estaban presentes en otros cánidos como lobos y también en su ADN antiguo", abundó Ostrander en el reporte. Fue un gen del factor de crecimiento el que les abrió el camino.

"Observamos 200 razas y este gen se mantuvo de manera extraordinaria en todas, lo cual enseña mucho sobre la domesticación canina y el tamaño del cuerpo de estas razas que creemos que son muy modernas pero en realidad son muy antiguas", detalló la experta en el documento.

Una mutación genética fue clave

De hecho, cuando los investigadores analizaron muestras de ADN de lobo antiguo para determinar cuándo surgió por primera vez la mutación, identificada como IGF-1, el equipo descubrió que ya estaba presente en el código genético de un lobo estepario que vivió en Siberia hace unos 53,000 años.

"Es como si la naturaleza lo hubiera guardado en su bolsillo durante decenas de miles de años hasta que fuese necesario", dijo Ostrander.

Se cree que el gen otorga cerca del 15% de la variabilidad general en la altura del perro, una contribución mucho mayor que cualquier gen de altura en humanos.

Los científicos dijeron que también encontraron la mutación IGF-1 en otros de los cánidos, incluidos perros de caza africanos, coyotes y chacales, por lo que continuarán su investigación sobre los genes que regulan el tamaño corporal en los caninos.

"Un factor bastante extraordinario en los perros es que, debido a que han evolucionado tan recientemente, no exhiben muchos genes de tamaño corporal", explicó el reporte, que detalló que los cánidos tienen apenas 25 genes relacionados con la talla en comparación con los cientos presentes en los humanos.

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