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¿Cómo se logró que cientos de miles de latinos votaran en Illinois?

Mientras otros estados defraudaron en la última elección, la llamada 'Tierra de Lincoln' tuvo un fuerte crecimiento del voto hispano. Las raíces están en el ejemplo de otros triunfos políticos, lo que puede ser una lección a lo largo de EEUU.
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5 Jul 2017 – 05:08 PM EDT
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Un recinto de votación en una lavandería de Chicago, durante la elección del 8 de noviembre pasado. Crédito: Tasos Katopodis/AFP/Getty Images

Cuando Susana Mendoza, la contralor general de Illinois desde 2016, hizo campaña en su distrito (el Distrito 1), dice que pasó casi tres veces por cada casa en ciertas partes. En uno de esos recorridos tocó la puerta de una de sus residentes y se encontró con una mujer que le contestó con un algo de desdén. “Mija, ya te dije que voy a votar para ti. Tengo ochenta años. No es fácil pararme cada vez para abrirte la puerta”, le dijo la señora, según relata Mendoza a CityLab. Durante esa campaña recorrió todo el estado, lo que muchos —desde el copresidente de la campaña de Hillary de Illinois hasta investigadores del voto latino en Chicago— han citado como parte de la razón por la cual el voto latino aumentó tanto en esta región.

El caso de Illinois es interesante porque ahí se vio uno de los aumentos más dramáticos del voto latino en las elecciones presidenciales. En 2012, para el segundo triunfo de Barack Obama, 295,000 hispanos votaron en este estado. En 2016, la cifra llegó a ser de 527,000 votantes. Se trata de un aumento de 232,000 votos en cuatro años.

Los otros estados que tuvieron aumentos significativos fueron California y Florida, con 188,000 y 153,000 votos adicionales respectivamente. Pero Illinois, el quinto estado con más latinos, tiene solo 1,490,000 hispanos de más de 18 años de edad, en comparación con los 10,221,000 de California y los 4,010,000 de Florida. Y tanto en Florida como en California, el aumento del voto latino estuvo por debajo del aumento de los hispanos con ciudadanía, es decir, que podían votar. En Illinois, los ciudadanos aumentaron en un 39.35% entre 2012 y 2016, pero el voto aumentó en un 78.64%.

Los estados donde más aumentó el voto latino
Diferencia en cantidad de votos sufragados por latinos entre 2012 y 2016, de acuerdo a las estimaciones de la Oficina del Censo.
FUENTE: | UNIVISION


Sí, Illinois no es un ‘swing state’ –estados que no tienen una inclinación partidista clara y que inclinan la balanza en las elecciones presidenciales– y por lo tanto no recibe la atención nacional de otros. Por ejemplo, la campaña de Hillary Clinton puso grandes esfuerzos en el ‘swing state’ de Florida, invirtiendo más de 18.8 millones de dólares, esperando marcar una diferencia que finalmente no logró (Trump se llevó este estado). Illinois, en cambio, era un estado demócrata seguro. Según datos de Voto Latino, se invierten alrededor de 6 dólares por cada registrante en Illinois, mientras que la cifra es de entre 12 y 18 dólares en estados relevantes para la elección presidencial como, por ejemplo, Florida.

Sin embargo, conocer cómo Illinois logró este aumento en votantes puede dar lecciones para una futura estrategia en otros estados, sobre todo teniendo en cuenta el poco esfuerzo que se puso aquí en términos de financiamiento.

En Illinois hubo estrategias específicas que organizaciones usaron a nivel local para incorporar a los latinos. La Coalición para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados de Illinois (Illinois Coalition for Immigrant and Refugee Rights o ICIRR) tiene un programa que fomenta la participación cívica de votantes mientras que ayuda a la gente con el proceso de obtención de la ciudadanía. “Estas conversaciones son muy importantes para fomentar un involucramiento cuando ya sean ciudadanos”, dice Celina Villanueva, directora de participación cívica en ICIRR. Pero los latinos que no votaban también fueron claves. “Lo que fue impresionante para mí, y lo que se convirtió en parte de nuestra estrategia, fue la participación de gente que no podía votar, los indocumentados. Cuando tuvimos conversaciones con ellos, hablaron con sus familias, sus hijos y los convencieron a votar”, dice Greg Aguilar, quien trabajó en Vota Quad Cities, un grupo de registradores bilingües, quienes se aseguraron que hubiera gente que pudiera conversar en español sobre los temas políticos importantes.

Además, durante el Mes de Herencia Hispana (del 15 de septiembre al 15 de octubre), Vota Quad Cities, junto a la organización LULAC y otras instituciones bilingües, fueron a celebraciones culturales donde supieron que habría latinos. También acudieron a vecindarios que frecuentan los hispanos. “Fuimos a barberos o supermercados latinos para hablar con la gente y registrarlos”, explica Aguilar.

Sin embargo, lo que más contribuye al cambio dramático de 2012 a 2016, según explica Jaime Domínguez, investigador de Ciencias Políticas en la Universidad Northwestern y miembro del Chicago Democracy Project, fue un puñado de políticos latinos importantes que involucraron a los latinos en el proceso electoral.

Los personajes que crearon confianza entre los latinos

Las semillas para el interés latino en las elecciones de 2016 se sembraron en las elecciones municipales de 2015, donde Jesús ‘Chuy’ García se presentó como candidato a alcalde de Chicago. Aunque García no ganó, su campaña despertó a los latinos. “El voto latino no es monolítico, pero su candidatura inspiró a sectores que eran inactivos o que no veían el sentido de participación cívico”, explica Domínguez. García fue el primer senador estatal mexicano-estadounidense en Illinois y desde 2010 García ha sido parte de la Junta de Comisionados del Condado Cook (donde se encuentra Chicago).

Si García hubiera triunfado, habría sido el primer alcalde mexicano-estadounidense en Chicago. Actualmente, Eric Garcetti de Los Ángeles es el único alcalde mexicano-estadounidense de una ciudad grande en todo el país. “Esta posibilidad cambió la importancia de las elecciones para los latinos”, dice Doug House, presidente de la Comisión Demócrata en Illinois.

Otra persona importante fue la anteriormente nombrada Susana Mendoza, según Kevin Conlon, quien fue codirector de la Campaña de Clinton 2016 en este estado. En paralelo a la elección de Trump versus Clinton, los votantes de Illinois tuvieron que decidir entre Mendoza y la republicana Leslie Munger. Con una diferencia de un 4% Mendoza triunfó y se transformó en la primera latina en un puesto electo por todo el estado de Illinois. “Ayudó mucho para nuestra campaña [la de Clinton] tener Mendoza en la boleta”, explica Conlon.

Esta también fue una campaña costosa. Entre ella y su oponente gastaron 11 millones de dólares en total, algo muy superior al millon de dólares gastados en la última elección para un contralor en Illinois.

El esfuerzo de Mendoza hizo prioridades lugares en Illinois que eran bajo riesgo en la campaña de la candidata presidencial demócrata y que no requerían mucha atención. Según explica Conlon, mientras los voluntarios de Clinton de Illinois marchaban hacia otros estados, como Idaho o Indiana, Mendoza viajó a zonas más alejadas de Chicago, pero parte de este estado, como el centro y el sur de Illinois. “Fuimos a lugares en los cuales los residentes nunca habían visto candidatos al nivel nacional o estatal”, dice Mendoza.

Esto también incluyó esfuerzos en lugares que no eran en su mayoría latinos. Para Mendoza esto fue un proceso diferente a su experiencia anterior, porque ella empezó su carrera política en Little Village, el histórico vecindario hispano en Chicago. Pero los votantes latinos en zonas más retiradas no estaban acostumbrados a ver políticos de su comunidad. “La gente se sorprendía cuando le hablábamos en español”, dice Mendoza.

Otros políticos latinos han estado en posiciones de poder por décadas y que también han creado confianza en el proceso electoral entre los hispanos. Desde 1993 Luis Gutiérrez ha sido el congresista para el 4º Distrito de Illinois y durante esos años ha estado a la vanguardia de la política de inmigración. Según Domínguez, el mandato del alcalde Richard Daley también contribuyó a la participación hispana. “Daley empujó por una mayor representación latina y poco a poco los trajo de la coalición electoral a su coalición de gobernación. Por ejemplo, fue el primero en elegir un concejal latino, Danny Solis, del Distrito 25º, como presidente del Concejo Municipal”, dice Domínguez. Este político (hermano de Patti Solis Doyle, una de las primeras directoras de la campaña presidencial de Hillary) ha sido parte del Concejo desde 1996.

Mendoza dice que no se puede separar su victoria de la quienes la precedieron. Pero, a su vez, este triunfo es una muestra de la relevancia que puede tener el trabajo a largo plazo por la representación hispana para motivar el voto en general. Quizás, en los ‘swing states’, lo que los partidos deben hacer es justamente trabajar duro para que haya más autoridades electas latinas, que demuestren a los latinos que su voto sí cuenta y que empujen al candidato presidencial, sea quien sea.

“La gente quiere ver políticos que hablan su lenguaje y se identifican con ellos”, dice Mendoza. “Es cuestión de qué viene primero, la gallina o el huevo. Votaron porque han visto representación o su voto hizo que hubiese representación”.

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