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CityLab Vida Urbana

Así están avanzando o estancándose las ciudades del Cinturón de Óxido

No todo es gris en el corazón industrial de Estados Unidos. Varias de sus ciudades pequeñas están enfrentando con ánimo la crisis que están viviendo. Y algunas están saliendo a flote.
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11 Sep 2017 – 06:38 PM EDT
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Los pueblos del Cinturón del Óxido han experimentado diversos problemas, entre ellos un descenso en la población. En la imagen, East Liverpool, en Ohio. Crédito: Spencer Platt/Getty Images

Cuando se piensa en el ‘Cinturón de Óxido’, uno se imagina fábricas clausuradas, centros de ciudades vacíos y las habituales imágenes elegíacas del desaparecido brillo industrial. Pero el tan utilizado término olvida una distinción clave: las ciudades y los pueblos del vasto corazón manufacturero del noreste y medio oeste tienen cada uno un conjunto único de desafíos, determinado por la historia y la geografía. Las historias de las ciudades pequeñas, en particular, suelen ser eclipsadas por el llamativo declive de lugares como Detroit y Cleveland. Pero las ciudades de tamaño modesto—desde Muncie, en Indiana, hasta Allentown, en Pennsylvania—también pueden tener ventajas clave con respecto a sus hermanas mayores.

Un nuevo estudio del Instituto Lincoln de Políticas de Tierras respalda con la ciencia estas distinciones mediante el estudio de una colección variada de pequeñas ciudades heredadas. Las autoras del estudio, Torey Hollingsworth y Allison Goebel del Greater Ohio Policy Center hacen un seguimiento de las luchas y los éxitos de 24 ciudades para pintar una imagen más matizada de las ciudades heredadas de Estados Unidos.

"Lo importante de este informe es que se enfoca en un grupo diferente de ciudades a las que usualmente escuchamos", dice Armando Carbonell, jefe del Departamento de Planificación y Urbanismo del Instituto Lincoln de Políticas de Tierras. "Reconoce que tienen desafíos muy específicos y que puede requerirse un enfoque especializado para tener éxito".


De hecho, los problemas que las pequeñas y medianas ciudades heredadas enfrentan no sólo las diferencian de las grandes ciudades: también las diferencian entre sí. "Voy a subrayar la idea del lugar", dice Carbonell. "La verdad es que tenemos que pensar en ellas como lugares individuales y no como un conjunto uniforme de problemas".

Este análisis es muy necesario. Como Richard Florida de CityLab exploró recientemente, la narrativa del ‘renacimiento del Cinturón de Óxido’ es complicada. Incluso después de la Gran Recesión, cuando la mayor parte del país estaba recuperándose del desempleo persistente, las pequeñas y medianas ciudades de esta zona mantenían una tasa promedio de desempleo de un 7.7% en 2015 (2.5 puntos porcentuales por encima del nivel nacional). Además, la tasa de pobreza en estos lugares aumentó de un 21% en 2000 a un 30% en 2015, un aumento del 43%, comparado con el 25% a nivel nacional.

Las autoras del estudio utilizaron datos de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense y el Censo de Estados Unidos para realizar un seguimiento de cambios demográficos, económicos y los cambios del mercado de la vivienda en 24 ciudades durante más de 15 años entre 2000 y 2015. Cada una de las ciudades que estudiaron tenía entre 30,000 y 200,000 habitantes, y fueron construidas alrededor de economías manufactureras tradicionales. Ninguna de ellas es principalmente ciudad universitaria ni el suburbio de una gran ciudad.

Aunque el declive económico, la desindustrialización y la pérdida de población han plagado todas las ciudades del Cinturón de Óxido en los últimos quince años, l as más pequeñas enfrentan ciertos obstáculos específicos relacionados con el tamaño y la ubicación. Sin la masa crítica de activos que tienen las grandes ciudades, dependen en gran medida de instituciones ancla como hospitales y sedes corporativas locales para la estabilidad económica. Sin embargo, con la reducción de personal y la consolidación corporativa, esas instituciones son cada vez más escasas: entre 1960 y 2015, todas menos cuatro de las 24 ciudades estudiadas albergaban al menos una sede de compañías incluidas en Fortune 500. Algunas albergaban incluso cinco o más. Hoy en día, sólo la mitad de esas ciudades alberga una sede de una compañía incluida en Fortune 500.

Pero estas pequeñas ciudades también tienen ciertas ventajas estructurales frente a sus contrapartes más grandes. "Si uno vive en una ciudad grande puede ser difícil reunir a las personas adecuadas para resolver un problema si uno no está en una posición de autoridad", dice Torey Hollingsworth, una de las autoras del estudio. "Pero hay muchísimas oportunidades de hacerlo en estos pequeños lugares más pequeños, lo cual me parece muy emocionante".

Hollingsworth y Goebel ordenaron las 24 ciudades estudiadas en categorías alto, mediano y bajo desempeño económico.

Cómo están las ciudades pequeñas del Cinturón de Óxido
La investigación determinó tres tipos de localidades, dependiendo de su situación económica.
Ciudad Desarrollo económico
Albany Alto desempeño
Allentown Alto desempeño
Bethlehem Alto desempeño
Grand Rapids Alto desempeño
Lancaster Alto desempeño
Lowell Alto desempeño
Scranton Alto desempeño
Worcester Alto desempeño
Akron Mediano desempeño
Binghamton Mediano desempeño
Hamilton Mediano desempeño
Kalamazoo Mediano desempeño
Muncie Mediano desempeño
South Bend Mediano desempeño
Springfield Mediano desempeño
Syracuse Mediano desempeño
Camden Bajo desempeño
Dayton Bajo desempeño
Flint Bajo desempeño
Gary Bajo desempeño
Lima Bajo desempeño
Pontiac Bajo desempeño
York Bajo desempeño
Youngstown Bajo desempeño
FUENTE: Hollingsworth and Goebel | UNIVISION

Según el estudio, la geografía fue el indicador más fuerte de desempeño: las ciudades en el noreste típicamente obtuvieron mejores resultados que sus semejantes en el medio oeste. Esto sucede incluso en los diferentes estados. Los residentes de las ciudades de Ohio, por ejemplo, han tenido más dificultades que sus vecinos en Pennsylvania, especialmente desde la recesión. Muchas ciudades de bajo desempeño, como Pontiac, Michigan, o Gary, Indiana, tienen pocas vecinas en el estado con economías lo suficientemente sólidas como para tener un efecto indirecto. "Las ciudades más pequeñas están muy a la merced de la economía que las rodea", dice Carbonell.

La proximidad a polos urbanos mayores y más económicamente robustos fue un ingrediente crítico en las ciudades con mejor desempeño Grand Rapids está a sólo 70 millas de Lansing. Worcester está a aproximadamente una hora de la ciudad de Boston, y un estimado de 1,300 personas viajan de Worcester a Boston cada día. Allentown está muy cerca en autobús de la ciudad de Nueva York.

Las economías de estas ciudades ya no están dominadas por la manufactura. Conforme han desaparecido los empleos en las fábricas, los empleos en la educación, la salud y la asistencia social, en particular, han intervenido como crecientes fuentes de empleo. Sin embargo, a menudo son empleos poco cualificados, con bajos salarios.

Distribución promedio del sector de empleos en pequeñas ciudades heredadas, 2014 (Hollingsworth y Goebel)


Sólo siete ciudades en el estudio experimentaron un crecimiento en el número de personas empleadas, y todas ellas son consideradas de alto desempeño, excepto Camden, Nueva Jersey.

La disminución de la población sigue siendo un obstáculo para estas pequeñas ciudades. Aproximadamente la mitad de las ciudades en el estudio continuaron perdiendo población entre 2000 y 2015; la otra mitad se mantuvo aproximadamente estable, o incluso creció. Youngstown, Ohio, y Flint, Michigan, que han perdido casi un 50% de sus poblaciones desde 2000, están entre las de menor desempeño de las ciudades estudiadas.

Porcentaje de ganancia o pérdida de población por ciudad. En verde claro, el cambio entre el pico y 2000. En verde oscuro, el cambio entre 2000 y 2015 (Hollingsworth y Goebel).

Por otra parte, la mayoría de las ciudades de alto desempeño han experimentado crecimiento de la población durante el mismo periodo de tiempo. En Pennsylvania, las ciudades de Lancaster y Bethlehem, por ejemplo, han logrado crecer alrededor de un 5% desde el año 2000. Los nuevos inmigrantes representan una parte importante de la recuperación de la población. La mayoría de las pequeñas ciudades heredadas experimentaron crecimiento de sus poblaciones de inmigrantes entre 2000 y 2015. Más de uno de cada cinco residentes de Worcester y Lowell nació fuera de Estados Unidos, mientras que un 10% del crecimiento de la población de Allentown ha sido estimulado en parte por un aumento significativo de los residentes latinos en los últimos diez años.

Algunas de estas ciudades de alto desempeño, según observa el estudio, lograron aprovechar la infraestructura industrial desechada. La ciudad industrial de Lowell, con grandes dificultades económicas, era demasiado pobre para someterse a la ‘renovación urbana’ en las décadas de 1950 y 1960, por lo que los edificios de su centro y las fábricas textiles estaban intactos y listos para ser reutilizados como apartamentos y espacios para artistas. En Bethlehem, Pennsylvania, una planta siderúrgica clausurada se ha convertido en el sorprendente SteelStacks Arts and Cultural Campus, una atracción para los residentes y visitantes de las ciudades de Nueva York y Filadelfia.

Quizás el factor común más importante que muchas ciudades heredadas de alto desempeño comparten es una mirada hacia el futuro. En lugar de tratar de reactivar las industrias que las construyeron, las ciudades más exitosas están buscando maneras creativas de reinventarse.

El estudio detalla ocho estrategias para iniciar este proceso, pero las dos primeras en su lista son las más importantes, según los autores: aferrarse al talento local para ayudar a desarrollar la capacidad civil e involucrar a los líderes del sector privado de la región en los esfuerzos de revitalización. En el primer frente, los investigadores citan iniciativas tales como el Programa Russell P. Price Fellowship en Hamilton, Ohio, que capacita a los lugareños para carreras en la gestión de la ciudad.

"Estos lugares aún son viables. Las personas están trabajando muy duro para averiguar cuál es el futuro que les espera".


Si quiere ver una asociación público-privada en acción, vea Syracuse, Nueva York, donde la cámara regional de comercio, la CenterState Corporation for Economic Opportunity, está trabajando en estrecha colaboración con el Downtown Committee of Syracuse, una organización sin fines de lucro que promueve el distrito comercial central de la ciudad, para restablecer el centro de la ciudad como centro económico . "Creo que realmente es un modelo inteligente, especialmente en esas ciudades más pequeñas", dice Hollingsworth.

En general, cada estrategia faculta a quienes toman decisiones a nivel local para tomar ventaja de los activos existentes, en lugar de apoyarse en la capital industrial que fue el motor del éxito en el pasado.

"Estos lugares aún son viables", dice Hollingsworth. Las personas están trabajando muy duro en muchos casos para averiguar cuál es el futuro que les espera".

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.

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