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El radical cambio de Dubrovnik tras el masivo desembarco de los fanáticos de 'Game of Thrones'

La ciudad medieval en Croacia está gozando de un momento único: ser el escenario de King’s Landing, capital del mundo ficticio de la serie, catapultándola al olimpo del turismo. Sin embargo, no todos aprecian toda esa atención.
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19 Dic 2017 – 01:07 PM EST
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La Bahía del Aguasnegras, donde Tyrion Lannister destruyó la flota de Stannis Baratheon mediante su uso diabólico de los incendios forestales en Game of Thrones, es en realidad una pequeña ensenada para kayaks en Dubrovnik, donde se filma la serie. Crédito: Zvonimir Kušec

DUBROVNIK, CROACIA — Ivone Alvarado y Miguel Gómez planeaban visitar todos los sitios de Europa. La pareja planeó sus vacaciones en junio, una larga temporada lejos de su casa en Bogotá, Colombia, con escalas en Francia, Noruega, Portugal y España. Luego buscaron tiempo para un destino final más inusual: la costa Dálmata de Croacia y la pintoresca ciudad medieval de Dubrovnik.

"Vimos una película de un cineasta mexicano que viaja y filma sus viajes", dice Alvarado, señalando que nunca antes habían oído hablar de Dubrovnik. "Por eso vinimos aquí".

Lo que hizo a la pareja decidirse por la ciudad croata fue su relación con Game of Thrones, la adaptación cinematográfica hecha por HBO de la epopeya fantástica de George R.R. Martin, Canción de hielo y fuego. Gómez, que vestía una camiseta con la leyenda "Winter Is Coming" (Se acerca el invierno) debajo de su cámara DSLR, dice que la serie lo trajo a Dubrovnik, una vez que se enteró de que las escenas ambientadas en la ficticia capital del continente de Poniente (Westeros, en inglés) se filmaron aquí.

Hollywood parece haber descubierto Dubrovnik. Partes de Los últimos Jedi, el octavo episodio de la saga de la Guerra de las Galaxias que se estrena el 15 de diciembre, también se desarrollan en la ciudad fortificada. Este año terminó el rodaje de una nueva película de Robin Hood protagonizada por Taron Eagerton, Jamie Foxx y Jamie Dornan (y producida por Leonardo DiCaprio). Se ha reportado que la 25ª película de James Bond comenzará a filmarse en la ciudad en enero de 2018.

Dubrovnik no ha recibido tanta atención por parte de los estudios cinematográficos desde que se filmó aquí el Capitán América. (No, no es la continuación de la exitosa secuela de Marvel protagonizada por Chris Evans, sino la película de 1990, casi olvidada y sin presupuesto en la que el Capitán luchaba contra Cráneo Rojo cuando Dubrovnik todavía era parte de Yugoslavia). Han surgido compañías de producción locales para anticiparse a las necesidades de los cineastas visitantes.


La ciudad ha sobrevivido a todas las guerras que la Península de los Balcanes ha librado a sus puertas, pero una fuerza diferente la amenaza ahora: el turismo. Tras el rodaje de Game of Thrones, la Perla del Adriático ha sido asediada por los fanáticos de esta serie. Desde 2011, cuando se estrenó la serie en HBO, el turismo en Dubrovnik ha experimentado un aumento del 9% al 12% anual, según el Consejo de Turismo de Dubrovnik. Muchos de los visitantes –hasta 10,000 o más por día– llegan por mar: Dubrovnik es ahora el segundo destino mundial de cruceros después de Venecia, en Italia.

Si bien la fama de la serie es una buena noticia para la economía de Dubrovnik, el 80% de la cual depende del turismo, la UNESCO ha advertido que el Casco Antiguo de Dubrovnik, Patrimonio de la Humanidad, no puede albergar a esta multitud de recién llegados. Algunos residentes también están hartos.

Una boda con temática de Game of Thrones en la Fortaleza de San Lorenzo (Lovrijenac), un sitio en Dubrovnik que se utilizó para filmar algunas de las escenas más sangrientas en King’s Landing. (Nina Anic)

"Creo que todo eso es estúpido, lo de Game of Thrones y el turismo relacionado con eso", dice Krunoslav Ivanišin, arquitecto y profesor de diseño y urbanismo de la Universidad de Zagreb en Croacia. "Pero hay que entender que los ciudadanos de Dubrovnik deben ganarse la vida, y Game of Thrones, Robin Hood, La Guerra de las Galaxias y James Bond los ayudan".

La serie es un gran negocio para la ciudad. Si el auge del turismo no se le puede atribuir totalmente a Game of Thrones (que comenzó a filmarse en Dubrovnik en la segunda temporada), está al menos estrechamente relacionado, como lo demuestran una docena de tiendas ligadas a la serie para turistas que venden mercancía con licencia de HBO en la parte histórica de la ciudad. Los guías llevan recorridos diarios por las estrechas callejuelas del Casco Antiguo, siguiendo los pasos del famoso paseo de la penitencia de Cersei Lannister a través de King’s Landing. Los visitantes no encontrarán su castillo, la Fortaleza Roja o el Gran Septo de Baelor, la catedral más sagrada en la versión de esta serie de la Iglesia Católica (o lo fue, hasta el final de la temporada seis, cuando la malvada Cersei la hizo añicos). Esos edificios son escenarios en los principales estudios de la serie en el norte de Irlanda y se agregaron a Dubrovnik en posproducción. Pero la mayoría del resto de las escenas al aire libre ambientadas en King’s Landing se desarrollan dentro de las antiguas murallas y puertas gigantes de la ciudad, partes de Dubrovnik donde hasta hace poco aún vivían los residentes.

En 2016, la UNESCO recomendó un límite de solo 8,000 turistas de cruceros dentro de las murallas medievales por día.


Hay al menos 15 recorridos oficiales de Game of Thrones para mostrarles a las personas dónde se rodaron estas escenas. La mayoría va a pie, aunque los fanáticos pueden optar por excursiones fuera de la ciudad en calesa e incluso en yate. Una excursión en kayak les permite a los navegantes observar el sitio de la Batalla de la Bahía del Aguasnegras. En realidad, es poco más que una ensenada debajo de la Fortaleza de San Lorenzo—la torre donde Sandor Clegane mata a un pobre bastardo para divertir al rey Joffrey.

La Fortaleza de San Juan podría ser uno de los rasgos identificativos de Canto Bight, la ciudad de los casinos en La Guerra de las Galaxias: Los últimos Jedi. ( Zvonimir Kušec)

No importa que la Fortaleza de San Lorenzo haya sido escenario de muchas batallas reales, desde las campañas navales del siglo VII en las interminables guerras de Croacia contra Venecia hasta la Guerra de Independencia de Croacia a principios de la década de los noventa. Cientos de personas murieron y miles fueron desplazadas durante el Asedio de Dubrovnik de estilo medieval que cerró el siglo XX. Varios hombres responsables de la batalla de 1992 contra la ciudad –Pavle Strugar, Vladimir Kovačević, Miodrag Jokic– fueron acusados o condenados por crímenes de guerra. El ex general croata Slobodan Praljak, que se suicidó en noviembre al beber veneno durante un juicio de crímenes de guerra transmitido en vivo desde La Haya, dijo que su comando solo cruzó la frontera hacia Bosnia y Herzegovina para defender Dubrovnik.

"Éramos como un pequeño país de Lords Varys y Meñiques", dice Iva Nikolić, quien ofrece recorridos por las historias ficticias y no ficticias de la ciudad. Ella dice que Game of Thrones domina la temporada turística actual, y señaló que tan solo este año ha habido dos bodas con temática de la serie en Dubrovnik. Nikolić trabaja en producción cuando el circo de Game of Thrones está en la ciudad, y ha sido incluida en los créditos por hacer fotografía de suplente para estrellas como Lena Headey ( Cersei Lannister). Ella describió la experiencia de caminar por las calles de su ciudad natal mientras bloqueaba las tomas para el paseo de la penitencia de Cersei, mientras 500 de sus amigos y vecinos le gritaban "¡puta!".

Dubrovnik también se prepara para los fanáticos de la Guerra de las Galaxias, aunque la ciudad ni siquiera sabe en qué planeta está en el Episodio VIII: Los últimos Jedi. Bozidar Jukic, quien dirige el sitio de fans Star Wars Dubrovnik, dice que tiene una buena estimación, basada en el hecho de que la producción cerró toda la calle histórica principal, conocida como Stradun ("Calle"), donde se pudieron escuchar las explosiones durante el rodaje. También señala que la doble para Daisy Ridley ( Rey) estaba en la ciudad, una pista para los ansiosos fanáticos.

"Todo apunta a que Dubrovnik interpreta el papel de Canto Bight, una ciudad de casinos dentro del universo de la Guerra de las Galaxias", dice Jukic.

Él no va a esperar a averiguar si tiene razón: Jukic ya ha planeado una gira de la Guerra de las Galaxias de Dubrovnik. Él ve lo que viene. Los Últimos Jedi aumentará las filas de nerds como Alvarado y Gómez, que están dispuestos a hacer cualquier cosa, a viajar medio mundo, para satisfacer el deseo del fanático que llevan dentro.

La antigua escalera donde la malvada reina Cersei Lannister hace el paseo de la penitencia por sus pecados también es un lugar donde las parejas croatas se toman sus fotos de bodas. (Zvonimir Kušec)

Incluso sin los vínculos de la cultura popular, hay muchas razones para visitar Dubrovnik. La Stradun está pavimentada con piedra caliza que se remonta al Imperio de los Habsburgo, un amplio bulevar de piedra pulido por dos siglos de pisadas. La mayor parte de la arquitectura de la ciudad es barroca, no medieval; un terremoto en 1667 destruyó casi todo excepto las murallas fortificadas de la ciudad. Las iglesias y los palacios se construyeron con la fina caliza blanca extraída de la isla de Vrnik en el archipiélago de Korčula. Los distintivos techos de terracota quemada color naranja de la ciudad ofrecen vistas dignas de postales, y la comida y los vinos mediterráneos de la región son similares a los del otro lado del Adriático en Italia (pruebe el risotto de sepia y rakija šljivovica, un brandy de ciruela).


Ya se trate de las delicias de la cocina dálmata o la crueldad de los Lannisters, el atractivo de Dubrovnik se ha convertido en un problema para el patrimonio cultural de la ciudad. Un informe preparado por la UNESCO en 2015 advierte sobre la "plaga del turismo", y específicamente señala los cruceros como los culpables. Las cifras son asombrosas: más de 1 millón de pasajeros llegan a Dubrovnik cada año, transportados por casi 600 cruceros que atracan en los dos puertos de la ciudad. Las recientes mejoras al Puerto de Gruž le permiten acomodar los cruceros más grandes del mundo –del tamaño de Gregor Clegane– que se elevan hasta 18 pisos de altura y cuentan con hasta 5,600 camas. La ciudad tiene solo aproximadamente 43,000 residentes.

En los días más ocupados, más de 10,000 turistas desembarcan aquí, lo cual le preocupa a la UNESCO. Un terremoto en un día como éste en esta región sísmicamente activa sería catastrófico, aunque el informe se centra más en la congestión que los cruceros provocan en sitios como la Puerta de Pila. En 2016, el organismo recomendó un límite de solo 8,000 turistas de cruceros dentro de las murallas medievales por día. El alcalde de Dubrovnik, Mato Franković, quien ha dicho que quiere preservar el estatus de la ciudad como el mejor destino en el Adriático, está más que feliz de cumplir con las recomendaciones del organismo. De hecho, este verano, Franković pidió una cifra muy por debajo del límite oficial de la UNESCO: quiere limitar los visitantes de cruceros a solo 4,000 turistas por día.

Muchos de los tenderos, restauradores y hoteleros de Dubrovnik podrían estar contentos de verlos partir. Los turistas de cruceros generalmente duermen y comen a bordo de sus barcos, lo que limita los beneficios económicos que perciben las ciudades anfitrionas. La apuesta de Franković puede ser que a la ciudad le irá bien sin ellos.

Dubrovnik enfrenta otros desafíos que incluso a la ONU puede serle difícil enfrentar. Al igual que el histórico centro de Venecia, está sufriendo una severa musealización: según el Dubrovački Dnevnik, el censo de este año sitúa la población del Casco Histórico en solo 1,557 residentes, casi un 30% menos que en 2011. Muchos hogares publican sus propiedades durante todo el año en Airbnb.

Ivanišin, cuya firma ha construido varios edificios nuevos en la ciudad, culpa las directrices de planificación central de la ciudad –conocidas como el Plan General Urbano– de la calcificación. Tanto Ivanišin como la Sociedad de Arquitectos de Dubrovnik han criticado el plan de desarrollo por ser demasiado complaciente con los hoteles, pero demasiado estricto para con los edificios con usos públicos, desde escuelas hasta bibliotecas y viviendas. "No le veo muchas ventajas, solo muchos inconvenientes", dice Ivanišin. "Es puramente burocrático, con demasiadas restricciones y demasiadas excepciones. En resumen, muy malo, y difícil de entender".

El daño para lugares como Dubrovnik puede residir en cómo construye la ciudad para enfrentar un auge turístico impulsado por Hollywood y las líneas de cruceros. Hay motivo de preocupación: un periódico especula que en Sibenik, una ciudad costera al norte, una visita de Brad Pitt fue suficiente para impulsar un cambio en el Plan General Urbano de la ciudad para despejar bosques de pinos y olivares y dar paso a un balneario suizo de 898 millones de dólares. Un ejemplo de desarrollo más sostenible podría ser el "Órgano Marino", de Nikola Bašić, un proyecto de paisaje costero que funciona como un pabellón de sonido experimental. Podría no atraer a millones de turistas, pero tampoco depende de una multitud interminable de de la élite mundial para calificar como un éxito.

La construcción de atracciones y alojamientos para los turistas que también contribuyen a mejorar Croacia es un desafío en cuanto a la sostenibilidad. Después de todo, Game of Thrones está filmando su última temporada ahora (que podría no comenzar a transmitirse hasta la primavera de 2019); los residentes pueden quejarse hoy sobre los mensos fanáticos de Game of Thrones que suben a Instagram sus fantasías de espadas y sandalias por toda la ciudad, pero eventualmente se irán. A corto plazo, si Dubrovnik puede compensar en visitas de geeks lo que rechaza de los intrusos que llegan en los cruceros, entonces podría sacarle el mejor provecho a su momento a la luz de los reflectores.

Incluso aunque eso implique transportar tierra en camiones para convertir las limpias calles de Dubrovnik en un escenario sucio para una epopeya fantástica. Por el momento, el mayor problema de Dubrovnik es alejar a los turistas.

"Actualmente no hay mejor mercadotecnia que la televisión o las películas", dice Nikolić.

Este artículo fue originalmente publicado en inglés en CityLab.com.

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