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La lucha por recuperar las "casas fantasma" de San Juan

La capital boricua ha perdido 40,000 personas en cinco años y cada vez más edificios están quedando vacíos.
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8 Abr 2016 – 09:47 AM EDT
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La Casa Taft 169 en Santurce. Crédito: Marina Moscoso.

En el verano del 2013, la superficie de la casa abandonada en la Calle Taft se veía vieja y arruinada. La propiedad estaba llena de basura y de malezas. Adentro, las habitaciones vacías se habían transformado en un refugio para vendedores de drogas y para planear robos en las casas cercanas, según los ocupantes de la vecindad.

“Ese verano ya no podíamos más”, dice Marina Moscoso Arabía, quien vive al frente del 169 Taft en el sector Machucal de Santurce, San Juan. “Unos vecinos empezamos a investigar, y descubrimos que la última propietaria había fallecido hace cuarenta años. Los impuestos pendientes de la propiedad habían aumentado a casi 300 mil dólares”.

Los vecinos de la calle Taft parecían no tener solución a su problema. El municipio no iba a hacer nada, debido al alto el volumen de casos semejantes en la ciudad, dice Moscoso, y nadie iba a comprar la casa, debido a la alta deuda en impuestos que tenía. Entonces, los vecinos decidieron arreglar la situación ellos mismos, entrando a la propiedad para limpiar y remodelarla.

Sin saberlo, quienes reacondicionaron la Casa Taft 169 estaban contribuyendo a un naciente movimiento en Puerto Rico, el que está recuperando espacios urbanos y creando una nueva manera de vivir en la ciudad.

Ciudades moribundas y la crisis económica

“Los centros urbanos en Puerto Rico se están muriendo,” dice Luis Albaladejo, arquitecto en la ciudad de San Juan y colaborador del blog Pensar Urbano. “El impacto de la crisis económica ha sido muy fuerte, y todo está muy abandonado”.

En casi todos los distritos de San Juan, se pueden ver los síntomas de esa dejación. Propiedades botadas se encuentran por todos lados, incluso en las partes más densamente pobladas de la ciudad. En pocos metros puedes fácilmente pasar de una calle poblada a “un mundo apocalíptico” donde casi todas las propiedades están vacías, dice Albaladejo.

“En las urbanizaciones residenciales, yo conozco calles enteras que están abandonadas”, dice Marina Moscoso.

En parte, esto se puede atribuir a la crisis económica que ha sufrido a la isla por una década. La economía de Puerto Rico está apunto de colapsar con una deuda de más que $70 mil millones de dólares que el gobierno no puede pagar. Y, por esa razón, la isla también ha sufrido una pérdida de 334,000 personas desde el año 2000, es decir, un decrecimiento de un 9% del total de población. El municipio que ha perdido la más alta cantidad de gente es San Juan, con 40,000 personas menos desde 2010. Hasta la tasa de natalidad también ha disminuido en la isla, debido a esta crisis financiera.

En los vecindarios de San Juan, esta pérdida de gente tiene un efecto pronunciado. Cada vez más propiedades están vacías y, tal como la casa en la calle Taft, tienen importantes deudas tributarias. Éstas fomentan el crimen en la ciudad y la sensación de inseguridad.

“La gente se mete a las casas abandonadas, consumen drogas, y las convierten en casas de drogas o centros de otros tipos de crimen”, dice Mariana del Alba, colaboradora del blog Pensar Urbano y activista a favor de la rehabilitación de espacios públicos. “Crea inseguridad para la gente de la ciudad. Y lo que nos preocupa más es que, con tanta gente yéndose, vamos a ver cada vez más propiedades abandonadas”.

Una revitalización de la ciudad

Por toda la ciudad de San Juan, se han empezado a formar organizaciones dedicadas a rehabilitar los espacios públicos y crear una ciudad densa, segura y peatonal.

Una de ellas es la Casa Taft 169, fundada por Marina Moscoso Arabía y sus vecinos después de que entraron a la propiedad abandonada en su vecindad. Como organización, intentan replicar la experiencia que tuvieron en su sede. Hasta hoy, han ayudado rehabilitar unos cinco otro propiedades en San Juan que estaban abandonadas, creando espacios de reunión para los niños de una vecindad o centros comunitarios.


Inspirado en la Casa Taft, el profesor Gerardo Bosques, de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, ha escrito un proyecto de ley para la Cámara de Representantes local que permitiría que una municipalidad le diera una propiedad abandonada a una organizacion sin fines de lucro o una organización comunitaria, para usarla como espacio público. Bajo la ley actual, las ciudades no tienen esa autoridad.

Además de la Casa Taft, hay otras organizaciones comunitarias que están tratando de revitalizar a San Juan. Una de ellas, llamada La Maraña, ofrece recursos a organizaciones por toda la ciudad que para aprender a rehabilitar el espacio público.

La organización también se ha enfocado en fomentar el diseño participativo el la ciudad, empoderando a los ciudadanos a crear espacios que les gusten. A ese fin, con la participación de la vecindad, crearon un pequeño parque en la Calle Estrella, que ha servido como un nuevo polo para la comunidad en Santurce, el barrio más grande de San Juan.

La Maraña se ha aliado también con la Labra de Olores en Santurce, un espacio comunitario y artístico.

Edwin en El Labra de Olores en barrio el Gandul, Santurce.!

A photo posted by Edgardo T Larregui Rodriguez (@larregui) on

Y también ayudaron con la creación del programa llamado Libros Libres, que el que busca “darle uso al desuso para revitalizar” la comunidad, según su descripción en Facebook. Actualmente esta iniciativa tiene dos estanterías en Santurce, donde la gente puede dejar libros y recoger otros para leerlos y luego regresarlos.

llegaron los nuevos libros para el puesto de #libroslibres en#mayaguez #lamareaestacambiando

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Soluciones económicas

Estas organizaciones tratan de aumentar la calidad de la vida urbana en Puerto Rico. Pero, con en el inminente colapso económico, las dificultades para crear un espacio seguro y denso también aumentarán.

Según la Oficina del Censo, la población de la isla continuará bajando, llegando a 2.98 millones de personas en 2050. Sin que algo drástico pase con la economía de la isla y su tasa de natalidad, crear ciudades densamente pobladas seguirá siendo difícil.

“Al final, la solución de la problema de las ciudades no es una solución urbana, si no una solución económica”, dice del Alba. Aunque las organizaciones en San Juan se dediquen a desarrollar una mejor ciudad, si la economía no se mejora, San Juan continuará perdiendo población y la gente continuará con la inseguridad de una ciudad a medio abandonar.

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