Un 'Netflix' automotriz da fin a la pesadilla de mantener un auto nuevo

La compra de un automóvil es el segundo gasto más grande que el ciudadano común hará después de la adquisición de su hogar, por lo que darle el mejor mantenimiento posible es una cuestión de sentido común. No es lógico gastar, o peor aún comprometerse financieramente por 34,000 dólares, que es el precio promedio de transacción por venta y lease de autos nuevos en Estados Unidos, para luego abandonarlo a su suerte perdiendo un monto sustancial de su valor más allá de la depreciación regular de un auto nuevo. Este es el motivo por el que las instituciones financieras que mantienen la propiedad del automóvil durante un contrato de lease, obligan contractualmente a sus clientes a mantener y pagar por el mantenimiento del vehículo a fin de preservar su valor. Es una cuestión de números.
Esta dinámica convierte al taller de servicios en el verdadero centro de ganancias de los concesionarios. Allí mecánicos entrenados por los fabricantes se encargan tanto de reparaciones como del mantenimiento preventivo recomendado por ellos. El precio por la mano de obra en estos talleres son normalmente más altos que en talleres independientes, donde el personal suele no contar la especialización y el entrenamiento de sus colegas de los talleres de los concesionarios. Es allí también donde comienzan los problemas.
Los talleres de los concesionarios son conocidos por sus precios altos y en algunos casos por llevar a cabo trabajos innecesarios. En una entrevista realizada por Mecánica Popular, un gerente de taller de concesionarios anónimo con 23 años de experiencia advierte sobre prácticas comunes de estos talleres. Entre las mismas se destacan la realización de purgas y reemplazos de fluidos no recomendados, o antes del tiempo recomendado, por el fabricante y cargos por shop supplies o materiales de taller que incluye el uso de trapos de limpieza y herramientas (el equivalente de un restaurante cobrando por el uso de cubiertos y servilletas) que normalmente solían ser parte del costo del negocio.
Algunas marcas de lujo incluyen el costo del mantenimiento preventivo como parte del precio del vehículo. Esta es una situación que no es constante y responde a los vaivenes del mercado, por lo que en tiempos de altas ventas como el actual es difícil conseguir este tipo de ofertas, y que en todo caso no beneficia a la gran mayoría de compradores.
La semana pasada como parte del la presentación mundial de su nueva camioneta compacta XC40, Volvo anunció una manera distinta de afrontar el asunto. Denominado Care by Volvo, es un programa por suscripción que incluye el mantenimiento preventivo del vehículo, reparaciones y hasta la póliza de seguro. El servicio, que será lanzado inicialmente en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, España, Italia, Suecia, Noruega y Polonia, será ofrecido inicialmente con la XC40 pero se hará progresivamente disponible a los compradores de otros modelos de la marca. Volvo piensa que en esta época en la que estamos acostumbrados a suscribirnos a una gran cantidad de servicios como el teléfono celular o transmisión en línea de películas, música y otros, sus clientes verían con interés la posibilidad de suscribirse a un sistema que cubrirá todas sus necesidad automotrices con excepción del combustible o la recarga eléctrica y el manejo. Según Volvo los precios por suscripción serán competitivos y ya han sido negociados y acordados con las partes envueltas en el proceso en los distintos territorios.
El éxito de Care by Volvo podría servir de catalizador para una revolución definitiva en la manera de enfrentar el laberinto del cuidado de postventa de los autos nuevos. Mientras tanto hay que permanecer vigilantes ante los desmanes de los talleres de los concesionarios, pedir aprobación previa a los trabajos, no aprobar servicios que no están requeridos por los programas de mantenimientos recomendados por los fabricantes y disputar cargos extraordinarios e irracionales.
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