Jill Stein: "Los demócratas han sido el partido de las deportaciones"

Muchos no la conocen, pero su postulación a la presidencia podría convertirse en un dolor de cabeza para Hillary Clinton en las elecciones generales de noviembre.
Jill Stein, la candidata por el Partido Verde, se presenta como la sucesora de la frustrada campaña de Bernie Sanders y una esperanza para los más francos seguidores del senador por Vermont, que se resisten rotundamente a respaldar la ahora nominada demócrata Clinton, ni si quiera frente a la punzante amenaza de su rival Donald Trump.
Bajo el lema "hay que rechazar el mal menor para adoptar el bien mayor", Stein apela a los sanderistas del movimiento "Bernie or bust" (Bernie o nada), muchos de los cuales ya se muestras seducidos por sus propuestas progresistas que se asimilan, o incluso sobrepasan a las de Sanders.
"No Hill sino Jill", se empieza a escuchar en las calles aledañas de Wells Fargo Center de Filadelfia, en donde se celebra la convención demócrata.
Las protestas de los cientos de desencantados de Clinton y su partido, exacerbadas tras el reciente escándalo de la filtración del servidor de correos electrónicos privado del CND, se han convertido en la oportunidad de oro para que los verdes sumen adeptos a sus filas. Según el compendio de escuestas del portal Real Clear Politics, Stain tiene un 3% de apoyo nacional.
Pero mientras la médica graduada de Harvart se abre campo con los partidarios Sanders que están listos para desertar del partido, la gran mayoría de las personas que votaron por el senador en las primarias parecene estar dispuestas a alinearse detrás de Clinton. Según un sondeo del centro Pew Research el 90 % de los seguidores del senador aseguran que votarán por la ex secretaria de Estado.
Univision Noticias entrevistó a la candidata por el Partido Verde sobre los objetivos de su campaña.
- ¿Por qué es usted tan popular con los votantes del movimiento “Bernie or burst”, que no quieren votar por Hillary Clinton, pese a que Sanders ya le dio su apoyo?
Creo que los seguidores de Bernie, como muchos en Estados Unidos, están cansados de una economía torcida que los está poniendo a todos en aprietos, mientras los banqueros y millonarios se están haciendo cada vez más ricos.
Necesitamos trabajos, seguro de salud como un derecho humano. Necesitamos un proceso que de la bienvenida y un camino a la ciudadanía de los inmigrantes que siempre han sido la vitalidad de nuestra economía, de nuestra cultura y comunidades.
Nosotros pedimos que se cancelen las deudas educativas y que tengamos a educación superior gratuita. Estas son las cosas que los estadounidenses están clamando en todo el país. La campaña de Hillary Clinton representa más a los banqueros y a las gigantes corporacionesque nos están llevando en la dirección equivocada. Ellos tratan de silenciar la campaña de Sanders, y creo que el movimiento de Sanders solo se ha hecho más fuerte, para aquellos que piden estas cosas, pueden encontrarlo en mi campaña.
- Muchos demócratas condenan a los seguidores de Sanders que no votarán por Clinton y en cambio votarán por usted. Ellos dicen que es un movimiento peligroso porque esto podría ser un impulso para que gane Donald Trump.
Pongamos esto sobre la mesa, Donald Trump es un racista, él dice cosas despreciables y promueve odio y miedo, particularmente contra los inmigrantes. Pero mientras los republicanos son el partido del odio y el miedo, los demócratas han sido el partido de las deportaciones, de las detenciones, una pesadilla para los niños y mujeres que escapan de la violencia en lugares como Honduras.
Los que decimos (en el Partido Verde) es que necesitamos otra manera de lidiar con eso.
Trump asusta, pero también me daría miedo una istración de Hillary Clinton, porque ella nos ha llevado a guerras desastrosas, por ejemplo en Libia.
No confío en ninguno de los dos, y para aquellos que piensan que solo hay dos opciones, quiero decirles que estamos en una democracia. Necesitamos darle más alternativas a la gente y de hecho quienes no quieren a ninguno de estos dos candidatos, están clamando por alguien que rompa esa barrera bipartidista.
- Usted le ofreció a Bernie Sanders ser su compañero de fórmula, o incluso competir por la presidencia en su partido. Sin embargo el senador por Vermont le dio su apoyo a Clinton. ¿Está decepcionada?
No realmente, creo que Sanders es un hombre de palabra y él fue muy claro desde el principio en que iba a respaldar a quien fuera el candidato demócrata, incluso después de que fue maltratado por el partido, recibió una puñalada en la espalda.
Su campaña fue saboteada por quienes trabajan al interior del circulo del Partido Demócrata, esto debilitó su campaña en muchos sentidos, a través de los súperdelegados, los súpermartes, la manipulación de los votos y las convenciones, como en Nevada por ejemplo.
Había una esperanza pequeña de que tal vez él iba a cambiar de opinión, porque realmente no puedes tener una campaña revolucionaria dentro de un partido contra-revolucionario, y la forma en que el partido se ha metido en el camino del senador Sanders es la misma manera en que ha parado a otras revoluciones por décadas.
Sanders decidió quedarse dentro del partido Demócrata y hasta con la campaña de Clinton, pero como él dijo, es un movimiento, no un hombre. Y sus seguidores están más decididos que nunca a continuar en un movimiento que pone a la gente, al planeta y la paz por encima de la riqueza.
- Sus filas están creciendo, ahora las encuestas la ponen con un 3% de apoyo nacional, algo significativo para un tercer partido, ¿qué resultados espera estas elecciones?
Creo que los más importante para nosotros es continuar luchando por una nueva forma de hacer política que funcione para las personas y no esté controlada por los grandes bancos y corporaciones. Si llegamos al 5% entonces somos legítimamente un partido, ya no tenemos que pelear para tener un lugar en la boleta electoral y ser escuchados. Pero tenemos los votos, potencialmente 42 millones de jóvenes estudiantes que están atrapados en deudas estudiantiles, yo cancelaría esas deudas, nadie más haría eso.
Así que si eso es escuchado, 42 millones de votos serían suficientes para ganar una elección en la que compiten tres candidatos.
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