Científico mexicano que fue espía del gobierno ruso es sentenciado a 4 años de prisión en Florida
Un bioquímico mexicano que fue acusado de espiar para el gobierno de Rusia fue sentenciado a cuatro años de prisión en una corte federal de Miami, en Florida.
Al cumplir su castigo, Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, un científico oaxaqueño, estará bajo libertad condicional durante tres años, ordenó el juez federal Donald M. Middlebrooks.
“El doctor Cabrera se encuentra sumamente arrepentido por sus actos que dieron origen al presente delito”, afirma un memorando de sentencia sometido al tribunal por su abogada Amber Donner.
“Él espera salir de prisión lo antes posible para tener la oportunidad de contribuir a la sociedad brindando apoyo emocional y financiero a su familia y continuando con su trabajo caritativo y científico”, agrega el documento judicial, que incluyó cartas de sus familiares.
La madre del científico envió una carta desde su natal El Espinal, una comunidad de Oaxaca. “A mi hijo: La mejor y más inteligente decisión que pudiste haber tomado fue irte a una edad temprana y perseguir tus sueños, dejándome una valiosa lección. Ahora pido a Dios que sigas volando y persiguiendo lo que amas y que sigas aportando tu conocimiento a la humanidad”, expresó ella.
Su padre lo describió en otra carta como “un ejemplo de perseverancia, optimismo” y “una fuente orgullo” para sus seres queridos.
Pero el Departamento de Justicia lo acusó de haber sido contratado por un funcionario del gobierno ruso para iniciar en Florida un esquema de espionaje y lo arrestó en febrero de 2020. En febrero pasado él se declaró culpable de actuar en nombre de un gobierno extranjero sin notificarle a EEUU.
La noticia de su detención sorprendió sobre todo a la comunidad científica mexicana, ya que Cabrera era conocido por su trabajo en tratamientos cardíacos y buscaba producir una pomada que ayudara a sanar las heridas de los diabéticos de su estado natal.
Incluso fue considerado aspirante al premio Nobel de Medicina. También ayudado a organizar proyectos científicos en su pequeña comunidad de El Espinal, en el sureste de Oaxaca.
Sus logros profesionales fueron destacados en el documento sometido a la corte de Florida, pidiendo una sentencia reducida. “Además de ser un científico brillante, el doctor Cabrera ha brindado tiempo y energía a las personas de su comunidad en Oaxaca, México. Inició una fundación llamada ‘Por Oaxaca más Investigadores’… para nutrir a adultos jóvenes a través de becas y colaboraciones de investigación”.
También se mencionó que estando en una prisión federal en Miami se dedicó a limpiar, pintar y mantener el orden en su unidad. Al tiempo que siguió en o con sus familiares. “El doctor Cabrera es el orgulloso padre de cuatro niños pequeños, a quienes no ha visto desde su encarcelamiento porque no residen en este país”, indicó la abogada Donner.
Así lo reclutaron en Rusia
Según documentos judiciales, un funcionario del gobierno ruso reclutó a Cabrera Fuentes en 2019 y le indicó que alquilara una propiedad específica en el condado de Miami-Dade, en Florida. Le recomendó que no hiciera la renta a su nombre y que no le contara a su familia sobre la conspiración.
El microbiólogo viajó a Rusia y le informó a ese oficial ruso sobre los arreglos. Este los aprobó y le dijo que lo volviera a ver en su próximo viaje a Rusia. Eso ocurrió en febrero de 2020, cuando el funcionario ruso le proporcionó una descripción del vehículo de “una fuente del gobierno estadounidense” y le pidió que localizara el auto, anotara el número de placas y registrara su ubicación.
Agendaron una nueva reunión en abril o mayo de 2020, para que le informara sobre los resultados de la búsqueda del coche, pero jamás ocurrió por el arresto de Cabrera Fuentes.
El mexicano viajó a Miami el 13 de febrero de 2020 desde la Ciudad de México. Al día siguiente, él llamó la atención de un guardia de seguridad del lugar donde residía la fuente del gobierno de EEUU bajo la mira de los rusos porque su auto ingresó a las instalaciones siguiendo de cerca a otro vehículo para poder entrar.
Cuando un guardia de seguridad se acercó al coche de Cabrera Fuentes, su esposa mexicana fue al auto de la fuente del gobierno y fotografió sus placas. Al preguntarles qué hacían le dieron el nombre de una persona a la que supuestamente estaban visitando. Pero el vigilante no reconoció el nombre y les pidió que se fueran.
La noche del 16 de febrero de 2020, Fuentes y su esposa llegaron al aeropuerto de Miami para volver a la Ciudad de México. Cuando un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) inspeccionó el teléfono de su esposa encontró la foto de la placa automotriz y ella dijo que su marido le había pedido que la tomara.
Posteriormente, “Fuentes itió ante los agentes que un funcionario del gobierno ruso le ordenó que realizara esta operación”, señala la Fiscalía en un comunicado.
Su doble vida en Europa
Las autoridades estadounidenses dieron a conocer en la acusación que Cabrera también estaba casado con una mujer rusa. Ella había regresado a su país en marzo de 2019 para arreglar algunos documentos. Pero de acuerdo con la declaración jurada de un agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI), a ella le impidieron regresar a Alemania en lo que podría haber sido parte de una labor de los rusos para presionar al científico mexicano para que trabajara con ellos.
Eso hizo que Cabrera Fuentes viajara a Moscú para visitar a su familia en mayo, donde fue ado por el funcionario ruso. “Nos podemos ayudar mutuamente”, le dijo esa persona, según la acusación.
El microbiólogo le comentó al FBI que dicho funcionario ruso le dijo que se habían conocido anteriormente en eventos e intercambios profesionales.
Cabrera Fuentes estaba registrado como profesor adjunto en la escuela de medicina operada de manera conjunta por la Universidad de Duke y la Universidad Nacional de Singapur. También fue designado en 2018 como director del Centro de Biotecnología FEMSA del Instituto Tecnológico de Monterrey, en el norte de México, que señaló que obtuvo doctorados en microbiología molecular en Rusia y cardiología molecular en Alemania.
El alcalde de El Espinal describió hace dos años a Cabrera como un hombre de raíces que hizo bien y fue a Rusia para estudiar sus posgrados. Afirmó que nunca olvidó a su tierra y que ayudó a recabar apoyos entre la comunidad científica para ayudar a reconstruir casas en El Espinal después de que un terremoto de magnitud 8.1 sacudió el lugar el 7 de septiembre de 2017, y de un sismo de 6.1 que se registró dos semanas después. Ese lugar tiene una importante comunidad indígena zapoteca.
Antes de su arresto, Cabrera tenía programado asistir a reuniones en México sobre una serie de centros de investigación que estaba ayudando a establecer en El Espinal, como parte del enorme proyecto de desarrollo del gobierno que busca mejorar los enlaces ferroviarios entre el océano Pacífico y el Golfo de México a través del istmo de Tehuantepec, en el sur de México.
“A pesar de sus logros, el doctor Cabrera reconoce que cometió el delito por el cual debe ser sentenciado, que ya pagó caro y espera que este tribunal acepte su remordimiento e imponga una sentencia justa”, decía su defensora legal una semana antes de la audiencia condenatoria.
Aún no se ha establecido la fecha de liberación de Cabrera. Ya que entró a este país con una visa es posible que sea deportado a México al cumplir su castigo.