Se hacían arrestar por la policía para meter droga a cárceles de California
Las autoridades federales aseguran haber desmantelado una red de traficantes que se hacían arrestar por la policía con el único propósito de meter droga oculta en sus cuerpos a cárceles de California.
Detrás de este esquema criminal había y asociados de una pandilla de San Bernardino, al este de Los Ángeles, y el operador de un cartel mexicano que les proveía narcóticos, según la acusación. Un total de 35 personas fueron acusadas en tres casos relacionados y algunas recibieron condenas de hasta 10 años en una prisión federal.
El líder de la conspiración es Carlos Antonio Aznaran, de 29 años. Esta semana Aznaran fue condenado en un tribunal federal del sur de California a 17 años de prisión por conspiración para traficar droga y lavado de dinero internacional. Este hombre, que está bajo custodia federal desde abril de 2019, era el principal acusado en tres casos separados, de acuerdo con un comunicado del Distrito Sur de California del Departamento de Justicia.
Aznaran y de la pandilla Westside Verdugo se enfocaban en el sistema penitenciario del condado de San Bernardino. El gobierno alega que al menos desde julio de 2017 y hasta abril de 2019 metieron allí varios narcóticos.
Solo en cuatro intentos, oficiales del orden les decomisaron 121 gramos de metanfetamina, 86 gramos de heroína y al menos 10 jeringas.
Enlace entre el cartel y la pandilla
“Aznaran se puso en o con proveedores de drogas para obtener y organizar el tráfico de narcóticos a las cárceles por parte de personas que estaban dispuestas a ser arrestadas y que escondían las drogas dentro de las cavidades de sus cuerpos”, describe el comunicado. “Luego, los traficantes distribuían las drogas a otros reclusos dentro de las cárceles”, agrega.
Los fiscales afirman que Aznaran era enlace entre el distribuidor de un cartel, que no ha sido identificado, y quienes vendían droga en su vecindario. Su función era comprar metanfetamina y heroína, y entregarla a los pandilleros. Recibía grandes envíos y hacía paquetes más pequeños. Uno de sus cómplices era su esposa, Elisa Montes, de 32 años, según la Fiscalía federal.
Se alega que Aznaran obtuvo más de 10 kilos de metanfetamina, un kilo de heroína y más de 100 gramos de fentanilo.
En su acuerdo de culpabilidad, que firmó en octubre de 2022, itió que portaba tres armas de fuego. Fue un agravante en su caso criminal, pues había sido condenado por agresión con un arma mortal.
"Para algunos reclusos, la prisión es uno de los pocos lugares donde están separados de las influencias destructivas de sus vidas, incluidas las drogas", señalan los fiscales en un memorando de sentencia. “El papel (de Aznaran) en la captación de traficantes y meter drogas en el sistema penitenciario amenazaba esa oportunidad para estos reclusos, todo para su beneficio personal”, agregaron.
Este caso fue investigado por el FBI y los alguaciles y policías de San Bernardino.
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