Traficantes asesinaron a empleado del consulado de EEUU en Tijuana creyendo era policía, dice la fiscalía
Una banda de traficantes de personas y de droga ha sido vinculada por la Fiscalía de Baja California en el asesinato de un empleado del consulado de Estados Unidos en Tijuana, cuyo cadáver fue encontrado en un paraje solitario hace unos días. Las autoridades sospechan que lo confundieron con un policía.
Edgar Flores Santos, quien trabajaba para el Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas, una entidad del Departamento de Agricultura (USDA), fue reportado desaparecido el 30 de septiembre y su cadáver fue localizado al día siguiente en un camino vecinal en la colonia Valle Redondo.
La fiscalía de ese estado rectificó por segunda vez cómo lo asesinaron: de nueve balazos. El viernes, la agencia informó por primera vez que le dispararon en la cabeza y en varias partes del cuerpo, pero después lo descartó asegurando que los homicidas habían usado un arma punzocortante.
La investigación preliminar señala que Flores Santos, un ciudadano mexicano de 31 años, estaba recolectando insectos en una zona en el este de Tijuana, a la cual acudía al menos tres veces por semana, cuando fue abordado por los delincuentes. En ese lugar, según la fiscalía estatal, hay una fuerte presencia de criminales que se dedican al cruce de personas y de narcóticos hacia EEUU.
El joven originario del estado de Guerrero portaba una camisa con las iniciales del USDA y conducía una camioneta pick up Chevrolet Silverado de color blanca y con placas del consulado. Quizás por eso creyeron que se trataba de un policía que hacía averiguaciones.
“Probablemente fue confundido por un elemento policiaco por un grupo de sujetos que lo trasladaron hasta otro punto dentro de la ciudad. En ese lugar fue lesionado y privado de la vida con el uso de arma de fuego, después de ahí lo trasladaron a otro punto con el objetivo de ocultar su cuerpo”, dijo en una conferencia el fiscal central de la Fiscalía General de Baja California, Hiram Sánchez Zamora.
Según las autoridades, el cuerpo de Flores Santos fue enterrado para tratar de ocultar la evidencia, pero se cree que después los sospechosos lo exhumaron para que lo encontraran. Así apaciguaron un intenso operativo de búsqueda en el que participaron elementos de la fiscalía y militares.
El embajador de EEUU en México, Christopher Landau, ofreció la colaboración de las agencias policiales estadounidenses hasta que este empleado consular y su familia “reciban justicia”.
Una cuenta de GoFundMe que se abrió para cubrir los gastos funerarios de este trabajador del USDA y para ayudar económicamente a su viuda y sus dos huérfanos pequeños, había recibido más de 5,000 dólares.
"Los colegas y amigos del señor Edgar Flores Santos lamentan su prematura muerte. Edgar era un agricultor apasionado con un futuro brillante que amaba su trabajo en la comunidad del consulado de Estados Unidos en Mexico. Nuestro más sentido pésame para su familia", expresó Gary Lougee, el organizador de la colecta.
Dos personas fueron detenidas por este homicidio y una fue acusada formalmente este lunes. Se trata de Juan Carlos ‘N’, de 24 años y originario de Guerrero Negro, Baja California Sur. Fue vinculado a proceso por el delito de inhumación y exhumación de cadáveres, por lo cual se le negó el pago de una fianza. Ya lo habían detenido recientemente por posesión de metanfetamina.
Se sospecha que hay más personas involucradas en este crimen, aunque no se revelaron sus nombres.
El noreste de Tijuana, donde hay colonias empobrecidas que llegan hasta la barrera fronteriza, operan varias bandas de coyotes y narcotraficantes. Por eso allí la tasa delictiva es muy alta.
