Este millonario hijo de mexicanos quiere levantar a la clase media de México con tecnología

SAN FRANCISCO .— La historia de Bismarck Lepe parece salida de un guión de Hollywood.
Sus padres trabajaban en la cosecha de frutas y se movían desde California hasta Washington por la costa Oeste. Finalmente, se instalaron en Oxnard, pero los inviernos eran en un pueblo de Jalisco. La vida sacrificada no significó que no tuvieran buena educación, dice Lepe: "Aunque éramos pobres y no ganaban mucho, se juntaban tres trabajos para darnos una educación increíble: clases de piano, tutores".
Llegó a la Universidad de Stanford en 1998 –que pagó trabajando dos empleos, con dinero de sus padres y becas– y allí conoció el mundo naciente de los negocios en internet. Tras graduarse, entró a Google cuando tenía menos de 300 empleados. Hizo carrera y, el día que cumplió cuatro años allí –cuando los empleados de tecnología reciben el 100% de las acciones que les prometen al ser contratados–, renunció para lanzar su primera startup, Ooyala, una plataforma de video online, con su hermano Belsasar y un socio más.
Ooyala fue una de las primeras startups de Silicon Valley que usó talento de ingenieros mexicanos cuando abrió una oficina en Guadalajara en 2010. También la expandieron a Asia y Europa y, en 2014, la vendieron a un conglomerado australiano por 410 millones de dólares. Lepe, ahora millonario, ya estaba trabajando en su siguiente empresa, Wizeline, que ofrece desarrollo de software, inteligencia artificial y aprendizaje automático (machine learning).
Su segunda empresa está creciendo más rápido que la anterior, dice Lepe: ya tiene casi 150 empleados y terminará el año con unos 200. Tiene oficinas en Guadalajara desde el día de su lanzamiento y ya abrió otra en Ciudad Ho Chi Minh, en Vietnam. Planea comprar "una o dos empresas" en Europa el año que viene para establecerse allí. Pero Jalisco, el 'Silicon Valley mexicano', seguirá siendo su sede más grande.
Lepe explica cuando era joven su meta era ser rico. Ahora que ya lo es, su causa es otra.
"Vi que el dinero no era lo más importante, es tener un impacto –dice–. Ahorita, lo que estoy persiguiendo es: pienso que con tecnología podemos cambiar la cara y el futuro de Mexico en muy poco tiempo. Si México se pone las pilas, se enfoca en educación y podemos atraer los buenos trabajos, en cinco a diez años ya la clase media la podemos crecer por un gran porcentaje de donde estamos ahorita".
– Muestras mucho cariño por México a pesar de haber nacido en Estados Unidos. Pero, ¿cuándo decidiste hacerlo parte de tu negocio?
– Hicimos un estudio en 2009 para ver donde establecer un centro de desarrollo fuera de Silicon Valley. Sabíamos que se iba a poner más caro y más difícil contratar y retener talento aquí. Vimos en Asia, Europa y Suramérica. Y Mark Ellis regresó y me dijo: 'Ya sé que eres mexicano y no nomás te estoy tratando de poner crema en los tacos. Pero creo que debemos ver México'.
(...) Antes conocía una pequeña parte de México, que era el pueblito de mis padres. Pero fue cuando nos establecimos en Guadalajara con Ooyala que empecé a ver el potencial que tiene México. Primero entramos porque era estratégico, ahorita (con Wizeline) estamos invirtiendo porque es muy bueno para el negocio. Pero pienso que podemos hacer un cambio muy fuerte porque somos los pioneros que vienen de Silicon Valley a enseñar a México qué es la oportunidad en tecnología.
– ¿No había nadie de Silicon Valley haciendo eso en Guadalajara en 2009?
– A Guadalajara le han llamado el Silicon Valley de México por mucho tiempo. IBM ya tiene más de 40 años ahí, HP está ahí, Jabil está ahí, pero empezaron con manufactura. Después, Intel entró y empezó a diseñar circuitos. En los últimos diez años ya han empezado a hacer más software.
Ahorita, Tata tiene más de 5,000 empleados ahí haciendo software y, cuando nosotros empezamos en 2010, Oracle también estaba abriendo sus puertas. Ahora tiene más de 1,200 empleados ahí, con un plan de crecer a más de 4,000. Están haciendo su campus más grande fuera de Silicon Valley. Tienen más ingenieros ahí que en cualquier otra oficina fuera de Silicon Valley. Ya se está haciendo como un imán, atrayendo talento y empresas.
– Visto desde 2016, lo que hiciste parece visionario, porque los salarios aquí están disparados.
– Están disparados, pero los costos están hasta más disparados. Silicon Valley no está construyendo inventario de casas: aunque te paguen muy bien, los costos se están disparando mucho más rápido que los sueldos. Para vivir bien con dos hijos, necesitas estar ganando de 300 a 400,000 dólares, y si quieres mandar a tus hijos a buenos colegios más que eso.
– ¿Hay suficientes mexicanos bien preparados?
– Lo más importante que necesita México es que empresas como Google y Facebook abran oficinas allá. (Que haya) empresas como Wizeline, que ya contrata más de 100 personas en Guadalajara, es bueno, y vamos a contratar 500. Pero ahorita, si Google decidiera: 'vamos a abrir algo en México', ellos podrían empezar a contratar 1,000, 2,000 personas.
Y lo bueno de esas empresas, más que buenos sueldos, más que acciones y buenos beneficios, es que les enseñan a los empleados cómo ser emprendedores. Cómo encontrar problemas que son mercados muy grandes, que si uno encuentra una solución puedes crear una empresa que tiene una plusvalía de arriba de 1,000 millones de dólares.
Si vemos a la India como un ejemplo, era como México ahorita: muchas empresas de servicios, no necesariamente creando productos. Después en 2005 Amazon abrió en Bangalore y empezó a crear producto. Y después Google, Facebook y Microsoft empezaron a crear productos. Y si ahorita ves los cuatro 'unicornios' (empresas que valen más de 1,000 millones de dólares) que están en la India, todos los fundadores trabajaron en esas empresas. Entonces, necesitamos eso.
– ¿Cómo atacas ese objetivo?
– En Guadalajara tenemos dos programas para impulsar a la comunidad. Tenemos una fundación enfocada en traer 20,000 trabajos de alta tecnología bien pagados para 2020. Y eso lo hace con programas de educación, educando a muchachos que están en la preparatoria, (diciéndoles) que Sistemas es la manera garantizada de que te vaya bien.
También tenemos programas de educación para emprendedores, ayudando a traer empresas de Estados Unidos a México. Ya tenemos éxitos, como Skycatch, como Rever, empresas con capital americano que están abriendo en México.
Y, del lado de Wizeline, estamos ayudando a la comunidad a que vean cómo se hacen productos a escala global y empezamos un fondo que se llama WizeFund. Tiene cinco millones de dólares, yo soy el inversionista en ese fondo. Los empleados que duran dos años en la empresa o más pueden salirse y el fondo invierte en sus ideas. Porque nosotros pensamos que en Wizeline van a aprender cómo ser buenos emprendedores.
– ¿Por qué crear emprendedores?
– De Ooyala salieron 30 empresas, como 40 emprendedores. 19 de esas levantaron capital, más de 100 millones de dólares de capital. Ya de las empresas que se han vendido ya han regresado más de 100 millones a los inversionistas. Ya han creado 600 nuevos empleos y 300 de esos están en Guadalajara. Ese es el impacto que pueden tener los emprendedores en un ecosistema. Esas empresas obviamente pagan diez veces más que en una maquiladora. Si vemos el impacto económico, es como 3,000 nuevos trabajos. Eso para mí es como podemos ayudar a México.
– Hace poco, un ejecutivo estadounidense de tu empresa anunció muy feliz que se mudaba a Guadalajara. Dijo que era su 'Mexican Dream'.
– Yo pienso que el 'American Dream' está en México, todavía sigue siendo el 'American Dream' porque estamos en las Américas. Sigue siendo el 'American Dream', pero ya está en México. El costo de vida es lo más importante. Pienso que aquí en Estados Unidos ya, porque los préstamos han sido muy fácil, todos los costos ya han subido muy altos. Ya es muy difícil comprar casa, mandar tus hijos a la universidad, poder ahorrar.
(...) En México, como ha habido tanta concentración de poder, dinero, influencia, ahorita hay muchas oportunidades. Pero el problema es que la gente que tiene el capital no tiene suficientes familiares o amigos para poder tomar todas esas oportunidades. Muchas de esas familias fuertes y de influencia en México no saben de tecnología, entonces tienen que abrir sus círculos y eso va a jalar a mucha gente a la clase media. Si hablas inglés, si estás educado, te va a ir muy bien en México. Ahorita, vendedores, les pagaríamos lo mismo aquí en San Francisco que en México. Si hablas inglés, eres muy vivo, ven a hablar con nosotros, estamos contratando en Guadalajara para vender al mercado global.
– Pero muchos latinos y latinoamericanos se quedan afuera de la industria tecnológica, ¿no?
– Pienso que lo que pasa es que la juventud no sabe. Ahorita en México una de las grandes cosas que estamos haciendo es introducir la tecnología y enseñarles a la juventud que si eres programador vas a poder ganar muy bien.
– Y a ti, personalmente, ¿qué te falta lograr?
– Ahorita, yo quiero cambiar el perfil de México y la dirección de México. Y pienso que con tecnología lo vamos a hacer.