Una startup mexicana está entre las 15 mejores en una competencia en Silicon Valley

La startup mexicana Bridgefy es una de 15 empresas de Silicon Valley que quedaron seleccionadas para competir por un lugar en la final de la competición global G-Startup en San Francisco.
Bridgefy, fundada por Jorge Ríos, Diego García y Roberto Betancourt, es un proyecto tecnológico ambicioso: busca conectar teléfonos inteligentes entre sí sin necesidad de internet por wifi ni conexión de datos. La intención de los fundadores es que servicios como Uber, WhatsApp o Facebook incorporen esta manera de conectarse dentro de sus apps.
La startup, que hace su desarrollo tecnológico en México y busca financiamiento y clientes en Silicon Valley, quedó en la lista de 15 mejores empresas del Valle que competirán este miércoles en G-Startup. La ganadora recibirá 50,000 dólares en inversión, una mentoría en Google y pasará ese mismo día a la final global.
El premio global son otros 250,000 dólares en inversión. El segundo puesto se lleva 120,000 dólares.
Entre los jueces que evaluarán a las competidoras están varios inversionistas influyentes de Silicon Valley, como Dave McClure, de 500 Startups, o Tim Draper, de DFJ.
El concurso arrancó con 700 postulantes. Competirán con Bridgefy startups como Aptonomy (drones de vigilancia), Wala (un banco digital para países emergentes) y iSono (prevención de cáncer de mama a través de ultrasonidos e inteligencia artificial). En la final global, se suman empresas de Asia y Brasil.
Algunas startups que luego se convirtieron en grandes empresas digitales pasaron por G-Startup: una fue Didi Chuxing, la 'Uber de China', y otra App Annie, una empresa de inteligencia de negocios.
La startup mexicana no es una debutante en este tipo de competencia. En 2015, ganó el Twitter Hatch, con 25,000 dólares de premio.
Los mexicanos, que arrancaron la empresa hace dos años, han recaudado 500,000 dólares en varias rondas de capital semilla. Destinaron los fondos al desarrollo tecnológico —con un equipo de siete personas en total—, pero todavía no logran que la empresa se sostenga sola.
Están a punto de lanzar el servicio con su primer cliente, la aplicación mexicana de alertas sísmicas SkyAlert. Es un momento clave para la empresa.
"Ahorita –cuenta Ríos– estamos en la difícil etapa en la que ya tenemos producto pero estamos trabajando para obtener tracción, por lo que muchos fondos e inversionistas están esperando que esto suceda. Lo complicado es que necesitamos recursos para atacar el mercado".
"Los inversionistas quieren ver crecimiento antes de invertir, pero no podemos seguir creciendo si no conseguimos inversiones".
Con ganar la primera ronda, dice Ríos, asegurarían "la supervivencia de la empresa en sí, sin exagerar, y poder enfocarnos en el producto".
"Ganar el concurso en su totalidad nos puede salvar".