Quién gana y quién pierde con las subidas de tasas de la Reserva Federal
La Reserva Federal (Fed) está decidida a atajar subir las tasas de interés de referencia.
Funciona así: se sube el precio del dinero para frenar el de las cosas. Es decir, al subir la tasa de referencia se encarece todo lo que tenga que ver con intereses (tarjetas de crédito, prestamos para compra de bienes, hipotecas, etc.), se ralentiza el gasto de los consumidores, se contiene la demanda y deberían dejar de subir los precios.
La Fed busca hacerlo con un “aterrizaje suave”. El problema está en que cada vez parece más claro que está teniendo que pisar bruscamente los frenos y no va a poder evitar un el temido efecto de la recesión.
Y es que los economistas están de acuerdo en que Jerome Powell, presidente de la Fed, tardó en identificar cuán profunda era la amenaza de la inflación (que inicialmente vio como algo temporal).
Pero un dato del IPC peor de lo esperado en mayo llevó a Powell a anunciar el miércoles la mayor subida de las tasas desde 1994. “No estamos intentado provocar una recesión. Dejemos eso claro”, dijo Powell en su comparecencia del miércoles.
Quiénes son los perdedores con la subida de tasas
1. Los compradores de su primera vivienda
A quienes buscan comprar su primera casa se les acumulan las malas noticias. La inflación ha sido particularmente alta en el mercado inmobiliario de muchas zonas del país y a eso ahora hay que sumar la subida del interés de las hipotecas a niveles históricos.
Aunque el interés de las hipotecas no depende tanto de la tasa de referencia que maneja la Fed como del interés de los bonos del Tesoro a 10 años, sí que están relacionados.
El bono del Tesoro a 10 años empezó 2022 en 1.5%, donde llevaba meses instalado, en abril llegó a al 2.3% y ya va por 3.4%. Según Freddie Mac, la Corporación Federal de Prestamos Hipotecarios, la hipoteca a 30 años a tipo fijo experimentó esta semana su mayor subida en más de tres décadas al escalar 0.55 puntos y pasar de 5.23% a 5.78%.
Con esta subida, financiar $250,000 para la compra de una casa a 30 años pasaría de $1,377 mensuales a $1,464. El año pasado por estas fechas no llegaba el 3% o $1,054 mensuales.
2. Los inversores en la bolsa de valores
Tras las caídas que experimentaron en marzo de 2020 por la paralización de las economías que trajeron los confinamientos por la pandemia de coronavirus, las bolsas de valores no habían hecho sino crecer.
Las políticas de estímulo de la recuperación económica a las que se achacan la alta inflación también sirvieron de gasolina para los mercados de valores, que gozaron de enorme liquidez durante muchos meses.
Desde que tocó fondo en marzo de 2020 en lo peor de la pandemia, el S&P 500, uno de los índices de referencia de la bolsa de Nueva York, experimentó en 21 meses subidas de casi el 120%. La ganancia sería de hasta un 50% respecto a los niveles prepandemia.
Pero el año 2022 comenzó con caídas y la bolsa está ya en niveles de inicios de 2021. De hecho, lleva acumuladas pérdidas de más del 20% en lo que va de año y entró en lo que llaman “bear market”.
3. El gobierno federal
Los economistas citan como perjudicados por la subida del precio del dinero a quienes tienen deudas a interés variable. Y no hay nadie que deba más que el gobierno federal, que acumula números rojos por más de $30 billones.
El gobierno llevaba años beneficiándose de que las tasas de interés cercanas a cero hacían perfectamente razonable endeudarse para invertir en el crecimiento de la economía.
Pero las subidas de tasas de interés de referencia se han visto indirectamente reflejadas en el aumento de lo que paga el gobierno federal para financiarse a través de la emisión de deuda pública.
En junio del año pasado, el gobierno federal pagaba por los bonos del Tesoro a 10 y 30 años un 1.5% y un 2%. La escalada de los últimos meses, desde que la Fed comenzó a subir las tasas de referencia, los han situado en 3.3 y 3.4% respectivamente. Eso sí, todavía muy por debajo de la inflación (8.6%).
4. Todos los demás
Al menos en el corto plazo, lo más probable es que todos nos veamos afectados de manera negativa.
Cada subida de la tasa de interés encarece el coste de los préstamos para los consumidores y las empresas, con la consecuente caída del gasto y de la confianza de los consumidores, lo que a su vez puede afectar negativamente al empleo y la salud de la economía en general.
Es decir, las subidas agresivas de las tasas de interés son la receta para acabar con el crecimiento económico. Los economistas hablan de recesión con dos trimestres seguidos de crecimiento negativo: ya tuvimos uno, falta el segundo.
La probable entrada en recesión puede ser particularmente negativa si se produce combinada con alta inflación: lo que los que se conoce por estanflación.
Quiénes son los ganadores con las subidas de tasas
1. Los que tiene ahorros en efectivo (muchos ahorros)
Si subir las tasas no es otra cosa que aumentar el precio del dinero, los primeros beneficiados serán obviamente los que tienen dinero, en efectivo.
Durante todos estos años de inflación bajo control y tasas de interés cercanas a cero, mantener los ahorros en el banco era en principio un mal negocio, pero es el caso de muchos, al menos de los que mantienen la saludable costumbre de tener un fondo para caso de emergencia o están ahorrando para la entrada de una casa, un auto u otra gran compra.
Y era un mal negocio por lo poco que ofrecían los bancos a cambio de guardar el dinero. Ahora, con las subidas de tasas, es de esperar que comiencen a aparecer productos financieros con mejores retornos, particularmente las cuentas de ahorro on-line, generalmente más agresivas.
Aunque esta subida difícilmente igualará los 0.75 puntos que subió la Fed la tasa de referencia, ya que los intereses que ofrecen los bancos dependen de numerosos factores (entre ellos la cantidad que se tenga en la cuenta y lo que ofrezca la competencia).
2. Todos los demás, pero a medio plazo y tal vez no
Como ha dicho Powell, la Fed está buscando encauzar la inflación evitando una recesión (algo con los economistas son pesimitas), y manteniendo a raya el desempleo (que está en un 3.6%, según el reporte más reciente del Departamento de Trabajo).
Powell insiste en que es posible un “aterrizaje suave” sin recesión. “Hay un camino que nos puede llevar hasta ahí”, dijo el miércoles. “No se está poniendo fácil, está haciéndose cada vez más un desafío”, reconoció.
Así pues, la Fed prevé campear el presente temporal y terminar el año con un crecimiento del 1.7% (muy por debajo del 2.8% que preveía en marzo) con una tasa de desempleo del 3.7% (está en 3.6%).
Si eso se da con una inflación del 2%, habremos ganado todos, a medio plazo.