En contra de toda evidencia científica, Tom Price desacreditó una de las mejores terapias para tratar la adicción a los opioides

En medio de la mayor crisis de adicción a opioides en la historia de Estados Unidos, una de las grandes autoridades en materia de salud en el país, el Jefe del Departamento de Salud, Tom Price, acaba de desacreditar una terapia que, se ha comprobado, es una de las más efectivas para tratar la dependencia a sustancias: el tratamiento asistido por fármacos (en inglés, medication-assisted treatment o MAT).
La noticia llega justo después de que un reportero fuera arrestado por intentar hacerle una pregunta a Price durante el mismo viaje a West Virginia en el que dio estas declaraciones.
Durante el evento, un periodista preguntó al funcionario sobre las terapias disponibles. " Si simplemente estamos sustituyendo un opioide por otro, no estamos avanzando demasiado. Estas personas deben ser curadas para que puedan convertirse en productivos de la sociedad y alcanzar sus sueños”, respondió Price en referencia al MAT.
El National Drug Institute define los opioides como medicamentos que alivian el dolor como la hidrocodona, la oxicodona, la morfina y la codeína entre otros, pero que también pueden generar reacciones eufóricas y afectar las regiones del cerebro relacionadas con la gratificación. Su uso puede desencadenar dependencia física y adicción.
El tratamiento asistido por fármacos consiste en dar al adicto algún medicamento (metadona o buprenorfina en el caso de opioides), que sacie el deseo de consumir y reduzca los terribles efectos del síndrome de abstinencia.
No por casualidad lo llaman el ‘gold standard’ en el tratamiento de la adicción a opioides. Los Centers for Disease Control and Prevention, el National Institute on Drug Abuse y la Organización Mundial de la Salud reconocen su valor médico y numerosos estudios científicos han demostrado su efectividad.
Por ejemplo, una investigación realizada por el National Institute on Drug Abuse en 2011, concluyó que con el uso de bruprenorfina, 50% de los participantes mejoró, pero esta cifra bajó a apenas 8% cuando se descontinuó el medicamento.
Bradley Stein, científico de la RAND Corporation que ha estudiado ampliamente el tema, declaró a Bussiness Insider que el MAT “cambió por completo el panorama médico” frente al problema de los opioides. En estados como Virginia y Pennsylvania se ha intentado incorporar esta terapia en programas públicos como Medicaid.
Las palabras de Price son peligrosas pues echan por tierra la evidencia científica, pero también porque validan uno de los mayores mitos que existen: el de que con esta terapia simplemente se sustituye una droga por otra, lo que sería perjudicial.
Pero en realidad, según el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, no basta con consumir regularmente una droga para que haya un abuso de sustancias (de hecho, se recomienda el uso del término 'desorden de uso de sustancias'). Si fuere el caso, todas las personas que toman un medicamento de forma continua encajarían en esta denominación. Se habla de 'desorden de uso de sustancias' cuando su uso recurrente pone en riesgo la salud propia o de otros, o impide llevar una vida normal. Nada de esto ocurre con el tratamiento asistido por fármacos que se da bajo estricta supervisión médica y en dosis controladas.
Un artículo de Vox, cita un caso para ilustrar lo peligrosa que puede ser esta malinterpretación del tratamiento asistido por fármacos. En 2014, un juez de Nueva York ordenó que se suspendiera el tratamiento con metadona que recibía Robert Lepolszki, un drogadicto que fue arrestado.
Sustentó su decisión con casi el mismo argumento de Price: que los programas de metadona eran “muletas” simples sustitutos a las drogas y a la necesidad compulsiva de consumirlas sin permitir que la persona se deshaga por sí sola de la adicción”. Lepolszki murió de una sobredosis seis meses después. Justamente el no tener a este efectivo tratamiento puede ser letal.
Lo más inquietante es que la perspectiva de Price como jefe del Departamento de Salud podría tener grandes repercusiones en la forma en que el gobierno aborde epidemia nacional de adicción a opioides.
Sylvia Mathews, quien tuvo su cargo durante la istración de Obama, levantó algunas restricciones que limitaban el tratamiento asistido por fármacos.
El año pasado, Obama firmó una ley para aumentar los fondos disponibles para tratar esta crisis. Pero el dónde y cómo serán usados será debatido en el Congreso. Entonces, como sugiere el artículo de Bussiness Insider, no es descabellado que si Price se opone al tratamiento asistido por fármacos, recomiende destinar ese dinero a tratamientos basados en la abstinencia total, que es increíblemente difícil de alcanzar en algunos adictos donde la dependencia a estas sustancias es física.
Trump estableció una comisión especial liderada por Chris Christie para idear soluciones a la crisis de opioides.
En 2015, más de 33,000 personas murieron en Estados Unidos por sobredosis de opioides, un aumento de 15,5% con respecto a 2014. Esto equivale a un récord de 10 muertes por sobredosis cada 100,000 habitantes (10 veces más que en 1971, cuando el gobierno declaró la guerra contra las drogas), reportó EFE.