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Elecciones 2016

5 datos que explican cómo Donald Trump logró secuestrar las primarias y al Partido Republicano

Contra todo pronóstico y contra el deseo de muchos, el magnate destrozó a 16 competidores y logró quedar solo en la carrera por la nominación republicana. ¿Qué hizo para lograrlo?
5 May 2016 – 11:21 AM EDT
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Donald Trump Crédito: Getty Images

El hombre del momento es Donald Trump. Luego de que los dos últimos contrincantes que quedaban en la carrera por la nominación republicana, el senador por Texas Ted Cruz y el gobernador de Ohio John Kasich, se retiraran esta semana, el magnate se alza como el virtual candidato presidencial del partido.

Que Trump sea el elegido es una suerte de pesadilla hecha realidad para muchos conservadores y movimientos anti-Trump dentro (y fuera) del denominado Gran Viejo Partido (GOP, por sus siglas en inglés).

Contra muchos pronósticos y con cierta desestimación del poder de seducción del empresario, el hombre de lenguaje incendiario, de los insultos hacia sus competidores y de los agravios a mujeres, musulmanes e inmigrantes, quedó solo en el podio republicano.

¿Cómo lo logró? Muchos señalarán que fueron movimientos acertados de la propia campaña de Trump, otros que es la consecuencia de errores de los otros aspirantes.

Estas son algunas de las claves de la exitosa campaña del magnate.

  • La subestimación del hombre

Cuando en junio del año pasado irrumpión en la política, muchos miraron incrédulos sus aspiraciones presidenciales y su oratoria chabacana.

Pero como una bola de nieve, esa anomalía que llegó desde afuera del universo político creció hasta transformarse en imparable.

Varios observadores concuerdan en que el partido Republicano subestimó en un principio al magnate y que eso hizo que las acciones en contra de su campaña llegaran demasiado tarde, cuando su arrollador avance ya era irreversible.

  • La seducción del mensaje

Uno de los debates que el ascenso del millonario generó, alguien que nunca ocupó un cargo público y que tiene un discurso que dista de la corrección política, es el ánimo de insatisfacción generalizado que los votantes tienen con quienes gobiernan.
“Donald Trump logró identificar ese descontento y lo cautivó mostrándose como el candidato ‘anti-Washington’”, opina el analista Israel Ortega, del periódico conservador Opportunity Lives.

Para el analista de Instituto Cato , centro de investigación de políticas públicas no partidista con sede en Washington, D.C, Juan Carlos Hidalgo el establishment republicano tuvo además fallas en el 'método', repitiendo recetas que fracasarían frente a la propuesta de Trump.

“Aún sabiendo que los votantes tienen más intención de mandar un mensaje a Washington que de elegir a un candidato ganador, el partido se enfrentó al fenómeno de manera convencional”, opina.

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¿Trump considera a Kasich para la vicepresidencia?


Por otro lado, Trump fue hábil al poner en escena y machacar en un tema de importancia para los estadounidenses como es el de la pérdida de puestos de empleo y la falta de oportunidades y señalar al inmigrante indocumentado como el culpable de ello, apunta Ortega.

  • El dilema del partido

El empresario planteó un dilema a los republicanos que terminó por acorralar al partido y a las otras campañas dejándoles solo dos caminos: confrontarlo con política tradicional o hundirse en una dinámica de vulgaridad y ver “quién caía más bajo”.
Ninguna de las dos estrategias funcionó, como demostró el fracaso del senador Marco Rubio, quien en las semanas finales de su campaña ensayó un estilo de ataques personales del mismo estilo de los que usaba el magnate.

Mientras tanto, Donald Trump fue cosechando cada vez más votos y triunfos a lo largo de los Estados Unidos, a fuerza de insultos, promesas de muros y de puestos de trabajo y su ideabásica de "HAcer grandioso a EEUU de nuevo".

“Tal vez haya sido un mérito de la campaña de Trump haber identificado a ese sector del electorado que ‘quiere sangre’ y él les ofreció sangre”, dice Hidalgo, para quien dentro del partido republicano existe un “ánimo de insurrección”.

  • Los errores de los otros

Esta victoria no es solo un logro de Trump. Muchas de las campañas que competían por la misma nominación presidencial que él, han cometido errores que allanaron la senda para la avanzada del empresario.
El último de los aspirantes con posibilidades reales de llegar a la candidatura en retirarse fue Ted Cruz, para muchos la última esperanza anti-Trump republicana.

“Un error de la campaña del senador Cruz fue no haber buscado apoyo más allá de su base electoral que es ultraconservadora. Fue un falla creer que podría ganar solo con esos votantes”, apunta Ortega.

El analista observa que también fue un descuido que las ‘credenciales republicanas’ del empresario no fueron cuestionadas con firmeza desde el principio. Informar a los votantes que “Trump no es un conservador y que, de hecho, tiene posturas liberales en muchos temas.”

  • El manejo (o manipulación) de los medios

Una de las mejores cosas ue ha hecho Trump es garantizar que los medios de comunicación estén pendientes de su persona.
Su salida al ruedo político, insultando a mexicanos y musulmanes, gener´´o tal controversia que el magnate se convirtió en el hombre de los ratings. Cosa que llevara a Trump tenía altas posibilidades de hacerse viral.

Como consecuencia el tiempo dedicado a la cobertura de Trump fue desproporcionado para un candidato que en principio era parte de un grupo de 17, varios de los cules tenían un perfil político más elevado o interesante que el del empresario.

Un estudio realizado por The New York Times mostraba cómo a finales de marzo, Trump había acaparado tiempo en televisión equivalente a unos 1,800 millones de dólares, tres veces que Hillary Clinton y poco más de todo el tiempo dedicado a los 5 principales candidatos entonces en competencia.

Eso ha generado críticas del público y de otras campañas sobre cómo algunos medios en su afán por la audiencia potenciaron la opción de Trump

Muchas razones hicieron que la pesadilla –o el sueño- que parecía imposible se haya vuelto realidad. Si nada anómalo se presenta en medio, Trump apuntará su arsenal contra la que se espera se alce con la candidatura demócrata Hillary Clinton, hasta el duelo final en las elecciones de noviembre.

Será interesante ver si se repiten estas fórmulas que hasta ahora han tenido éxito o cambia en pos de que el partido republicano una fuerzas y de comenzar a ser un candidato más 'presidenciable',

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