7 voces que advirtieron que Trump iba a ganar y se les tomó por locos
1) Michael Moore: Cuando en julio de este año el cineasta Michael Moore publicó en su página las 5 razones por las que Trump iba a ganar las elecciones, la nota se vio como una excentricidad ególatra del cineasta, que además estaba a punto de presentar su documental 'Michael Moore in Trumpland'.
Pero en aquel entonces Moore vaticinó el resultado de esta noche y lo resumió en 5 puntos que hoy se han probado ciertos:
- La matemática del medio oeste: Ohio, Michigan, Wisconsin y Pennsylvania son estados tradicionalmente demócratas aunque desde 2010 cuentan con senadores republicanos. Moore predijo que Trump iba a centrar esfuerzos allí para ganar en esos cuatro estados. Y así ha sido.
- La última oportunidad del hombre blanco enfadado: la sensación de poder se ha ido de las manos y no quiere una mujer al mando.
- Hillary en sí misma: la impopularidad de Clinton es enorme. Se veía como el mal menor.
- El voto deprimido del votante de Sanders: no votará a Trump, quizás a un independiente, puede que a Clinton, o puede que se quede en casa.
- El efecto Jesse Ventura: en la sala de votación no hay testigos. Algunos votarán por Trump solo porque pueden.
O como dijo Moore el pasado 26 de octubre en la presentación de su documental: “la gente votará por Trump en el mayor fuck you de la Historia”.
La sensación general de que Trump era un troll, siempre con una inconveniencia en la boca, al que no había que tomar en serio ha sido una constante en la campaña. Sin embargo, como explica Moore, este argumento se ha mantenido dentro de la “cámara de resonancia” donde repican los medios de comunicación.
2) Grupos de Facebook de extrema derecha: Lejos de estos medios de comunicación han ido surgiendo numerosos grupos de Facebook de supremacistas blancos que, según explicó la web que traquea el contenido en redes sociales y su penetración Spike, han sido más exitosas en su llegada a los s que los medios de comunicación tradicionales. Estas páginas, según explica esta nota en profundidad, basan su contenido en datos falsos que apoyan las tesis de quien entra en ellas buscando precisamente eso, reforzar sus propias creencias.
Estos grupos menospreciados por los medios como una pequeña anécdota dentro del ecosistema de anécdotas que es Facebook se convierten ahora, tras la victoria de Trump, en un retrato del votante republicano y en un claro aviso de lo que estaba por llegar.
3) 4Chan: En forma de gran broma, de gamberrada, en 4Chan, uno de los foros responsable de grandes troleos, el personaje de la rana Pepe ha ido convirtiéndose en un símbolo de los supremacistas blancos y del movimiento alt-right hasta el punto que Hillary la sacó a colación en la campaña. Pero esto tampoco se interpretó como una realidad o una alarma, sino como una extravagancia de la candidata por dar voz a los submundos de internet. Mientras tanto, el movimiento alt-right, como reporta el New Yorker, se frotaba las manos planificando cómo manejar la narrativa de haber entrado en campaña de la mano de la candidata demócrata. Aún así se consideró algo residual.
4) Allan J. Lichtman: The Washington Post ha publicado varios artículos sobre el profesor Allan J. Lichtman, un economista que predijo las elecciones de los últimos 30 años, y que aseguraba que esta vez ganaría Trump. El profesor tiene un método que contempla 13 claves basadas en datos históricos que deben responderse con verdadero y falso. Las claves miden desde el carisma de los candidatos hasta si es el presidente saliente, la economía a largo y corto plazo y si su partido gobierna también el Senado (se pueden ver las 13 claves aquí). Lichtman mantuvo siempre que Trump ganaría. Nunca se había equivocado previamente. Y aún así no se le tomó en serio.
5) Los Angeles Times: Tampoco se tomó en serio la pertinaz encuesta de Los Angeles Times que daba vencedor a Trump aun cuando el resto de los sondeos de los grandes medios y las grandes compañías de encuestas aumentaban la ventaja de Clinton. Este gráfico de The New York Times, por ejemplo, ha sido esta noche muy retuiteado por peregrino. Pero unas horas antes era un gráfico "sensato".
En este artículo explican pormenorizadamente por qué Donald Trump seguía ganando su encuesta. ¿Las razones de Los Angeles Times? Aunque Clinton ganaba apoyos en los estados clave, el sostén de Trump se basaba en trabajadores blancos desencantados. Y ese asiento se mantuvo intacto toda la campaña, convirtiéndose, como predijo Los Angeles Times, en el gran impulso de Trump en el final de la carrera presidencial. También fueron los que le perdonaron sus exabruptos y sus escándalos.
Los votantes hartos y enfadados no tuvieron en cuenta las humillaciones misóginas ni los discursos racistas de Trump. De hecho, sí había personas misóginas y racistas entre ellos que adoptaron la retórica del magnate apropiándose del 'Crooked Hillary' y apodos similares. Pero también, como explica Whitney Phillips, un profesor de la Mercer University que pasó cuatro años dedicado a estudiar 4Chan en esta nota en Vice, ciertos hilos de Reddit eran un punto de encuentro, una mezcla de personas desencantadas y enfurecidas que encontraban en Trump una venganza y un consuelo.
6) Cracked: Otra lectura a la que tampoco se prestó atención es a la burbuja que se crea en los núcleos urbanos, en parte alimentada por los medios de comunicación, las élites urbanitas y la cámara de resonancia que se genera por la repetición de las mismas historias. Este interesante artículo de Cracked, que se hizo viral, desgrana las enormes diferencias entre las zonas periféricas y las ciudades que explican la victoria de Trump. Esta bipolaridad entre lugares prácticamente colindantes se vio también en otra votación con resultado sorpresa, el Brexit.
7) Scott Adams: Estas son algunas de las advertencias que se han pasado por alto, pero no las únicas. Slate ya publicó en marzo un reportaje en el que personas como Scott Adams, creador de Dilbert, vaticinaban la seriedad de la candidatura de Trump y su posible victoria, pero nadie les creyó. Mientras tanto los medios y ciertos sectores de la población se niegan a aceptar un cambio de paradigma en que las viejas encuestas y los viejos gurús ya no funcionan.