Pese a las críticas por su campaña con los hispanos, éstos podrían salvar a Clinton en Florida

MIAMI, Florida.- En el interior de una pequeña y deteriorada tienda en la Pequeña Habana, Hilda Delgado, de 16 años, está junto con una docena de voluntarios de la campaña de Hillary Clinton haciendo llamadas. No tiene la edad suficiente para votar, pero siempre que puede Delgado insta a la gente a votar o recluta voluntarios para ir de puerta a puerta. Incluso ha convencido a compañeros de escuela para que la acompañen.
"En la Pequeña Habana, las personas son inmigrantes, muchas de ellas no han recibido educación", le dice Delgado a Univision Noticias. "Es muy importante correr la voz sobre las elecciones".
En las últimas semanas, la campaña de Clinton ha sido criticada por lo que los analistas dicen ser mediocres esfuerzos para llegar a los hispanos en estados pendulares como Florida. Algunos dicen que la candidata demócrata inicialmente dependió demasiado de la difusión mediática digital en inglés y perdió la oportunidad de aprovechar mejor la retórica antiinmigrante de Donald Trump para sacar provecho de los votantes hispanos.
Otros cuestionan si Clinton puede acercarse al éxito de las campañas sobre el terreno y cara a cara del presidente Barack Obama en 2008 y 2012. Según una encuesta, la proporción de votantes latinos en todo el país que dice que definitivamente votará este año es realmente baja en comparación con 2012.
"Creo que la campaña de Clinton ... debería haber invertido más recursos en el registro y participación de votantes latinos", dijo a Univision Noticias Ali Noorani, director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración. "Su hipótesis era que los latinos votarían contra algo, en lugar de a favor de algo".
Pero en los estados pendulares con grandes poblaciones de latinos como Florida, a Clinton parece irle bien hasta el momento.
Juan Cuba, director ejecutivo del Partido Demócrata del Condado de Miami Dade, que colabora estrechamente con la campaña de Clinton, dice que el alcance hispano en el sur de Florida está sobrepasando los esfuerzos de Obama y que los resultados de la votación anticipada son prometedores.
"Esta campaña está en una posición mucho mejor que la de Obama en este punto. Tenemos más organizadores en Miami-Dade ahora que en 2012. Tenemos una estrategia de divulgación organizada", dijo.
Los resultados de la votación anticipada lucen bien para Clinton. El lunes pasado, antes de que comenzara la votación anticipada en persona, los republicanos aventajaban a los demócratas por un margen de 1.7 en las boletas de voto en ausencia. Pero ésa es realmente una buena noticia para los demócratas: los republicanos tienden a votar mucho más mediante boletas de voto en ausencia. En 2012, dicho margen fue de 5.3 puntos 15 días antes del día de la elección.
"Estamos batiendo nuestro récord de mantenernos al ritmo de los republicanos", dice Cuba. "Por supuesto que esas cifras son a nivel estatal, y no sólo en Miami. Pero si los demócratas hispanos no estuvieran entusiasmados, esas cifras serían menores".
Hasta el mediodía del lunes, unos 3.7 millones de floridanos habían votado por boleta de ausente por correo o en persona. Los republicanos tenían ligera ventaja, al haber emitido 1,510,018 millones de votos (40.4%) y los demócratas 1,501,124 (40.2%) de los votos. Ésa es una ventaja de 0.2 puntos porcentuales para los republicanos. Los demócratas suelen vencer a los republicanos en la votación anticipada en persona, por lo que los analistas dicen que los demócratas probablemente superarán a los republicanos muy pronto.
Steve Schale, un estratega político en la Florida que dirigió la campaña de 2008 del presidente Barack Obama en Florida, piensa que Clinton se encamina a romper récords entre los votantes latinos: "Ella nunca ganará el voto hispano por los márgenes que vemos en Colorado y Nevada, pero creo que superará el 61% que Obama obtuvo aquí en 2012", dice. "Estamos en buena forma".
La oficina de campo de la campaña de Clinton en la Pequeña Habana es una de las 15 que hay en todo el condado de Miami-Dade, muchas de las cuales están en vecindarios predominantemente hispanos donde los voluntarios hablan con los votantes principalmente en español. Aquí, las paredes están decoradas con carteles que dicen: "Hispanos por Hillary" y "Juntos se puede". El olor picante a café cubano se esparce por el aire.
En todo Miami-Dade, la campaña de Clinton dice que emplea a 80 organizadores a tiempo completo, quienes reclutan voluntarios. La mayoría de ellos son bilingües y la mitad son de Miami. En todo el estado, la campaña tiene 82 oficinas de campo que funcionan como centros para unos 90,000 voluntarios.
La operación terrestre de Trump palidece en comparación, pues el candidato ha mostrado poco interés en implementar una estrategia sobre el terreno. El Comité Nacional Republicano ha trabajado independientemente de la campaña de Trump para iniciar una operación sobre el terreno.
Pero el sitio web de análisis político FiveThirtyEight señala que Clinton y los demócratas mantienen una ventaja de casi 4 a 1 en empleados pagados. Mientras los demócratas emplean a 5,138 empleados en 15 estados disputados, la campaña de Trump, el Comité Nacional Republicano y los partidos estatales emplean a 1,409 empleados en 16 estados, según informes sobre el financiamiento de campaña analizados por The Hill.
Juan Fiol, organizador de la campaña de Trump, dice que los voluntarios están realizando llamadas y tocando puertas en Miami. Pero dice que es igualmente importante para ellos tener voluntarios en los precintos electorales: "Hay que tener a alguien fuera de las urnas repartiendo publicidad", dice él. "En Miami eso es increíblemente importante. Muchas personas se sienten intimidadas; piensan que la prensa se burla de ellos. Cuando llegan a las urnas y ven el apoyo que tiene Trump en realidad, ocurre un cambio radical". Fiol dice que él "no ha visto un solo voluntario de Clinton" en ninguno de los precintos de voto anticipado de Miami.
Schale piensa que las críticas de las estrategias de la campaña de Clinton son "exageradas". "¿Es perfecta la campaña? No. ¿Están haciendo todo lo posible? No. Pero ¿están haciendo todo lo que se tiene que hacer para ganar? Al 100%", dice Schale. "Hay un millón de maneras de ganar una campaña. La manera más rápida de perder es intentar hacerlo de un millón de maneras diferentes".
Los críticos de la estrategia de Clinton señalan el innovador alcance sobre el terreno de Obama, dado a conocer en 2008 y perfeccionado en 2012, así como el amplio esfuerzo para dirigirse a los votantes hispanos en 2012, en el cuál Obama se enfocó en conectarse con los electores de minorías diversas mediante cuestiones concretas que afectan a la comunidad latina y en invertir fuertemente en anuncios de televisión en español.
"La gente tiene memoria a corto plazo", dice Schale. "En 2012, hasta el momento en que ganamos, escuchamos muchísimas de las mismas críticas: 'la operación no fue sólida, no estaban hablando con la gente adecuada, no hubo suficiente entusiasmo'. Pero la campaña salió y habló con los votantes directamente, se aseguró de que la gente votara, igual que esta campaña está haciendo ahora. Y ganamos".
Alfred Fuente, quien sirvió como organizador de campo para la campaña de reelección de Obama en la Pequeña Habana en 2012 dijo que Clinton empezó ligeramente tarde la organización sobre el terreno en comparación con Obama. "Al comparar la situación de la campaña de Clinton en momentos similares con la de Obama en 2012, realmente no parecen estar a la par", dijo.
Sólo este año, se añadieron casi 754,000 nuevos votantes a las listas de Florida, de los cuales 259,000 eran demócratas y 206,000 republicanos, según un memorando de la campaña de Clinton. Eso se ha traducido en un bloque de votantes más diverso: el electorado de Florida es ahora 64% blanco, una disminución del 3% desde octubre de 2012, cuando era del 67%.
Pero las cifras coinciden con el crecimiento global y el crecimiento de la población hispana. Desde 2012, el número de votantes hispanos elegibles ha aumentado de 4 millones a 27.3 millones, lo que representa el 37% del crecimiento de todos los votantes elegibles durante ese lapso, según Pew.
El informe también esbozaba una estrategia sólida para el tramo final de la campaña, que incluía tocar a las puertas, nuevos "centros" locales de divulgación, una estrategia de banca telefónica y eventos – incluyendo " caravanas" y fiestas en los vecindarios – para generar entusiasmo entre los votantes.
Fuente reconoce que los esfuerzos de Clinton a veces son menos evidentes cuando se comparan con la atención mediática de su rival. Aunque en 2012 Obama les habló directamente a los hispanos sobre temas específicos, la campaña de este año se ha enfocado menos en los problemas y más en el ruido.
"¿Cómo se puede competir con alguien que dice "no voy a aceptar el resultado de la elección?". Está atacando la base fundamental de este país. Entonces, ¿cómo puede [Hillary] decir 'esto es lo que voy a hacer con las familias de clase media, esto es lo que voy a hacer por las universidades?'".
Mientras el sol se pone en la oficina de campaña de Clinton en la Pequeña Habana, Manuel Blanco, de 67 años, quien llegó a Estados Unidos desde Cuba hace 12 años, hace café cubano nuevamente, y lo vierte en vasos plásticos para todos los voluntarios en la oficina que trabajan por la noche.
Hilda Delgado dice que planea ser voluntaria todas las veces que pueda hasta el 8 de noviembre, haciendo llamadas y yendo de puerta en puerta. "Mi mejor amiga es indocumentada, de Venezuela", dice. "A ella le da mucho miedo esta elección. No puedo tomar esto a la ligera".