La insistente (y sorprendente) campaña de Stacey Abrams para ser la vicepresidenta de Joe Biden

Todo en público y nada en privado.
La tradición dicta que los aspirantes a integrar una fórmula presidencial apelen a sus dotes persuasivas a puertas cerradas, mientras que frente a las cámaras mantengan la mayor discreción posible.
Pero Joe Biden que la seleccione a ella como candidata a vicepresidenta.
Abrams ha logrado intervenciones frecuentes en medios prominentes de comunicación social, incluyendo una aparición reciente junto a Biden en la cadena de noticias MSNBC, cuyo moderador preguntó a manera de broma si se trataba de una entrevista de trabajo.
En una entrevista publicada el pasado fin de semana por The New York Times, Abrams explicó que hablar explícitamente sobre su interés en el puesto de vicepresidente trasciende sus aspiraciones meramente personales.
"Parte de mi franqueza en responder la pregunta sobre la vicepresidencia es que no quiero que nadie alguna vez vea mi respuesta y diga 'Bueno, si ella no lo puede decir, entonces yo no lo puedo pensar".
¿Le dará resultado?
"Yo sería una compañera de fórmula excelente. Si me selecciona, estoy preparada y emocionada para servir", dijo Abrams hace más de un mes a la revista Elle, en la primera de varias exhortaciones suyas a que Biden la seleccione.
"Según las normas políticas normales, es la respuesta equivocada. Pero está claro que las normas políticas normales ya no aplican", la coronavirus.
La asertividad de Abrams ha sorprendido a propios y extraños.
El representante por Missouri William Lacy Clay, también demócrata, calificó como "ofensiva" la estrategia empleada por Abrams.
"Que estés por ahí mercadeándote y lanzando una campaña de relaciones públicas de esa manera, creo que es inapropiado", le dijo Clay al podcast Tangazo.
Logros inéditos
Abrams ya ha alcanzado logros inéditos, como ser la primera mujer en dirigir una bancada en la asamblea estatal de Georgia y la primera persona de la comunidad afroestadounidense en presidir la Cámara Baja del Congreso estatal.
En 2018 se convirtió en la primera candidata afroestadounidense a gobernadora en todo el país y cayó en Georgia por estrecho margen ante el republicano Brian Kemp.
Abrams atribuyó su derrota a reglamentos que restringen injustamente el voto a las minorías étnicas y poco después fundó Fair Fight, una fundación nacional en pro de elecciones justas cuyo brazo electoral ha recaudado $22 millones, según reportó AJC.
Luego creó Fair Count, dedicada a procurar que el censo estadounidense cuente este año fielmente a las minorías étnicas.
Y a fines del 2019 lanzó Southern Economic Advancement Project para promover la equidad económica y social en el sur de Estados Unidos.
Abrams, de 46 años, dice que desde su infancia ha estado consciente de la inequidad que enfrentan las minorías étnicas porque su padre recibió un disparo en el pie cuando intentaba infructuosamente inscribir en el padrón electoral a afroestadounidenses de la tercera edad en Mississippi, según le relató a The New York Times .
Abrams descartó lanzarse como candidata a senadora este año, pese a que los republicanos ocupan los dos escaños de Georgia y los demócratas necesitan ganar al menos tres estados para reclamar la mayoría en el Senado.
"No me lancé al Senado porque no creo que todos los empleos son intercambiables", Abrams respondió a la pregunta de un votante en MSNBC, según reportó The Washington Examiner. "No estoy en la política solamente para lanzar candidaturas y resultar electa".
Reñida competencia
La columnista Patricia Murphy argumentó en el diario USA Today que Abrams "cambió para siempre el rostro de la ambición femenina" por su necesidad de lograr un espacio sin tener los padres influyentes y bien conectados de los que gozaban varios vicepresidentes antes de ocupar el cargo.
Pero Murphy apunta que la desventaja real de Abrams para lograr su meta no es su franca ambición, sino su nula experiencia gobernando porque a sus 77 años de edad Biden debe escoger a alguien que pueda asumir la presidencia si él se viese incapacitado.
Las especulaciones sobre el compañero de fórmula se han multiplicado desde que Biden se comprometiera públicamente a designar a una mujer.
En el grupo destacan la gobernadora de Nuevo México Elizabeth Warren, quien también ha dicho públicamente que aceptaría el cargo si se lo ofrecieran.
Biden superó a sus rivales en las primarias demócratas gracias principalmente al apoyo del voto negro en el sur del país, por lo que se ha creado la expectativa de que designe a una afroestadounidense como compañera de fórmula.