Trump firma una orden ejecutiva que le da potestad de contratar y despedir más fácilmente a trabajadores federales
El presidente Donald Trump firmó esta semana una orden ejecutiva que podría ampliar considerablemente su capacidad de contratar y despedir a decenas de miles de trabajadores federales en un segundo mandato, según reportó el diario The New York Times.
Esta orden ejecutiva, emitida la noche del miércoles, permitiría a las agencias federales revisar sus listas de empleados y reclasificar a ciertos trabajadores al punto de poder despojarlos de las protecciones laborales de las que actualmente se beneficia la mayoría de ellos.
En Casa Blanca dijo que la nueva clasificación de los empleados estaba justificada, ya que, según las reglas actuales, "eliminar a los trabajadores de bajo rendimiento, incluso de estos puestos críticos, requiere mucho tiempo y es difícil".
La mayor parte de los trabajadores federales se consideran funcionarios públicos de carrera y gozan de ciertas protecciones, incluida la forma en que son contratados, generalmente basada en un sistema de puntos, y también en la que son despedidos, a partir de un complicado sistema de apelaciones que dificulta el proceso.
Durante mucho tiempo, los auditores federales se han quejado de que el proceso de remoción de trabajadores federales ineficientes es demasiado complicado y lento por lo que a veces, aunque el trabajador no tenga un buen desempeño, no es despedido ya que su supervisor tendría que pasar por un largo y complicado proceso para lograrlo.
Sin embargo, esta orden ejecutiva podría afectar a cientos de miles de los más de 2 millones de empleados federales y despojarlos de protecciones establecidas para favorecer al servicio público y hacerlo más competitivo.
¿Qué cambiaría esta nueva normativa?
Esta nueva orden, según el reporte de The New York Times, solo empezaría a aplicarse de forma generalizada si Donald Trump es elegido para un segundo mandato. En caso de salir Biden, el nuevo presidente simplemente podría rescindirla.
La nueva orden ejecutiva de Trump crearía una nueva clase de trabajadores federales, conocidos como empleados del "Anexo F", formada por del personal de carrera que participa en actividades confidenciales de determinación, formulación y promoción de políticas, lo cual, según abogados laborales que han examinado la orden, incluiría probablemente a los miles de empleados que redactan las regulaciones, así como economistas, abogados, gerentes y científicos.
De acuerdo con la Casa Blanca, no se aplicaría a los trabajadores federales que forman parte del Servicio Ejecutivo Superior, que ayuda a supervisar a las agencias federales. Estas, a su vez, tendrían siete meses para realizar una revisión de su fuerza laboral y decidir qué empleados podrían reclasificarse a este nuevo estado. Las revisiones se realizarían anualmente.
Un reporte de Axios del mes de febrero adelantaba que los funcionarios de la istración Trump llevaban meses discutiendo cómo purgar a las "personas malas" que forman parte del "estado profundo".
"Una declaración de guerra a la carrera del servicio civil"
Líderes sindicales y expertos en normas federales han condenado la orden ejecutiva de Trump.
"Esta es una declaración de guerra a la carrera del servicio civil", dijo al Times Richard C. Loeb, asesor principal de políticas de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno, el sindicato más grande que representa a los trabajadores federales, que ha manifestado su apoyo al candidato demócrata Joe Biden. Loeb trabajó durante dos décadas en la Oficina de istración y Presupuesto de la Casa Blanca, bajo gobiernos de ambos partidos.
“Es un intento de politizar el proceso y contratar compinches y despedir enemigos. Realmente es un concepto del siglo XIX", añadió Loeb.
Las protecciones para los funcionarios públicos se remontan a la Ley de Reforma del Servicio Civil de Pendleton, una normativa adoptada hace 137 años, promulgada tras el asesinato del presidente James A. Garfield a manos de un solicitante de empleo federal descontento.