De los rollos de papel a cambiar Puerto Rico por Groenlandia: la larga historia de humillaciones del trumpismo contra la isla
Los insultos a Puerto Rico durante un mitin del expresidente Donald Trump este domingo en Nueva York, en el que un comediante dijo que era una "isla flotante de basura", han provocado una tormenta de cuestionamientos contra el candidato republicano a la Casa Blanca.
Antes del discurso de Trump, el comediante Tony Hinchcliffe dijo que "literalmente hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento, creo que se llama Puerto Rico", lo que desató una ola de críticas y rechazo generalizado.
La campaña del Partido Republicano intentó salir al paso para desmarcarse este lunes de las palabras de Hinchcliffe al asegurar que estas no representan al candidato. Si embargo, Trump no cuestionó después las palabras del comediante inmediatamente ni presentó una posición sobre la isla en su discurso.
El gobernador de Pensilvania, el demócrata Josh Shapiro, dijo que el republicano no dio ese paso porque "ha hecho carrera atacando a otros, acercándose a la línea, tratando de ser simplemente provocador a expensas de otras personas".
Pese a que Trump no fue quien pronunció este insulto, para muchos fue un recuerdo de las declaraciones o acciones que tomó mientras estaba en la Casa Blanca que muestran su convulsa relación plagada de desprecios con Puerto Rico, que es un Estado Libre Asociado de Estados Unidos.
Políticos de ambos partidos, artistas y la comunidad puertorriqueña y latina en general en EEUU han repudiado lo ocurrido en el Madison Square Garden y recordaron que, lejos de ser una mera anécdota, es una política ya vivida durante el pasado gobierno de Trump que podría repetirse en caso de ganar las próximas elecciones presidenciales.
“Estoy aquí para decirles que aunque algunos lo han olvidado… yo me acuerdo. Me acuerdo de cómo era cuando Trump era presidente. Recuerdo lo que hizo y dijo sobre Puerto Rico. Sobre nuestra gente”, dijo este lunes el cantante Marc Anthony en un mensaje en sus redes sociales.
“Recuerdo que después de que el huracán María devastó nuestra isla, Trump bloqueó miles de millones de ayuda de emergencia mientras miles morían (…). Estas elecciones van más allá de partidos políticos. Recordemos lo que EEUU representa. Es nuestro nombre: unidos”, agregó el artista, quien mostró su apoyo por Harris.
El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, criticó por su parte los insultos de Hinchcliffe.
"Comentarios como esos dejan al descubierto los prejuicios y el racismo que lamentablemente aún existen en nuestra Nación, y nos recuerdan la importancia de escoger líderes que rechacen y luchen contra ese tipo de intolerancia", aseguró.
Estas son algunas de las polémicas de Trump relacionadas con isla.
Trump lanza rollos de papel toalla a los damnificados por el huracán María en Puerto Rico
Pocas escenas reflejan mejor la relación de Trump con Puerto Rico como cuando, en pleno desastre humanitario tras el devastador huracán María de 2017, visitó la isla y se dedicó a lanzar rollos de papel al público como si fueran pelotas de basket.
El gesto le valió multitud de críticas por quienes lo vieron como una muestra de desprecio y una total falta de humanidad a los damnificados y a sus enormes necesidades básicas. Antes, se tomó fotos y repartió arroz entre algunos habitantes.
Aquella visita fue polémica incluso desde antes de llevarse a cabo, ya que Trump tardó cerca de tres semanas en trasladarse a la zona de desastre alegando falta de infraestructuras en la isla. A Houston, afectado por el huracán Harvey, demoró apenas un par de días en viajar.
Una vez allí, lo cierto es que la visita apenas duró unas horas. "Los vamos a ayudar", aseguró Trump a algunos damnificados con los que conversó.
Pero la de los rollos de papel no fue la única controversia de su visita. El mandatario se dedicó a restar importancia por el número de víctimas del huracán en Puerto Rico en comparación con otras catástrofes.
"Si miras una catástrofe real como el Katrina (...), cientos y cientos y cientos de personas que murieron, y miras lo que ha pasado aquí, con una tormenta que realmente fue abrumadora", declaró Trump comparándolo con el ciclón que impactó Nueva Orleans en 2005 y que dejó más de 1,800 muertos.
María acabó costando la vida a casi 3,000 personas.
Cuando Trump quiso cambiar Puerto Rico por Groenlandia
En 2019, Groenlandia pasó a ocupar titulares de prensa de todo el mundo después de que Trump sorprendiera al mostrar interés en adquirir el territorio de Dinamarca por “los abundantes recursos de la isla y por su importancia geopolítica”.
El gobierno danés calificó de “absurda” la idea y, quizá por eso, al entonces presidente se le ocurrió que podría ser buena idea proponer intercambiar Groenlandia por Puerto Rico.
Un exfuncionario del gobierno de Trump le aseguró al diario The New York Times que el mandatario hizo ese comentario como una broma.
Sin embargo, un año después, otro exfuncionario aseguró que sus declaraciones fueron realizadas en serio. “No lo tomé como una broma”, dijo Miles Taylor, quien fue jefe de gabinete en el Departamento de Seguridad Interior.
"Él dijo que quería ver si podía vender Puerto Rico, si podía cambiarlo por Groenlandia, ya que según sus palabras, Puerto Rico era sucio y la gente era pobre", declaró en entrevista con la cadena MSNBC.
Miles expresó su reprobación por estos comentarios, hechos en un momento en que los boricuas pasaban por una situación extrema tras los huracanes.
"Se trata de estadounidenses. Uno no habla de esta forma de otros estadounidenses y el hecho de que el presidente quisiera tomar un territorio estadounidense y cambiarlo por un país extranjero es descarado", afirmó Miles, que dejó su cargo en 2019 y que después apoyó la candidatura del demócrata Joe Biden.
Trump le respondió calificándolo de “antiguo empleado descontento” y aseguró que ni conocía a Taylor ni había oído hablar de él.
Peter Brown, representante especial de la Casa Blanca para la recuperación de desastres de Puerto Rico, dijo en aquel momento que "nunca había escuchado al presidente decir algo de ese tipo".
Cuando se cuestionó la lenta ayuda a Puerto Rico tras los huracanes del gobierno de Trump (quien sigue negando el número de víctimas)
Los ciudadanos de Puerto Rico criticaron durante años la lentitud con la que actuaron las autoridades federales tras el paso de María y la demora en liberar fondos federales para ayudar a la reconstrucción. De hecho, la mayoría fueron desembolsados ya durante el gobierno de Biden.
Durante su criticada visita a Puerto Rico tras el desastre, Trump ya dejó ver su malestar por el elevado coste que el paso del huracán supondría para las arcas de EEUU.
"Odio decírselo, Puerto Rico, pero están haciendo que se vea desfasado nuestro presupuesto. Gastamos un montón de dinero en Puerto Rico y eso está bien, hemos salvado muchas vidas", afirmó con cierta ironía el presidente.
La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, le respondió que “cuando alguien está urgentemente necesitado (…) el imperativo moral es abordar esa situación antes de abordar cualquier otro asunto".
Lejos de calmar la tensa situación, Trump contestó que los puertorriqueños "quieren que se les haga todo, cuando debería ser un esfuerzo de la comunidad".
Según datos recopilados por NBC, para agosto de 2020, el gobierno de Trump había asignado casi $46,000 millones para ayudar a la isla a recuperarse de sus múltiples desastres. Sin embargo, casi tres años después del huracán María, solo había recibido algo menos de $17,000 millones,
La mayor parte del dinero que no había llegado a las comunidades de la isla era el destinado a la ayuda en materia de vivienda e infraestructura. Así, miles de personas seguían esperando que se reconstruyeran sus hogares, mientras que los habitantes de la isla de Vieques continuaban sin tener un hospital en funcionamiento.
La lentitud para entregar fondos federales podría explicarse por el hecho de que el propio Trump no reconoció nunca las cerca de 3,000 víctimas mortales que causaron los huracanes en 2017 en Puerto Rico.
Un año después, puso en duda un estudio de la Universidad George Washington que afirmaba que los fallecidos a causa de los ciclones María e Irma no fueron 64, como se dijo en un inicio, sino 2,975.
Sin aportar pruebas, el mandatario negó esas cifras y aseguró que apenas se contaban entre 6 y 18 personas muertas cuando visitó la isla tras María, por lo que consideraba que el estudio era un intento de sus rivales demócratas para hacerlo lucir "tan mal como sea posible".
"Si una persona muere por cualquier causa, como la vejez, la agregan a la lista. Mala política", llegó a decir.
Los mensajes negativos de Trump contra Puerto Rico
Miguel Tinker Salas, analista político y profesor retirado de Estudios Latinoamericanos en la Universidad Pomona, indicó que los insultos del comediante evidencian la retórica racista que siempre ha caracterizado a Trump y quienes le rodean.
"Estos mensajes se han venido repitiendo una y otra vez durante la campaña, cuando se dice que los inmigrantes envenenan la raza. Eso es un ejemplo de esta retórica, no se pueden esconder de que fue "un chiste", le dijo el experto a la agencia Efe.
"Esto definitivamente le va a costar votos muy valiosos a Trump", dijo al mismo medio Raúl Hinojosa, profesor de Estudios Chicanos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Para Hinojosa se trata de un golpe definitivo que puede marcar la campaña a menos de una semana de las elecciones, y subraya que va a ser muy difícil borrar el impacto mediático, especialmente por el apoyo de artistas como Bad Bunny, Jennifer López, Ricky Martin, Luis Fonsi o René Pérez (Residente) a Harris.
Hinojosa y Tinker Salas advirtieron que el mayor daño para Trump podría registrarse en el estado de Pensilvania, donde hay una comunidad puertorriqueña muy activa.
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