La confusión de Trump por la que Nikki Haley duda que esté "mentalmente apto" para regresar a la Casa Blanca
Nikki Haley, en una aparente escalada de sus hasta ahora tímidos ataques a Donald Trump, puso el sábado en duda que el expresidente esté “mentalmente apto” para regresar a la Casa Blanca tras un discurso en la víspera.
“No estoy diciendo nada derogatorio, pero cuando lidias con las presiones de la presidencia, no podemos tener a alguien más de quien cuestionemos si está mentalmente apto", dijo Haley, durante un evento de campaña en New Hampshire, donde el martes tiene lugar la segunda cita de las primarias republicanas.
La que fuera embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas durante la istración Trump reaccionaba así a un discurso en el que el Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes.
“Seguía mencionándome una y otra vez, cuestionando por qué no me encargué de la seguridad durante los disturbios, por qué no manejé mejor el asalto al Capitolio… Ni siquiera estaba en DC el 6 de enero, ni siquiera ocupaba un cargo público”, comentó Haley sobre el discurso de Trump.
Qué dijo Trump exactamente para despertar la ‘preocupación de Haley’
Durante el acto de campaña el viernes, Trump estaba atacando a la prensa porque, según él, nunca reporta la gran afluencia que tiene sus actos y entonces salta a criticar que no se hubiera hecho un reporte oficial sobre el tamaño de la multitud que llegó a manifestarse a Washington DC el 6 de enero de 2021.
Entonces, Trump dice el nombre de Nikki Haley en tres ocasiones. Y continúa con: “Saben que destruyeron toda la información, todas las pruebas, todo, borrado y destruido, todo, por muchas razones”.
"Nikki Haley estaba a cargo de la seguridad —vuelve a mencionar Trump a la exgobernadora—. Ofrecimos 10,000 personas, soldados, Guardia Nacional, lo que quisieran. Lo rechazaron, no quieren hablar de eso".
Trump hablaba aparentemente de una supuesta oferta de su istración a Nancy Pelosi el 6 de enero, mientras una turba de sus seguidores asaltaba el Capitolio para tratar de impedir la certificación de Joe Biden como ganador de las elecciones presidenciales, de la que no encontró pruebas la investigación del Comité Selecto de la Cámara de Representantes. Por su rol en los hechos que desembocaron en el asalto al Capitolio, el expresidente está imputado de cuatro delitos en una corte federal de Washington DC.
“Es una distinción sin diferencia. Es Nikki y Nancy, ¿cuál es la diferencia?”, dijo a los periodistas el sábado por la noche el asesor principal de la campaña de Trump, Chris LaCivita, tratando de restarle importancia al asunto.
El sábado, el expresidente parecía reaccionar al asunto, sin mencionarlo expresamente, al decir en otro evento de campaña que se sentía como si tuviera 35 años en cuanto a sus capacidades mentales y recordar la prueba de salud cognitiva a la que pidió ser sometido en 2018, cuando era presidente, porque según él, unos hablaban de lo brillante e inteligente que era mientras otros lo criticaban por ser “la persona más tonta del mundo”.
“Lo hice perfecto”, presumió Trump de un test que se compone de cuestiones muy básicas y sencillas pruebas de memoria a corto plazo o concentración, cuya finalidad es tratar de detectar signos de demencia. La respuesta adecuada a al menos 26 de las 30 preguntas se considera normal.
“Les avisaré cuando me ponga mal. Realmente creo que seré capaz de decirlo", añadió. "Siento que mi mente es más fuerte ahora que hace 25 años. ¿Es eso posible?".
No es la primera ‘confusión de nombres’ de Trump en la campaña
Esta confusión entre Haley y Pelosi está lejos de ser la primera de ese estilo de Trump, quien ha hecho de poner en duda la salud cognitiva de Biden como uno de los ejes de su campaña.
De hecho, en un evento en Iowa en octubre en el que se refirió al presidente como alguien “con un impedimento cognitivo que no está en condiciones de liderar”, pareció confundir a Biden con Obama. Es más, pareció decir que le había ganado las elecciones en 2016 a Obama, cuando la candidata del Partido Demócrata fue Hillary Clinton.
Según Forbes, han sido al menos siete las ocasiones en que Trump ha confundido a Biden con Obama. La explicación del expresidente, en una entrada en su red social Truth Social, fue que menciona a Obama de forma “sarcástica” para “indicar que otros pueden estar teniendo una gran influencia” en la gestión del país.
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