Cómo el PRI le abrió la puerta a José Antonio Meade, aspirante a la presidencia de México

CIUDAD DE MÉXICO.- José Antonio Meade dejó la secretaría de Hacienda mexicana para buscar la candidatura presidencial por el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), aunque no es militante partidista. Su aspiración destapó un proyecto político gestado por un grupo de priistas cercanos al presidente Enrique Peña Nieto y al canciller Luis Videgaray.
Analistas políticos consultados por Univision Noticias y la prensa mexicana aseguraron que Peña Nieto habría impuesto la precandidatura de José Antonio Meade dentro del PRI, algo conocido en México como el ‘dedazo’ presidencial.
La ‘jugada’ que le abrió la puerta a Meade
Hace cuatro meses era imposible que Meade tuviera la posibilidad de ser candidato del PRI porque no reunía los requisitos establecidos; el impedimento más fuerte era que nunca ha militado en ningún partido político.
Carecer de un partido no fue un inconveniente para el exsecretario de Hacienda, pues el pasado 9 de agosto el PRI realizó una asamblea y modificó los requisitos para los candidatos presidenciales. Antes se pedía que los contendientes tuvieran una militancia mínima de 10 años de antigüedad; ahora solo se pide que sean simpatizantes. Este cambio abrió la puerta a José Antonio Meade.
Estos nuevos requisitos del PRI fueron aprobados en 10 horas por cientos de priistas, sin embargo, la negociación estuvo encabezada por Jorge Carlos Ramírez Marín y Claudia Ruiz Massieu, ambos exsecretarios del gobierno de Enrique Peña Nieto y compañeros de José Antonio Meade.
Algunos priistas estuvieron inconformes con los resultados y acusaron que se trataba de una estrategia para la imposición del candidato. Ivonne Ortega, quien aspiraba a la candidatura presidencial, declaró que los procesos internos no fueron transparentes y que la asamblea no estaba planeada para que hubiera "una participación plena, abierta y libre".
A pesar de la inconformidad, la asamblea terminó y Peña Nieto agradeció a los organizadores, entre ellos el presidente del PRI, Enrique Ochoa, quien trabajó en su gobierno.
“Los cambios que hemos aprobado nos ponen al día, nos dan competitividad y nos fortalecen frente a los retos electorales que habremos de asumir”, dijo Peña Nieto al hacer mención de los estatutos del PRI que ahora permiten a Meade obtener la candidatura presidencial.
No fue el único comentario respecto a las elecciones presidenciales de 2018. Vice News publicó que casi una semana después de la asamblea del PRI, el 23 de agosto, el canciller Luis Videgaray tomó el micrófono frente a 300 personas –banqueros, magistrados y políticos– reunidas en el Palacio Nacional y dijo: “(José Antonio Meade) conoce México y la forma de gobernar México, porque lo ha vivido”.
Pero, ¿cuál es la intención que Meade –que no es priista– sea el candidato presidencial del PRI?
En opinión del analista político José Antonio Crespo, esta candidatura está impulsada por un grupo de priistas ‘tecnócratas’ –encabezados por el canciller Luis Videgaray– que quiere que haya continuidad a los planes económicos que se iniciaron con Peña Nieto, como seguir adelante con las 11 reformas estructurales de la Constitución mexicana.
“Pudo haber otro candidato, como (el secretario de Gobernación) Miguel Ángel Osorio Chong, sin embargo apoyaron a Meade porque es la línea presidencial y porque representa a los ‘tecnócratas’ que han llevado el poder y que tienen un proyecto neoliberal”, dijo Crespo.
'Tecnócratas' contra 'políticos'
El politólogo mexicano José Fernández Santillán dijo a Univision Noticias que en el PRI existen dos grandes grupos: los ‘tecnócratas’ (los priistas que apuestan por políticas económicas) y los ‘políticos’ (la ‘vieja guardia’ de la política social).
Santillán opinó que los ‘tecnócratas’ asumieron el control del PRI en julio de 2016, cuando después de varias derrotas electorales encabezadas por los ‘políticos’, la presidencia del partido la obtuvo Enrique Ochoa, personaje cercano al presidente Enrique Peña Nieto y amigo del canciller Videgaray.
“Desde ese momento (con Enrique Ochoa al frente del PRI), Videgaray comenzó a operar para que la candidatura presidencial quedará en manos de los ‘tecnócratas’ y no de los ‘políticos’, y ahora (con Meade) lo hemos confirmado”, dijo Fernández Santillán.
¿Quién es Meade?
José Antonio Meade aspira a ser el próximo presidente de México y ha declarado públicamente que su visión de gobierno contempla tres pilares: política hacendaria, política monetaria y el empuje de las reformas estructurales creadas con Enrique Peña Nieto.
Él fue parte de la creación de aquellas reformas estructurales de la Constitución junto con su amigo el canciller Luis Videgaray, a quien conoció hace 30 años en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), de donde se graduaron varios líderes políticos que hoy ocupan un cargo en el gobierno, como el secretario de Educación, Aurelio Nuño; el director del seguro social mexicano, Mikel Arriola; entre otros.
Meade ha sido secretario de Estado en cuatro ocasiones. Su último sueldo fue de 7,800 dólares mensuales, pero de su patrimonio se sabe poco, pues la mayoría de sus declaraciones no es pública.
La opacidad que envuelve el patrimonio de Meade y el de su familia ha generado expectativa en un México donde militantes del PRI han sido arrestados por corrupción y desfalcos millonarios.
BuzzFeed News publicó que José Antonio cuenta con una casa cuyo solo jardín tiene un valor de 124,000 dólares. Por su parte la revista mexicana Proceso también dio cuenta que el exfuncionario de Hacienda es socio de una empresa con su esposa Juana Cuevas y su hermano Pedro Meade.
Meade nació en febrero de 1969 en el seno de una familia de clase media de Ciudad de México. Su madre es la pintora Lucía Kuribreña y su padre, Dionisio Alfredo Meade, un funcionario del gobierno del expresidente Vicente Fox (2000-2006) y además fue diputado por el PRI.
Su abuelo materno fue uno de los fundadores del conservador Partido Acción Nacional (PAN), donde también tiene amigos que lo apoyan, como el senador Ernesto Cordero.
Analistas consideran que una de las grandes ventajas de Meade para las elecciones de 2018 es que no es priista, aunque usará los colores de ese partido en la campaña. Hay quienes creen que podría atraer los votos del PRI y los del PAN, lo que ayudaría a crear un frente contra el líder de izquierda Andrés Manuel López Obrador del partido Morena, cuya popularidad se encuentra en el primer lugar de las encuestas.