El censo es vital para el futuro de más de 500,000 indigentes, pero contar a esta población es un reto
California es el estado con más indigentes en Estados Unidos. De las 597.715 personas que viven en las calles, 151.278 se encuentran en la entidad, de acuerdo con el Consejo Interdepartamental para las Personas sin Hogar de los Estados Unidos (USICH, en inglés). Mientras que al menos 92.091 individuos experimentan falta de hogar en New York y 28.328 deambulan por Florida.
“Solo en el condado de Los Ángeles, 35% de los 'homeless' son latinos. Sabemos que es la población más difícil de contar y necesitamos un conteo preciso y detallado para poder conseguir los recursos para la construcción de viviendas”, explica a Univision Jacqueline Martínez, presidenta de Latino Community Foundation.
El Instituto de Investigación de Políticas sobre Personas sin Hogar (HPSI, en inglés) precisa que en el condado Los Ángeles hay cerca de 16,528 personas sin un lugar seguro donde dormir, que pernoctan en vehículos (automóviles, camionetas, de tipo recreativo), pero solo existen 354 espacios de estacionamiento seguro.
Para enero de 2019, el 27% de las personas sin hogar de todo el país estaba en California, según cifras del HPSI. En la última década hubo un aumento de 22% en esta población.
El 5 de octubre finaliza el Censo 2020. En un esfuerzo por lograr un conteo más preciso, durante las últimas semanas trabajadores de la Oficina del Censo visitarán comedores comunitarios y contará a todos aquellos que duermen en aceras, garajes o automóviles en todo el país.
Rentas altas y escasez de vivienda. En California, cuna de las ciudades más ricas de Estados Unidos, según reportó Bloomberg, hay grandes brechas en la calidad de vida de quienes apenas pueden pagar la renta.
“En ciudades como San Francisco y Los Ángeles se necesitan más reformas federales. En años anteriores no se han recibido los recursos suficientes para construir viviendas. El conteo determina la representación política y, aunque las personas no tengan un lugar donde vivir, cuentan. Los que viven en carros, garajes, incluso los que están hace meses en casa de un vecino y un familiar deben ser contados”, enfatiza Martínez.
38,1 millones de personas en Estados Unidos (11,8% de la población) viven en pobreza, según cifras de 2018 ofrecidas por el censo. Muchos luchan por pagar necesidades básicas como renta, energía eléctrica o calefacción. Por eso, para las organizaciones no gubernamentales es fundamental poner el foco en quienes viven al borde de la indigencia. En la actualidad, 8 millones de personas experimentaron una carga de costos de vivienda severa, es decir, gastaron más del 50% de sus ingresos en vivienda.
El Instituto de Investigación de Políticas sobre Personas sin Hogar estima que desde 2019 California experimenta un déficit de 1.4 millones de viviendas asequibles.
“A las luchas regulares por pagar la renta se suman las emergencias naturales. Los fuegos en Sonoma, Napa y Valle Central han provocado que muchas personas hayan perdido su ingreso y también su hogar. Este es un grupo muy importante de contar”, agrega Martínez.
Una posible reforma federal y un conteo con varios obstáculos
Las senadoras Dianne Feinstein (California) y Lisa Murkowski (Alaska) presentaron en marzo de 2019 el proyecto de Ley de Lucha para las Personas sin Hogar a través de Servicios y Viviendas, que propone la asignación de 750 millones de dólares en subvenciones anuales para que los gobiernos locales combatan la falta de vivienda en los próximos cinco años.
“Muchas de las 550.000 personas en todo el país que se quedan sin hogar cada año son familias que no pueden pagar el alquiler. Otros, son veteranos o personas que tienen un problema de salud crónico. Pueden ser enfermos mentales, tener problemas de abuso de sustancias o ser víctimas de violencia doméstica. Todas estas personas tienen problemas únicos; por lo que un enfoque único para todos de la Casa Blanca no funcionará¨, declaró Feinstein en un comunicado, a propósito de la propuesta que aún no se ha aprobado. Dicha ley propone combinar viviendas de apoyo temporal, combinadas con servicios de salud física y mental, programas para la capacitación y reinserción laboral y planes de educación y nutrición para niños, entre otros.
Más vulnerables al covid-19
7 de cada 10 personas que viven en la indigencia son individuos que andan solos y la mayoría de ellos ( 70%) son hombres jóvenes. El 30% corresponde a familias con niños. Sin embargo, por primera vez y en menos de un año, los latinos adultos mayores experimentan el crecimiento más alto de nuevas personas sin hogar. Estas cifras, previas a la emergencia por el Covid-19, no miden el impacto económico en estas poblaciones vulnerables. Según los Centros para el Control y la prevención de Enfermedades (CDC), en los grupos que corren mayor riesgo de enfermarse gravemente por Covid-19 se incluye a los mayores de 65 años.
Además del abordaje que se puede dar a los indigentes, las estadísticas del censo también son cruciales para los programas y proveedores de servicios comunitarios. Los fondos federales que se asignan al Programa de Subvenciones para Refugios de Emergencia y el Programa Especial de Leche para Niños, entre otros, dependen del conteo.
A las dificultades para contar a la población sin hogar −no tener un domicilio fijo complica que todos reciban el cuestionario y lo llenen− se suman las particularidades de esta edición del censo. La pandemia alteró los planes y hoy el conteo debe hacerse tomando las previsiones necesarias.
La Oficina del Censo trabaja en alianza con organizaciones y proveedores de servicios locales para garantizar las medidas de salud y de distanciamiento físico. Para contar personas en tiendas de campaña y otros lugares al aire libre, los equipos de censistas utilizarán chalecos reflectantes y teléfonos inteligentes con el logotipo del censo, linternas y cuestionarios en papel. Además, Steven Dillingham, director del organismo, expresó en un comunicado que se comprometen "a contar a todos, solo una vez, y en el lugar correcto”.
Este contenido se publicó con el apoyo de Silicon Valley Community Foundation.