Los esposos Bonnefoy, los familiares de la expresidenta Michelle Bachelet, muertos en el derrumbe de Surfside
Claudio Bonnefoy Bachelet, de 85 años y su esposa, Maricoy Obias-Bonnefoy, de 69, fueron identificados el viernes como parte de las 24 víctimas del trágico derrumbe de un edificio de 12 plantas en Surfside, en los límites con Miami Beach.
Los Bonnefoy vivían desde hace más de una década en el décimo piso del Champlain Towers South, en el apartamento 1001. Claudio Bonnefoy, un abogado chileno, era el tío de quien ha sido la presidenta de ese país sudamericano en dos ocasiones, Michelle Bachelet. Maricoy, por su parte, era de origen filipino. Su familia habla de ella como una persona muy importante para todos, cariñosa y protectora, la típica organizadora de todos los eventos familiares.
La pareja, que recientemente celebró su 30 aniversario de casados, se mudó a Florida desde Washington DC hace unos 15 años.
Allí Maricoy trabajó desde los años 80 en el Fondo Monetario Internacional, mientras que Claudio lo hacía en la compañía proveedora de servicios satelitales Intelsat.
William Sánchez, esposo de una sobrina de la mujer, a quien cariñosamente llamaban Tita-coy, expresó hace varios días su frustración por lo que entendía como una lentitud del proceso de búsqueda y rescate entre los escombros en Surfside. Entonces la pareja todavía figuraba entre los desaparecidos.
Sánchez contó a Univision Noticias que sus tíos eran "bellas personas" que "sirvieron a este país en el Banco Mundial, Naciones Unidas...". Dedicaron sus vidas a servir a los demás, declaró.
“Eran personas tan capaces que estaban muy informadas”, dijo Sánchez a CBS. "Realmente revisaban los edificios donde iban a vivir. Si hubieran sabido que el edificio tenía problemas y se estaba hundiendo desde los años '90, nunca habrían comprado un apartamento", aseguró Sánchez, haciendo referencia a un estudio surgido en la última semana que advertía que el terreno donde estaba construida la torre se iba desplazando progresivamente.
Sánchez asegura que Maricoy era como una segunda madre para él y su esposa. Cuando supo a través de un mensaje de texto que el edificio donde vivía se había derrumbado, no podía creerlo.
"Miré hacia el edificio y pensé que vería su apartamento, pero luego me di cuenta de que todo el lado del edificio se había derrumbado", dijo. "Llamé a mi esposa y ambos comenzamos a llorar", añadió.
Irene, la esposa de Sánchez, contó al Miami Herald que su tía dedicaba esa misma energía que infundía a su familia a ayudar a desconocidos a través de proyectos filantrópicos tanto en EEUU como en su Filipinas natal, en donde apoyó importantes proyectos de recaudación de fondos, reconstrucción y misiones médicas.
"Era mi guía, mi corazón"
Bettina Obias, otra sobrina de Maricoy Obias-Bonnefoy, llegó el mismo día del derrumbe a Miami, al amanecer, para una reunión familiar, sin saber lo que había ocurrido en horas de la madrugada.
"Volé desde Washington DC a las 4:00 de la mañana y llegué aquí a las 6:00 sin saber lo que estaba pasando", dijo Obias. “Y luego, cuando tomé a la izquierda para venir aquí, no podía creerlo, especialmente cuando estaba caminando, comenzó a llover, llevaba mi equipaje y de pronto vi el lugar de mi tía y me golpeó como una tonelada de ladrillos. Solo lloré y grité y lloré porque sabía que estaban allí", dijo la mujer a NBC Miami.
"Es difícil asimilar que el lugar fue una vez un lugar hermoso y que mi tía todavía está allí", dijo. "Es tan desgarrador. Es difícil entender lo que le ha sucedido", agregó Obias, quien estuvo en la reunión de los familiares con el presidente Biden y la primera dama el jueves.
A su tía la recuerda como su segunda madre. Vivió con ella durante más de siete años cuando era adolescente. "Ella es mi guía, mi corazón. Era el corazón y el alma de la familia", declaró. "Siempre estaba tratando de hacer algo positivo... ayudar a los pobres, hacer algo creativo...", añadió.
Según la mujer, su tío no abandonaba el condominio debido a la pandemia. En otro momento hubieran estado viajando, una pasión que compartían. Sin embargo, por las restricciones del coronavirus, la pareja se encontraba ese día en casa, durmiendo, cuando su edificio se vino abajo.